Cómo eliminar los pulgones de tus plantas: trucos fáciles que funcionan rápido

Ana Calvo Publicado · 25 de abril de 2025, 13:52 h

La primavera hace florecer nuestros jardines y terrazas y los muestra en su máximo esplendor. Es el momento del año en el que las plantas están más bonitas y las flores llenan todos los espacios con sus maravillosos colores y sus fragancias exquisitas mientras vemos cómo, poco a poco, los frutos maduran.

Pero la primavera también es la época en la que comienzan a subir las temperaturas y, además de enseñarnos la mejor versión de nuestras plantas y flores, comienzan a aparecer las plagas que pueden comprometer la buena salud de nuestros jardines y terrazas. Y entre todas ellas, la del pulgón es una de los más habituales.

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Y es que aunque aquí estamos acostumbradas a hablar de plantas preciosas, de cuáles son las mejores variedades para jardineras inexpertas, de las que atraen la buena suerte o reportan beneficios a nuestra salud siempre, entre los trucos y cuidados que aconsejamos de mano de los expertos, hay uno que se repite: el control de las plagas.

A la hora de cuidar nuestras plantas, ya sean de interior o exterior, tenemos que tener en cuenta factores muy importantes como son la ubicación, la luz que necesitan, la cantidad y frecuencia de riego, la poda, el abonado y, por supuesto, cómo evitar las infecciones por insectos y parásitos y cómo tratarlas en caso de que se instalen en ellas.

Entre las plagas más habituales, sobre todo durante los meses cálidos, encontramos la araña roja, la mosca blanca, la mariposa del geranio, la cochinilla y, sobre todo, el pulgón, un pequeño insecto negro o verde de cuerpo alargado que suele aparecer en el envés de las hojas y en el tallo y que puede ser un grave peligro para nuestras plantas.

Las causas más frecuentes de la aparición del pulgón son la subida de las temperaturas (por eso son más frecuentes en primavera y verano), la falta de nutrientes o el exceso de riego y su presencia suele provocar el retraso del crecimiento de las plantas, la aparición de agujeros en las hojas y su deformación (se ponen arrugadas y amarillean) y la presencia de hongo de la negrilla.

Un síntoma, además, de que tus plantas podrían tener pulgones, antes incluso de que los veas a simple vista, es que empiecen a llenarse de hormigas. El motivo responde a que estas se sienten atraídas por la melaza pegajosa con la que el propio pulgón cubre hojas y tallos.

Para evitar la aparición de pulgones, deberemos asegurarnos de que nuestras plantas reciben un riego adecuado (nunca en exceso), que las 'alimentamos' con abonos y fertilizantes orgánicos y no tienen un exceso de nitrógeno, que no están rodeadas de malas hierbas que pueden actuar como 'hospederas' de esta plaga y que las nuevas variedades que plantemos no los traen alojados del vivero.

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Revisar con frecuencia nuestras plantas buscando hojas marchitas, mordidas o descoloridas, además de esa melaza pegajosa nos ayudará a detectar de forma rápida las plagas de pulgones. Si es así, tranquila, que hay remedios (algunos caseros) muy sencillos y eficaces para acabar con ellos.

Si la plaga es ligera, está muy localizada y se trata de una planta o árbol de tallos resistentes, aplicar agua a presión puede ser suficiente para eliminar los pulgones. Si no, la solución más eficaz es pulverizar hojas y tallos afectados con una solución de jabón potásico diluido en agua (5/10ml. por litro). Además, se pueden usar plaguicidas ecológicos específicos para el pulgón, insecticida de purín de ortigas, cola de caballo antigungico, limpiarlas con aceite de neem o espolvorear tierra de diatomeas por encima de los insectos.

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