Caminar es un buen ejercicio cardiovascular, pero debes seguir ciertas pautas. Imagen: Instagram @gwynethpaltrow

CAMINAR PARA ADELGAZAR

Lo que tienes que hacer para adelgazar caminando a partir de los 50 años

Caminar a diario no sólo ayuda a controlar el peso, sin oque también es fundamental en la prevención de enfermedades crónicas.

Según los expertos, caminar es una herramienta clave para quienes buscan perder peso después de los 50 años. Se trata de una actividad simple y accesible que puede ser decisiva para alcanzar un estado físico saludable. No sólo puede servirnos para controlar el peso, sino que también es fundamental en la prevención de enfermedades crónicas como la hipertensión, la diabetes y el colesterol alto.

Además, al ser una actividad de bajo impacto, es especialmente recomendable para personas que han superado los 50 años. A diferencia de ejercicios de alta intensidad, que pueden resultar peligrosos, caminar favorece la circulación sanguínea, estimula el corazón y facilita la eliminación de toxinas del cuerpo sin incrementar el riesgo de lesión.

Mantener una buena movilidad es esencial para reducir el riesgo asociado a un estilo de vida sedentario, lo que podría desencadenar múltiples problemas de salud. Pero para conseguirlo no vale andar de cualquier manera. Debes seguir unas pautas que incrementen los efectos de la caminata.

Estrategias para perder peso caminando a partir de los 50

1. Incrementa el ritmo de la caminata

Caminar un paso rápido eleva la frecuencia cardíaca, activando así el modo ejercicio en el cuerpo. Como señala en la revista Best Life Mercedes Fernández, geriatra experta, caminar a un ritmo constante y acelerado, sin llegar a correr, es suficiente para comenzar a ver resultados.

2. Aumenta la distancia recorrida

El cuerpo necesita ser desafiado continuamente para activar los sistemas fisiológicos responsables de la pérdida de peso. La repetición y la consistencia son claves. Por eso se recomienda caminar entre tres y cinco veces por semana para obtener los mejores resultados posibles.

Caminar no sólo te ayuda a adelgazar, sino que también reduce el riesgo de padecer ciertas enfermedades. Imagen de freepik.

3. Varía las rutas de caminata

Deberías cambiar las rutas de la caminata para evitar que el cuerpo se acostumbre a la misma rutina. Así, es aconsajable caminar sobre diferentes terrenos, como césped, tierra o arena, para mejorar el equilibrio al activar músculos estabilizadores más pequeños incrementando también la energía necesaria para perder peso.

4. Combínalo con ejercicios de fuerza

Incorporar ejercicios de fuerza durante las caminatas puede potenciar aún más los beneficios de la misma. Puedes detenerte cada cierto tiempo para realizar elevaciones de talones o sentadillas para aumentar la resistencia y la fuerz amuscular, reforzando de este modo los efectos de la caminata.

5. Anda acompañado

Si puedes tener la tentación de dejar el ejercicio para otro día, contar con un compañero de caminata puede ser un elemento motivador. Caminar en compañía no solo fomenta la seguridad, sino que también combate problemas comunes en la tercera edad, como la soledad, la depresión y el aislamiento.

6. No te olvides de hidratarte

La hidratación es otro aspecto fundamental, sobre todo cuando vas a hacer ejercicio. El agua ayuda a reponer la energía que el cuerpo pierde durante el movimiento y es esencial para evitar la deshidratación, que puede ser peligrosa, sobre todo con el paso de los años.

7. Sigue una alimentación adecuada

Una alimentación adecuada también juega un papel importante en el proceso de pérdida de peso. Con el aumento de la actividad física, el metabolismo se acelera, lo que puede incrementar la necesidad de comer, y es vital elegir alimentos que apoyen este objetivo. Eso sí, acuérdate de consultar con un nutricionista para que sigas una guía personalizada.

8. Duerme bien

Aunque se podría pensar que es necesario ejercitarse a diario para perder peso, la recuperación es una parte vital del proceso. Alternar días de descanso con la rutina de caminata ayuda a evitar el agotamiento y permite que el cuerpo se recupere adecuadamente.