Torsión de columna sentada, el mejor ejercicio para corregir postura y tratar la espalda a los 50 después del trabajo

El estilo de vida moderno te lleva con más frecuencia de la deseada a pasar largas horas sentada en escritorios, pantallas o al volante de un coche. Y entonces llegas a casa y te das cuenta de que tu espalda no puede más y te impide terminar el día como te gustaría. Hacer un buen estiramiento es la solución, y concretamente la torsión de columna sentada. Fácil y cómodo. Ideal a los 50.

Una vida sedentaria puede provocar rigidez en la columna, tensión en los hombros y una postura comprometida. Afortunadamente, existe una solución sencilla y accesible que puedes practicar prácticamente en cualquier lugar: la torsión espinal sentada. Este fácil y suave ejercicio ayuda a restaurar la movilidad espinal, aliviar la tensión muscular y mejorar tu bienestar general en tan solo unos minutos al día.

Comienza sentada en una silla con la espalda recta y los pies apoyados en el suelo. Siéntate erguida, estirando la columna desde las caderas hasta la coronilla. Para girar hacia la derecha, coloca la mano izquierda sobre la rodilla derecha y la derecha sobre el respaldo o el lateral de la silla. Inhala para que la columna crezca más y exhala para rotar suavemente el torso hacia la derecha.

Mantén la cabeza alineada con la columna y evita forzar la torsión. Respira hondo varias veces, sintiendo el suave estiramiento en la espalda y los costados. Vuelve al centro y repite el mismo proceso con el lado izquierdo. Realiza de 2 a 3 rondas por lado para obtener resultados óptimos. Perfecto para hacer a los 50 y en adelante.

Evita sacudidas o forzar el movimiento; las torsiones deben ser suaves y fluidas. Mantén las caderas rectas en todo momento y mirando hacia adelante para aislar la torsión en la columna. Y respira profundamente, utilizando las inhalaciones para estirar y las exhalaciones para profundizar suavemente la torsión.

La torsión espinal sentada es extremadamente versátil. Practícala en tu escritorio entre reuniones, durante un descanso mientras viajas o en cualquier momento en que te sientas rígida o agarrotada. Es una forma accesible y eficaz de favorecer la movilidad espinal, aliviar la tensión en la espalda y los hombros, estimular la digestión y promover una mejor postura. Es perfecta a los 50 para quienes pasan muchas horas sentadas en un escritorio o buscan un reseteo rápido y energizante. Con solo unas pocas torsiones conscientes, puedes ayudar a que tu cuerpo se sienta más abierto, relajado y equilibrado a lo largo del día.

La rotación espinal es un movimiento esencial, pero a menudo descuidado, en tu vida diaria. La columna torácica, en particular, puede volverse rígida con el tiempo debido a posturas estáticas y falta de movimiento. Este ejercicio reintroduce una rotación suave, manteniendo la flexibilidad espinal y reduciendo el riesgo de rigidez y molestias.

El ejercicio de torsión estira suavemente los músculos de la espalda, incluyendo el erector espinal y los músculos alrededor de los omóplatos. Esto puede proporcionar un alivio inmediato de la rigidez que se acumula al estar sentada encorvada hacia adelante, especialmente durante largas jornadas de trabajo.

Girar el torso comprime y libera suavemente la región abdominal, lo que puede ayudar a estimular la digestión y la circulación. Esto hace que la torsión espinal sentado sea una excelente opción para practicar después de las comidas o en cualquier momento en que te sientas hinchado o con apatía.

Y al sentarte erguida y rotar la columna, se refuerza una alineación espinal saludable. Con el tiempo, esto puede contrarrestar los efectos de encorvarse, fomentando una postura más erguida y reduciendo el riesgo de dolor crónico de cuello y espalda asociado con una mala alineación.

Las torsiones son conocidas por sus propiedades rejuvenecedoras. Al mejorar el flujo sanguíneo y estimular el sistema nervioso, la torsión espinal sentado puede proporcionar un refrescante impulso de energía. Es una excelente manera de recargar energía al mediodía si te sientes mentalmente agotada o físicamente agarrotada.