Yoga bajo el agua: cómo practicarlo, qué benficios tienes y por qué es mejor que la versión tradicional

Tamara Vila Publicado · 26 de septiembre de 2022, 13:10 h

Igual ya conoces todas las bondades del yoga, pero aquí tienes una variante de lo más estimulante: es el yoga bajo el agua, una disciplina en auge por el bajo impacto del ejercicio y por los múltiples beneficios para la salud. Además, es tan divertido que seguro que repetirás y no abandonarás.

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Muchas practicantes de yoga encuentran en esta variante todo un estímulo. El agua te envuelve y te sostiene mientras pone fin a tu relación con la gravedad. Una vez estás allí, todo se vuelve liviano y relajante porque el agua sostiene tu cuerpo de una manera completamente diferente al aire. En la piscina, algunas posturas de yoga se vuelven más fáciles.

Como la mayoría de las formas de ejercicio acuático (incluido nadar), el yoga acuático tiene un impacto muy bajo, lo que lo convierte en una forma ideal para que las personas con dolor en las articulaciones mejoren su fuerza, flexibilidad y rango de movimiento. Es ideal para quienes deseen recuperar la vida activa a partir de los 50 años.

El efecto de flotación del agua quita la presión del peso de una persona sobre las articulaciones, aliviando el dolor o la incomodidad que muchas mujeres pueden sentir al hacer ejercicio. El cuerpo soporta menos peso en el agua, los músculos están relajados y, por lo tanto, pueden estirarse y fortalecerse con menos incidencia de lesiones.

Es una disciplina ideal para aquellas mujeres con artritis, reemplazos de cadera o rodilla, múltiples esclerosis, fibromialgia, distrofia muscular, ansiedad, depresión, embarazadas, personas que se hayan sometido a una operación, mujeres con dificultad para equilibrarse, ciática y principiantes, así como personas que ya tienen una práctica regular y desean algo nuevo.

Aqua Kriya Yoga es un estilo de instrucción en el agua que surgió de un programa de inclusión en Saratoga, California, a principios de la década de 2000. Brinda los beneficios del yoga a las personas que no pueden practicarlo en la colchoneta debido a limitaciones físicas, lesiones o enfermedades. Aunque existen otros métodos de yoga acuático, este se distingue por su fidelidad al yoga moderno, que incluye el énfasis en la respiración, los apoyos y la alineación.

Cuando imaginas en meterte en la piscina, probablemente piensas en ponerte un bañador y eso puede ser algo que te produzca cierta incomodidad según el caso. Lo bueno es que si bien el traje de baño es el atuendo más apropiado para el yoga acuático, una vez que te sumerges puedes perder toda timidez. El agua actúa como un manto de invisibilidad. Nunca tienes que pensar en cómo se ve tu cuerpo porque nadie puede verlo.

Muchas poses del yoga tradicional son adaptables a la piscina, especialmente cuando se utiliza la pared como si fuera el suelo. Este método le resultará familiar a cualquiera que haya practicado yoga al final del embarazo. Accesorios como tablas de surf o «churros» también pueden entrar en juego.

Para examinar cómo el agua afecta una postura de yoga familiar, se puede empezar por la postura del guerrero. En el suelo, por lo general se requiere mucho esfuerzo para mantener la pierna en alto. En el agua, la pierna flota, liberándote para que te concentres en otras cosas, como la alineación de tus caderas.

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Por otra parte, mantenerse erguida en una postura como la pirámide no es particularmente difícil para un practicante de yoga experimentado, pero en el agua tienes que involucrar el core de una manera mucho más fuerte, además de equilibrarte en el agua con las manos para evitar volcarte hacia un lado.

Aunque el yoga acuático es ideal para practicantes con un rango de movimiento limitado, en realidad tiene mucho que ofrecer a cualquier practicante de yoga interesado en profundizar en su práctica e incluye una cantidad inesperada de diversión. Es completamente adictivo y con múltiples alicientes para seguir.

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