Qué es el césped líquido, la solución más fácil para mantener tu jardín verde y precioso en otoño e invierno sin esfuerzo

Ana Calvo Publicado · 2 de octubre de 2025, 09:05 h

Hemos estrenado oficialmente el otoño y toca poner a punto nuestro jardín de cara a la nueva estación. En breve comenzarán las lluvias, los días fríos, las noches heladas, el viento y las primeras nevadas y nuestras plantas deben estar preparadas para adaptarse de la mejor manera posible a las inclemencias climatológicas.

Que termine el verano no significa que no queramos tener un jardín precioso, ni tampoco que tengamos que renunciar a disfrutarlo en todo su esplendor. Septiembre es un momento ideal para plantar jazmín de invierno, claveles y pasiflora, además de plantas bulbosas como el jacinto, el azafrán, el ciclamen, el narciso o las azucenas.

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Además, este comienzo de otoño es el momento perfecto para transplantarmargaritas, pensamientos, alhelíes, geranios o prímulas, dividir las ponías, podar los rosales y la lavanda (y, de paso, hacer saquitos aromáticos para perfumar tus armarios durante el resto del año) o sacar esquejes de las hortensias, el romero o la madreselva. Y, por supuesto, de preparar el césped para la llegada del frío.

Para que en primavera y verano el césped sea una impoluta alfombra verde hay que extremar los cuidados en otoño e invierno. Lo primero que tendrás que hacer es quitar las malas hierbas, que podrían robar los nutrientes y propiciar la aparición de plagas y hongos, y limpiar la superficie de hojas. Después, escarificarlo y airearlo con un rodillo de púas y echarle fertilizante bajo en nitrógeno y rico en potasio. Además, es conveniente cortarlo más largo de lo normal (entre 5 y 7 centímetros) para así proteger las raíces, mantener la humedad en el suelo y fomentar un crecimiento más saludable.

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Eso sí, de un tiempo a esta parte, se ha empezado a popularizar en Estados Unidos una tendencia que empieza a verse en nuestro país y que es perfecta para jardineros inexpertos que quieran presumir de alfombra verde en su jardín durante todo el año con un mínimo esfuerzo. Y no, no hablamos de poner césped artificial sino de usar césped líquido.

Aunque todavía es un desconocido a este lado del charco, lo cierto es que se trata de una solución rápida, sencilla y eficiente para cubrir un terreno con verde uniforme, ya que en unos 4-7 días empiezan a verse los primeros brotes y en un par de semanas se consigue una cobertura completa. Esta mezcla pulverizable ya preparada combina semillas de césped, fertilizantes, agentes adherentes y a veces celulosa y está diseñada para aplicarse directamente sobre el suelo ya sea con una máquina de presión o un pulverizador especializado conectado a la propia manguera del jardín.

Mientras se aplica, y al secarse, esta solución casi mágica forma una cobertura de un verde muy intenso (y feo, pero es un tinte temporal, para que sepamos por donde hemos pasado) que protege las semillas y favorece su germinación en menos tiempo que los métodos tradicionales y que actúa, además, como una «manta nutritiva». Bajo esta película, las semillas se mantienen húmedas y resguardadas del viento, del arrastre por la lluvia y del apetito de los pájaros y se logra que germinen de forma más homogénea que si fueran esparcidas a mano.

Los cuidados posteriores a la aplicación del césped líquido son determinantes para que el resultado sea exitoso. Aunque el recubrimiento inicial retiene cierta humedad, es fundamental mantener un riego constante y suave durante las primeras semanas, evitando encharcamientos. También se recomienda proteger la superficie del tránsito intenso hasta que las plántulas alcancen al menos unos centímetros de altura. Pasado ese punto, el mantenimiento es similar al de cualquier césped: corte regular, abono y control de malas hierbas.

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Respecto al mejor momento para utilizarlo, los especialistas coinciden en que lo ideal es aplicar el césped líquido en estaciones de clima templado, como primavera y otoño, así que el mes de septiembre o principios de octubre sería un momento perfecto para hacerlo, ya que las temperaturas frescas pero aún suaves y las lluvias moderadas favorecen la germinación sin estrés térmico.

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Pero, ¿cuáles son las ventajas de usar césped líquido en vez de hacer una siembra de semillas tradicional o usar tepes, que en ambos casos son soluciones mucho más económicas? Sin duda, la sencillez y la rapidez de esta nueva técnica son sus grandes bazas: no requiere maña ni experiencia, no precisas conocimientos para elegir variedades ni fertilizantes porque la mezcla ya viene hecha y los primeros brotes aparecen en pocos días. Además, su aplicación uniforme evita las típicas calvas y es muy útil en terrenos irregulares o en pendiente, ya que las semillas no se deslizan.

Eso sí, su gran 'pero', todavía, es su precio elevado en comparación con las opciones tradicionales: en Amazon, un kit de césped líquido con la mezcla para 10 metros cuadrados y el pulverizador para enganchar a la manguera ronda los 20 euros y si queremos comprar recambios, cuestan unos 30 euros las cinco botellas.

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