Del cien a la sierra: los cinco mejores ejercicios de Pilates para mejorar la digestión

Tamara Vila Publicado · 11 de enero de 2025, 14:32 h

Disfrutar de una comida copiosa puede ser una excelente manera de darse un gusto y disfrutar junto a amigos y familiares. Y si bien un almuerzo abundante puede parecer genial al principio, después puedes experimentar hinchazón, gases, sensación de estar demasiado llena o letargo. ¿Por qué no encomendarse entonces al Pilates? Aquí tienes los mejores ejercicios para favorecer una buena digestión.

Aunque Pilates se creó originalmente como una práctica de ejercicio centrada en la respiración, el flujo y la concentración, algunos de sus ejercicios pueden ayudar con la digestión al propiciar que los tractos gastrointestinales se mantengan alerta y preparados para procesar los alimentos. Como Pilates es un sistema de ejercicios de bajo impacto centrado en el core que mejora la fuerza, la flexibilidad y la resistencia general del cuerpo al trabajar el transverso abdominal, los músculos centrales más profundos del cuerpo, esta es la razón por la que puede mejorar tu digestión.

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Además, la respiración es una parte clave de cualquier buena práctica de Pilates. Las diversas técnicas tienen como objetivo ayudar a calmar la mente y perfeccionar tu práctica. Como resultado, esto puede reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Pasar períodos prolongados con niveles altos de cortisol puede afectar las señales de hambre y la capacidad de dormir bien por la noche, lo que puede afectar la digestión.

Hacer Pilates con regularidad también puede reducir la presión arterial, algo que se asocia con una mejor digestión, según Harvard, porque el cuerpo desvía sangre adicional al tracto gastrointestinal después de comer para ayudar con la digestión. Si tu presión arterial es demasiado alta o demasiado baja, puedes experimentar mareos, náuseas y otros síntomas negativos durante la digestión. Sin más, aquí tienes los mejores ejercicios de Pilates para mejorar tu tránsito.

El cien de Pilates «calienta» tu cuerpo y lo prepara para el resto de ejercicios de Pilates o para otros entrenamientos. El bombeo de los brazos y la respiración estimulan la circulación de su cuerpo. Hacer flexiones usando los músculos abdominales también ayuda a estimular los órganos digestivos. Este es un ejercicio básico de Pilates y uno de los más populares.

Acuéstate boca arriba con las rodillas dobladas y los pies planos y juntos sobre el piso. Extiende los brazos hacia el techo a la altura de los hombros con las palmas hacia abajo. Manteniendo las piernas pegadas entre sí, usa tu core para levantarlas a una posición de mesa, con los pies fuera de la colchoneta, las rodillas sobre los tobillos y los tobillos en línea con las rodillas en un ángulo de 90 grados.

Dobla la cabeza, el cuello y el pecho hacia arriba en una posición de abdominal mientras extiendes los brazos hacia las piernas y despliegas las piernas en una línea diagonal, aproximadamente 45 grados. Manteniendo las muñecas y los dedos rectos, comienza a mover los brazos hacia arriba y hacia abajo con movimientos rápidos y cortos mientras inhalas y exhalas durante cinco segundos. Repite el patrón de respiración diez veces.

El rolldown ayuda a aliviar la tensión de la espalda, mientras que el uso de los abdominales ayuda a estirar el tracto digestivo. Ponte de pie contra una pared con los pies separados a la altura de las caderas y los brazos extendidos frente a ti. Despega la columna de la pared, hueso por hueso, hasta llegar a la parte superior de la pelvis. Gira lentamente la columna hacia arriba hasta volver a la posición inicial. Repite la cantidad de repeticiones deseada.

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Hacer círculos con las piernas ayuda a activar los abdominales inferiores para mejorar la circulación en los órganos digestivos. Acuéstate boca arriba con las rodillas dobladas y los pies apoyados en el piso. Extiende los brazos hacia abajo a los costados y lleva la rodilla derecha hacia el pecho. Desde la cadera derecha, haz círculos con la pierna derecha de 3 a 5 veces en una dirección. Luego haz círculos con la pierna de 3 a 5 veces en la otra dirección. La pelvis no debe moverse. Coloca el pie derecho nuevamente en el piso y luego cambia de pierna. Haz las repeticiones que quieras.

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Si abrazas la rodilla directamente contra el pecho, el tracto digestivo se descongestionará. Acuéstate boca arriba con las piernas extendidas y extiende los brazos hacia abajo a los costados. Levanta la cabeza, el cuello, los hombros y ambos pies del suelo unos centímetros. Con la pierna izquierda extendida, lleva la rodilla derecha hacia el pecho. Luego extiende la rodilla derecha y lleva la rodilla izquierda hacia el pecho. Continúa alternando el ejercicio hasta completar la cantidad de repeticiones deseada.

Una torsión ayuda a masajear los órganos abdominales. En posición sentada, extiende las piernas más allá del ancho de los hombros. Si tienes la espalda o las piernas tensas, dobla las rodillas hasta donde le resulte cómodo. Extiende los brazos hacia los costados como si fueran alas de avión. Gira el torso hacia la izquierda y luego inclínate hacia adelante para alcanzar el dedo meñique izquierdo con la mano derecha. Ahora levanta el torso hasta la posición inicial. Gira el torso hacia la derecha y luego inclínate hacia adelante para alcanzar con la mano izquierda el dedo meñique del pie derecho. Repite el ejercicio hasta alcanzar la cantidad de repeticiones deseada.

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