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Si alguna vez has practicado ashtanga, habrás oído hablar del método Tristana. Este se refiere a tres aspectos importantes que se deben tener en cuenta durante tu práctica: ujjayi pranayama (respiración con sonido), bandhas (bloqueos de energía) y drishti (punto de mirada). Este último concepto es básico para poder mejorar cosas como la concentración, la atención plena y la conciencia corporal durante tu sesión de yoga.
Drishti es una palabra sánscrita que se podría traducir como «mirada» o «vista». Es parte integral de la práctica de yoga y alude a esa mirada enfocada que cultiva la atención plena durante las asanas (posturas) de yoga y la meditación. El drishti actúa como un punto de enfoque, ayudando a calmar la mente, profundizar la práctica y mejorar la concentración general.
En yoga, cada asana tiene un drishti específico cuyo objetivo es brindar equilibrio y armonía al cuerpo y la mente. Por ejemplo, en la postura del guerrero I, el drishti se dirige hacia las manos, simbolizando concentración y fuerza. De igual manera, en la postura del árbol, el drishti se sitúa en un punto fijo al frente, lo que favorece el equilibrio y la estabilidad. Al practicar Ashtanga, el drishti de cada postura es esencial. Concentrarse en una mirada yóguica tranquila y serena a medida que se avanza en las posturas refuerza la sensación meditativa de la práctica.
Al fijar la mirada en un punto específico, el drishti ayuda a estabilizar la mente, eliminar distracciones y proporcionar una herramienta para desconectar del mundo. Dirige la atención hacia el interior, permitiéndote conectar con la respiración y el cuerpo más profundamente. Esta mayor concentración propicia una práctica más enfocada y presente.
El drishti también ayuda a cultivar la conciencia corporal al dirigir la atención a partes específicas del cuerpo. Al centrarte en estos puntos, podrás alinear mejor la postura, activar los músculos adecuados y prevenir lesiones, además de permitir explorar las sensaciones sutiles del cuerpo, mejorando la conexión mente-cuerpo.
Drishti es una herramienta poderosa para cultivar la atención plena en cada práctica de yoga. Al dirigir mirada y atención, te conectas plenamente con el momento presente, observando tus pensamientos y sensaciones sin juzgarlos. Esta práctica de atención plena se extiende más allá de la esterilla y puede influir profundamente en tu vida diaria, ayudándote a mantenerte firme y centrada en todas las situaciones.
Al mismo tiempo, el drishti fomenta la fuerza interior y la resiliencia. Al enfocar la mirada en un punto fijo, aprendes a superar distracciones y desafíos tanto dentro como fuera del yoga. Esta práctica desarrolla la fortaleza mental y la capacidad de mantener la concentración y la calma ante la adversidad, lo que finalmente conduce a una mayor sensación de bienestar.
Cada postura de yoga tiene un punto de drishti específico. Tómate tu tiempo para comprender y aprender estos puntos para las diferentes asanas. Uno de los aspectos más importantes es mantener una mirada tranquila y natural. Evita forzar la vista o fijarte demasiado en el punto. En cambio, deja que tu mirada sea relajada y calmada, manteniendo la concentración.
Para mantener tu drishti, recuerda mantener una respiración constante. La respiración actúa como un ancla, ayudándote a profundizar tu enfoque y conexión con el momento presente. Como al meditar pueden surgir distracciones en forma de pensamientos, sonidos o sensaciones corporales, usa tu drishti como ancla para volver a centrar tu atención en el momento presente cada vez que notes que tu mente divaga. Al concentrarte en el punto elegido, podrás entrenar tu mente para mantenerte centrada y enfocada.
Durante la práctica del yoga, puedes experimentar diferentes pensamientos, emociones o sensaciones. En lugar de dejarte atrapar por ellas, usa tu drishti para observarlas sin juzgarlas. Deja que tu mirada se mantenga firme y que tu consciencia se expanda, absorbiendo todo lo que surge en tu campo de percepción.
La importancia del drishti en cada sesión es innegable. No solo ayuda a mejorar tu alineación física y estabilidad, sino que también mejora tu enfoque y concentración mental. Al usar un drishti, podrás entrenar tu mente para mantenerte centrada y presente, lo que te va a permitir experimentar una conexión más profunda con tu cuerpo y el momento presente. Majorarás concentración, atención plena y conciencia corporal.