YOGA
YOGA
En los años 90, Veronica Blume brillaba en las pasarelas internacionales como una de las supermodelos más reconocidas de su generación. Fotografiada por los grandes y portada de revistas, parecía tenerlo todo. Sin embargo, hace ya dos décadas decidió dar un giro radical a su vida. Descubrió el yoga, una práctica que se convirtió no solo en su refugio, sino también en su nueva forma de estar en el mundo.
Desde entonces, Blume dejó atrás el ritmo frenético de la moda para dedicarse por completo al yoga. Hoy en día es instructora y coach, compartiendo su experiencia con quienes buscan equilibrio y serenidad. Lo que comenzó como un pasatiempo se transformó en su vocación, demostrando que el bienestar va mucho más allá del aspecto físico y que la calma interior puede convertirse en el verdadero lujo contemporáneo.
El yoga, para Veronica, es la herramienta perfecta para mantener la forma física y, al mismo tiempo, cuidar la salud mental. Gracias a él ha aprendido a enfocarse en el presente, a gestionar mejor el estrés y a relajarse. Nos recomienda seis asanas sencillas que inducen a la calma, ideales para practicar al final del día, antes de irse a dormir, y que cualquier persona puede incorporar a su rutina diaria:
1. Balasana: también conocida como la postura del niño, Balasana es perfecta para soltar tensiones. Para realizarla, arrodíllate en el suelo, lleva los glúteos hacia los talones y estira el torso hacia adelante, apoyando la frente en la esterilla. Los brazos pueden descansar al frente o a los lados del cuerpo. Esta posición favorece la relajación profunda, libera la espalda baja y transmite una sensación inmediata de descanso y recogimiento.
2. Paschimottanasana: la postura de la pinza se practica sentándose con las piernas estiradas al frente. Desde allí, inclina el torso lentamente hacia adelante, buscando sujetar los pies o las espinillas sin forzar. Lo importante es mantener la columna alargada y dejar que la respiración guíe el movimiento. Esta asana calma la mente, mejora la flexibilidad y ayuda a conectar con la sensación del aquí y ahora.
3. Viparita Karani: Viparita Karani es una de las posturas restaurativas más apreciadas. Basta con tumbarse boca arriba, acercar la cadera a la pared y estirar las piernas verticalmente apoyadas en ella. Otra versión de esta asana consiste en juntar las plantas de los pies una vez las has estirado contra la pared. Los brazos descansan abiertos a los lados, con las palmas hacia arriba. Esta posición favorece la circulación, reduce la hinchazón de las piernas y genera un estado profundo de calma y tranquilidad.
4. Setu Bandhasana:la postura del puente comienza tumbado boca arriba, con las rodillas flexionadas y los pies firmes en el suelo, separados al ancho de las caderas. Desde ahí, eleva lentamente la pelvis hacia arriba, mientras los brazos permanecen a lo largo del cuerpo. La idea es crear una línea desde las rodillas hasta los hombros. Esta asana abre el pecho, activa la consciencia corporal y revitaliza tanto cuerpo como mente.
5. Supta Matsyendrasana: para hacer esta torsión reclinada, acuéstate boca arriba y flexiona una rodilla hacia el pecho. Luego, cruza esa pierna sobre el cuerpo, dejándola caer hacia el lado contrario mientras el brazo se abre en cruz. La mirada puede dirigirse hacia el lado opuesto de la rodilla. Este movimiento masajea los órganos internos, libera la tensión de la espalda y genera una sensación sanadora de alivio y equilibrio.
6. Sukhasana: esta es, probablemente, la postura más sencilla, pero también la más poderosa para cerrar una práctica. Siéntate en el suelo con las piernas cruzadas de forma cómoda, manteniendo la espalda recta. Coloca las manos sobre las rodillas y cierra los ojos. Concéntrate en la respiración, inhalando y exhalando con suavidad. Esta posición invita a la meditación y a reconectar contigo antes de dormir.