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Los juegos tecnológicos como apoyo educativo según Ángela López y Kenneth Coulter

A las cocinitas, a las construcciones, a disfrazarnos... (con permiso, claro, de la tecnología). Compartir diversión también es educar. ¿Le dedicamos tiempo suficiente?

Ángela López y Kenneth Coulter con sus hijos ALEX RIVERA / FEDERICO REPARAZ
Los juegos tecnológicos como apoyo educativo según Ángela López y Kenneth Coulter
Elena Castelló

  • Profesora de instituto y empresario.

  • Padres de Sammy, de 10 años, y Leo, de ocho.

Jugamos a juegos de mesa, hacemos manualidades, pero tengo poco tiempo, la verdad. Por una parte por mi trabajo, pero también porque los niños tienen muchas actividades extraescolares. Además tenemos la suerte de vivir en una urbanización con jardín, lo que les permite jugar al aire libre y de forma más independiente. Y creo que eso es bueno, porque los padres no siempre debemos intervenir y estar presentes en todo. Jugar forma parte de su vida y lo comparten con otros niños de su edad.

A veces queremos imponer actividades que no les interesan

Ángela y Kenneth

Eso les permite inventar, ser creativos y sentirse autónomos. Por otra parte, sí creo que hoy los padres somos más exigentes, especialmente desde el punto de vista intelectual. Pensamos que los niños deben jugar a determinado tipo de cosas o abandonar otras que no nos gustan. Queremos tener todo bajo control. Y eso tampoco es positivo. Ellos también deben opinar y hay que asumirlo. Pero al final, juegan un poco a lo de siempre: construcciones, maquetas, experimentos de química...

Lo que más me preocupa es, sobre todo, no fomentar su creatividad, que se acostumbren a que se les dé todo hecho y solo aprendan a través de una pantalla. Por eso me inquieta la tecnología, que además es muy adictiva. No pueden usarla durante la semana y los fines de semana tienen límites.

HORÓSCOPO

HORÓSCOPO

Sagitario

Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.