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Halasana (o postura del arado): el yoga intermedio que mejora la calidad del sueño y alivia los problemas de ansiedad

Halasana es una postura relajante de yoga y fortalecedora que estimula la glándula tiroides, mejora la calidad de sueño y alivia los problemas de ansiedad.

Esta postura de yoga mejora tu ciclo del sueño y ayuda a reducir la ansiedad @xuanlanyoga

Halasana, también conocida como postura del arado, es una pose de yoga intermedio, pero al alcance de todas las practicantes. Además de estimular la glándula tiroides, mejorar la calidad del sueño y aliviar los problemas de ansiedad, proporciona un estiramiento profundo a la columna vertebral y los músculos de la espalda. Puedes hacerlo como postura única, como parte de una mini-secuencia o durante una sesión más larga.

La pose del arado, o Halasana en sánscrito, es una postura de yoga invertida que estira, fortalece y relaja tu cuerpo. Se trata de una asana clásica que se incluye en muchos tipos de prácticas de yoga. Solo tienes que acostarte boca arriba y colocar los pies en el suelo detrás de la cabeza. Por lo general, haces Halasana hacia el final de una sesión de yoga. Sin embargo, es la tercera de 12 asanas básicas en la secuencia de Sivananda.

Cómo realizar Halasana

Para comenzar a hacer Halasana, debes acostarte boca arriba con los brazos al lado de tu cuerpo y las palmas de las manos presionando el suelo. Mientras inhalas, levanta las piernas a 90 grados. Mientras exhalas, alza la pelvis del piso y mueve las piernas hacia atrás, hacia la cabeza. Baja lentamente las piernas por encima de la cabeza, hacia el suelo.

A continuación, coloca las manos en la parte baja de la espalda para apoyarte. Alinea los dedos meñiques a cada lado de su columna, con los dedos apuntando hacia el techo. Pasa las manos por la columna para elevarla. Si los dedos de los pies tocan el suelo, puedes soltar los brazos a lo largo del cuerpo con las palmas hacia abajo o entrelazar los dedos.

Mantén esta posición durante unos 2 minutos. Para soltar, vuelve a colocar las manos a lo largo de tu cuerpo con las palmas hacia abajo. Mientras exhalas, baja lentamente la columna hasta el suelo. Haz una pausa con las piernas extendidas a 90 grados. Mientras exhalas, contrae los abdominales y baja lentamente las piernas hasta el suelo, o simplemente dobla las rodillas y coloca los pies en el suelo.

Halasana ayuda a corregir la postura corporal/PEXELS

¿Cuáles son los beneficios de Halasana?

Halasana es una inversión, lo que significa que tu corazón está colocado sobre tu cabeza. Este tipo de posición ofrece varios beneficios: estimula la circulación, mejora la presión arterial y reduce los niveles de azúcar en sangre, lo que es útil para el control de la diabetes. Estira la columna vertebral y estira, fortalece y tonifica los músculos de la espalda. Ayuda a prevenir y aliviar la tensión en el cuello, los hombros y la espalda. La pose también fortalece los hombros, los brazos y las piernas.

Practicar Halasana aumenta la flexibilidad, lo que mejora la movilidad muscular y articular. También hace que tu columna sea más flexible, lo que puede ayudar a aliviar la tensión muscular y mejorar la postura. El aumento de la flexibilidad también puede reducir la posibilidad de lesiones y mejorar tus movimientos diarios. Halasana también estimula la digestión, por lo que puede ser útil para el estreñimiento.

Otro de los beneficios de la postura del arado es que te permite relajarte, lo que ayuda a aliviar el estrés y la tensión, tanto física como mental. Darte tiempo para relajarte puede ayudarte a sentirte más descansada y tranquilo. A su vez, puede resultarte más fácil conciliar el sueño y dormir profundamente.

Practicar esta postura ayuda a reducir el estrés y la tensión/@YOGA_WOMAN

Consejos y precauciones

Mantén el cuello alineado con la columna mientras miras hacia arriba e intenta descansar tu peso sobre la parte superior de los hombros, no sobre el cuello y la cabeza. No muevas el cuello de lado a lado ni gires para mirar en otra dirección mientras tus pies están por encima de la cabeza.

Si no te es posible colocar las manos sobre la columna, puedes situarlas a los lados de las caderas. Para mayor comodidad y facilidad, dobla ligeramente las rodillas. Mete la barbilla en el pecho, ejerciendo una ligera presión sobre éste. Observa si está cediendo tu peso hacia un lado más que hacia el otro y ajústalo.

Activa los músculos de los hombros y los brazos para evitar ejercer demasiada presión sobre el cuello. Para la alineación de la columna, tienes la opción de presionar los dedos de los pies contra el suelo para alargar el cuerpo o redondear la espalda a propósito. Mantén las manos en la espalda para apoyarte si los dedos de los pies no llegan al suelo.

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