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Si estás pensando en redecorar tu hogar, además de mirarte decenas de revistas de decoración, seguro que le has echado un vistazo a las ideas del Feng Shui. El Feng Shui es una filosofía que se basa en encontrar el equilibrio y aportar energías positivas a los lugares que habitamos, por lo que no es una técnica decorativa, sino que se trata de la mejor forma de ocupar el espacio para que aporte bienestar a tu vida. Hay técnicas para aplicarlo en todos los lugares de nuestro hogar, como el recibidor o la habitación y, si sigues sus claves, la energía fluirá en tu hogar y habrá más armonía y comunicación. Hemos recopilado las diez normas esenciales para aplicar la filosofía del Feng Shui a tu hogar sin necesidad de hacer grandes cambios. Presta atención.
El recibidor es el lugar por donde entra la energía a la casa, por lo que tiene que estar despejado y limpio, para que entrar en casa sea agradable y no genere estrés innecesario. Equipa tu recibidor con un zapatero y un perchero para mantener el orden y, si puedes, coloca una alfombra acogedora y dos plantas, una a cada lado de la puerta, por fuera.
El desorden produce estrés y oscuridad mental y, según el Feng Shui, no deja sitio para que entre energía nueva, por lo que es necesario mantener tu casa limpia y ordenada. No hace falta que hagas jornadas de limpieza maratonianas cada día, con dedicar 5 o 10 minutos cada día a tener todo en su sitio, estarás mejorando mucho la energía de tu hogar.
Esta norma es clave tanto para el Feng Shui como para la decoración en general, ya que la luz natural mejora cualquier espacio y llena tu hogar de energía. Que las cortinas y los muebles no obstaculicen la entrada de luz y potencia la iluminación colocando lámparas de pie y sobremesa que den luz suave y cálida. También deberías apostar por los espejos, pero colócalos de tal forma que reflejen el sol.
El baño es la estancia de la casa por donde la energía tiende a escaparse con mayor facilidad, debido a la abundancia de grifos y cañerías. Por eso tienes que comprobar que tus grifos y cisternas no gotean y que la tapa del inodoro está bajada.
Según el Feng Shui, las plantas activan el Chi de la casa, es decir, potencian la energía. Recuerda incluirlas en todas las zonas de tu casa, incluído el dormitorio optando, preferentemente, por especies crasas.
Esto no se trata solo de eliminar los obstáculos con los que tropiezas cada día, sino que también es un modo de dejar que la energía fluya a través de tu hogar. También es importante que no bloquees las puertas y que puedan abrirse como mínimo 90 grados.
Los fogones, junto con el horno, movilizan la energía de toda la casa, siempre y cuando estén limpios, claro. Debes intentar que exista una separación entre zona de fuego (horno, fogones, microondas y secadora) y zona de agua (fregadero, nevera, lavavajillas y lavadora).
El teletrabajo se ha instalado en nuestras vidas, pero si vas a instalar una zona de despacho en tu hogar, nunca deberías ponerlo dentro del dormitorio. El Feng Shui desaconseja la presencia de aparatos electrónicos u otros objetos que recuerden al trabajo en la zona de descanso.
La ubicación de la cama, por ejemplo, es fundamental para garantizar un buen descanso, evitando colocarla frente a la puerta y poniéndola frente a una ventana. Los muebles del salón, por su parte, deberían formar un círculo o sino, que no haya esquinas demasiado acentuadas para que la conversación fluya.
El rojo es un color con mucha energía, pero debes usarlo con cuidado para no sobrecargar la estancia, sobre todo en los dormitorio. El verde representa la esperanza y la prosperidad por lo que el Feng Shui recomienda que no falte en la decoración de tu hogar. Por otro lado, los colores fríos, fuertes o incluso oscuros no permiten canalizar la energía positiva y son capaces de atrapar la negativa.
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