Los cuatro secretos para tener unos huesos fuertes: estiramientos, buena postura, sol y agua

Tamara Vila Publicado · 12 de mayo de 2024, 09:52 h

Tus huesos hacen cosas increíbles y trabajan duro para ti todos los días. Te permiten moverte, protegen tu cerebro y órganos vitales y almacenan los minerales necesarios.

Pero a medida que envejeces, la densidad ósea puede disminuir, provocando huesos débiles y quebradizos, lo que puede provocar lesiones. Cuatro secretos: estiramientos, buena postura, sol y agua.

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Afortunadamente, puedes preservar e incluso mejorar la salud de tus huesos agregando algunas cosas a tu rutina matinal. Nunca es demasiado temprano ni demasiado tarde para empezar a cuidar tus huesos. Y hay cuatro cosas que nunca te deben faltar en tu cuidado diario de los huesos.

Hay alguna razón por la que te sientes tan bien al estirarte tan pronto como te levantas de la cama por la mañana. ¿No es delicioso hacerlo? Estirar por la mañana puede ser beneficioso para la salud ósea y de hecho ejercicios como el yoga o el tai chi pueden mejorar la flexibilidad y el equilibrio, reduciendo el riesgo de caídas y fracturas óseas o hematomas.

Además de los estiramientos, recuerda hacerlos también antes y después de hacer ejercicio, y cada vez que haya estado sentada por un tiempo. Los ejercicios de estiramientos son fundamentales, y más a partir de los 50 años. Son muy sencillos y necesarios en toda rutina diaria.

Y mejor si quieres ir más allá de los estiramientos y hacer ejercicio. Es bueno para algo más que los huesos, pero hay ejercicios específicos para fortalecer tu salud ósea y estimular el crecimiento. En particular, el ejercicio con pesas puede ayudar a fortalecer los huesos, mantener la densidad ósea y reducir el riesgo de osteoporosis. También es bueno caminar, correr, jugar al tenis, bailar o hacer cualquier trabajo físico en el que estés de pie.

Practicar una buena postura es buenísimo para tus huesos. Reduce su desgaste y el de las articulaciones, además de aliviar la tensión en los músculos y ligamentos. Mantener una buena postura durante todo el día puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar problemas óseos y articulares relacionados con la postura.

Sentarse recta con los hombros hacia atrás y la columna alineada puede ayudar a mantener huesos sanos. Encorvarte es lo peor que puedes hacer. También debes intentar concentrarte en tu postura al caminar. Cuando salgas a la calle, ponte recta como si quisieras alcanzar el cielo con el cuello, pero sin mirar hacia arriba.

Tomar el sol no solo es bueno para la salud mental, sino también para los huesos. Cuando la piel está expuesta a la luz solar, las reacciones químicas en la piel producen vitamina D. Sin este nutriente, tu cuerpo absorbe mal el calcio de los alimentos y, en cambio, lo toma de las reservas minerales de los huesos. Esto debilita los huesos y previene la formación de nuevas células óseas.

Si bien exponerse demasiado al sol puede ser peligroso para la piel, recibir un poco de luz solar por la mañana (que normalmente tiene un índice UV más bajo) sin ropa protectora ni protector solar puede tener un efecto positivo. Así que intenta conseguir algo de sol por la mañana todos los días, ya sea paseando al perro, dando un paseo o sentada en tu balcón.

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Beber un vaso de agua a primera hora de la mañana es una parte importante no solo de tu salud general, sino también de su salud ósea. Resulta que tus huesos están compuestos parcialmente de agua y la necesitan para realizar tareas específicas, como almacenar minerales y producir glóbulos rojos dentro de la médula ósea. De hecho, una hidratación inadecuada puede generar una pérdida ósea u osteoporosis.

Es más, el agua transporta el 99 por ciento del calcio de los alimentos que consumes a los huesos, por lo que una buena hidratación equivale a huesos más fuertes. Intenta comenzar el día con un vaso de agua y recuerda beber más a lo largo del día. Debes consumir unos dos litros de agua diarios.

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