Pata de elefante o árbol de la suerte, una planta elegante y muy fácil de cuidar que atrae la abundancia

Ana Calvo Publicado · 11 de septiembre de 2025, 08:48 h

Entre todas las plantas de interior que, con unos cuidados muy sencillos, aportarán un toque sofisticado a las estancias y, al mismo tiempo, las llenarán de color y frescura y atraerán la buena suerte al hogar, la Beaucarnea es una de nuestras favoritas. Y sí, la conoces, pero quizá por su nombre de 'andar por casa': pata de elefante.

Este sobrenombre de la Beaucarnea no puede ser más descriptivo y gráfico, ya que su tronco engrosado en la base y más fino en la parte superior recuerda a la silueta de la pata de un elefante. Eso sí, serán sus características hojas largas y arqueadas las que conseguirán dar ese aire sofisticado y elegante a tu salón.

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Originaria de las regiones más extremas de México, la pata de elefante es una planta de la familia de las Nolináceas que no solo es peculiar por su aspecto, sino por el porqué de su aspecto: todo en ella responde a una impresionante adaptación botánica a estas zonas áridas, ya que su tronco grueso y bulboso sirve como un depósito de agua, permitiéndole sobrevivir períodos prolongados de sequía, y su follaje en forma de roseta hace que sea muy eficiente en el proceso de la fotosíntesis.

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Quizá por esa fortaleza y esa capacidad de adaptación, la Beaucarnea o pata de elefante se considera un símbolo de fortaleza. Y, también, de prosperidad. De hecho, es conocida como árbol de la suerte y en las teorías del Feng Shui se considera una planta portadora de buena energía, capaz de atraer la prosperidad al hogar.

Según el Feng Shui, la pata de elefante infunde estabilidad y crecimiento constante, a la vez que conecta lo terrenal con lo espiritual. Su base gruesa y anclada representa raíces profundas, mientras que sus hojas alargadas simbolizan expansión y elevación. Esta dualidad es perfecta para hogares que buscan buena fortuna y seguridad, mientras aspiran a avanzar y prosperar.

Para atraer esa buena suerte y esa abundancia, lo ideal según el Feng Shui es colocarla en la esquina sureste de la habitación, una zona vinculada al elemento madera y al flujo de riqueza. También puede ubicarse cerca de la entrada, para que su energía vigorosa impulse oportunidades desde el primer paso que se da en casa, o en zonas de paso o transición para animar el flujo vital y magnético de la casa. Eso sí, evita rincones oscuros, ya que la energía chi fluye mejor en espacios luminosos y despejados, y en ellos tu pata de elefante podrá transmitir seguridad y dinamismo.

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Por si fuera poco, la Beaucarnea o pata de elefante es una planta de interior muy agradecida y fácil de cuidar, incluso para quienes no tienen mucha experiencia en jardinería. Requiere pocos cuidados y resiste periodos de sequía, consiguiendo un equilibrio perfecto entre resistencia y atractivo estético.

Lo primero que tendremos que tener en cuenta para que nuestra pata de elefante crezca bonita y sana es la pauta de riego. Como decíamos, es una planta que resiste largos periodos de sequía, así que en primavera y verano será suficiente con un riego moderado cada dos o tres semanas, que puede espaciarse aún más en los meses de otoño e invierno. Eso sí, presta atención a la maceta donde la coloques, ya que necesita un recipiente amplio y bien drenado que permita que no acumule agua, ni siquiera en el plato bajo la maceta, ya que esto podría derivar en la pudrición de sus raíces.

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La exposición a la luz también importa, y lo mejor es colocarla cerca de una ventana orientada al este o al oeste, donde reciba luz brillante, filtrada y abundante. Si no es posible y tiene que estar en un rincón más sombrío, procura que reciba al menos una luz artificial suave. Además, ten en cuenta que la pata de elefante no solo tolera luz indirecta, sino que la luce, ya que sus hojas arqueadas adquieren una elegancia extra con luz bien dosificada.

Por último, es recomendable limpiarla cada pocas semanas con un paño húmedo para retirar polvo de sus hojas y favorecer la fotosíntesis y la respiración. Además, si ves hojas amarillentas o blandas, córtalas en la base para estimular brotes nuevos y, aunque no requiere poda regular, una ligera retirada de hojas dañadas la mantendrá visualmente impecable.

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