El sencillo truco para que tus caminatas te hagan perder peso sin sudar la camiseta

Sara Flamenco Publicado · 29 de diciembre de 2024, 10:11 h

Aunque no llegues a creertelo del todo, caminar puede tratarse de un ejercicio en sí mismo. No es tan desafiante como el entrenamiento de fuerza, el running o el CrossFit, pero tiene muchos beneficios para la salud, sobre todo si eres constante y lo realizas a diario durante 30 minutos como mínimo.

Pero es que además, puedes añadirle ciertos condicionantes que lo hagan más intenso. Puedes andar con peso en la espalda, lo que se conoce como rucking. Puedes andar cuesta arriba o cuesta abajo... pero existe un pequeño truco muy fácil de hacer y que no hará que te canses más. Estamos hablando de concentrarte en la respiración mientras caminas.

Pensar en cómo respiras mientras estás caminando a paso rápido, puede ayudarte a estar más relajado, mejora la concentración e incluso puede hacer que mejore tu descanso. Pero es que además, según la Universidad de Stanford, este ejercicio hace que controles el sistema nervioso simpático, lo que hace que se reduzca el cansancio.

Unificar el ejercicio físico que supone caminar con el mental que es la respiración consciente, tiene amplios beneficios para el cuerpo y la mente. Según asegura un experto de esta Universidad, disminuye la presión arterial, mejora el estado de ánimo, aumenta la energía y te ayuda a dormir mejor.

Lo primero para poner en práctica este sencillo truco es, sencillamente, ser consciente de tu propia respiración. Generalmente respiramos sin pensar en que lo estamos haciendo, pero si le prestamos la atención necesaria, tu cuerpo se relajará, eliminando todo rastro de ansiedad o estrés.

No es algo complicado. Sólo tienes que inhalar, mantener el aire durante unos segundos y después exhalar, a poder ser todo por la nariz. Lo mejor es no seguir unos pasos demasiado estrictos, simplemente sincroniza tu respiración con tus pasos hasta que te sientas cómoda.

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Centrarte en la respiración al caminar, también te ayudará a no cansarte demasiado. Hacer ejercicio durante un período prolongado hace que tus músculos se cansen y roben sangre de las piernas mientras caminas. Pero la respiración nasal, hará que tus vasos sanguíneos se dilaten o se ensanchen más que con la respiración bucal.

1. Controla la velocidad: lo ideal es mantener un ritmo de 4,8 kilómetros por hora o incluso más alto. Eso sí, debes tener en cuenta de que estamos hablando de caminar, no de trotar ni de corrar. No es necesario llegar a este punto para alcanzar una velocidad buena para adelgazar.

2. Camina de forma regular: para obtener los resultados deseados es muy importante que realices esta actividad de manera frecuente y constante. Para perder peso debes salir a andar al menos cuatro veces a la semana y media hora como mínimo, aunque si lo haces a diario y durante más tiempo, será mejor.

3. Mantén una buena postura: mantener el ritmo es importante, pero también lo es la técnica. Y no sólo para perder peso, sino también para evitar que te hagas daño. Debes mantener la espalda erguida y no hay que dar grandes zancadas. Tampoco se debe caminar mirando al suelo y es importante controlar el movimiento de los brazos.

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4. Varía el ritmo: sí, es importante que mantengas una velocidad adecuada, pero eso no significa que tengas que ir siempre al mismo ritmo. Si vas variando la intensidad y combinas momentos de caminata con otros ejercicios como subir o bajar escaleras, los resultados se multiplicarán.

5. Haz que el paseo sea agradable: lo mejor para no abandonar un hábito, en este caso uno deportivo, es que esa actividad te resulte placentera. Por eso es importante que te guste hacerlo, escuchando música, pasando por lugares que te gusten o elegir acompañantes con los que disfrutes hablando.

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