DESTINO DE LUJO
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El Grupo Paraguas, fundado por Sandro Silva y Marta Seco, lleva ya dos décadas siendo sinónimo de sofisticación y éxito. Y da igual que se trate del restaurante El Paraguas, el primogénito (2004), de Ten con Ten, Ultramarinos Quintín, Numa Pompilio o Áurea. Todos se han vuelto imprescindibles en una ruta por lo más top. Esos planes gastro en Madrid que no te puedes perder. Y no digamos el Amazónico, que acaba de abrir sus puertas en Miami y ya está arrasando con su propuesta de raíces latinoamericanas.
La clave está en que ofrecen fine dining; es decir, cocina de calidad suprema, altos estándares de servicio y entornos únicos en ubicaciones excepcionales. Un cóctel, nunca mejor dicho, que les está dando mucho juego y convirtiéndoles en referentes de lo que sería la alta costura de la gastronomía. Y no solo en la capital. Porque ahora se han ido más cerca de la Amazonia, el bosque tropical más grande del mundo, que tanto les inspira.
La apertura del Amazónico en Miami, que supone su debut en Estados Unidos, viene a apuntalar una trayectoria internacional que pasa por Londres, Dubái y Montecarlo. Esta expansión global -son ya cinco las sedes fuera de nuestras fronteras- va de la mano de D.ream International, grupo de referencia de la hostelería de altos vuelos a nivel mundial. Y tan sonoro ha sido su estreno en Brickell, el distrito financiero de la ciudad de Florida, que a tres días de inaugurarse ya tenía una lista de espera de 800 personas, y subiendo. A nadie que conozca esta apuesta por la excelencia hostelera puede extrañarle.
Lo que no quita para que Marta Seco y Sandro Silva se hayan quedado abrumados ante semejante recibimiento. «Siempre hemos sentido que Amazónico estaba hecho para esta ciudad: la energía cultural, la gente, el ritmo de vida… Pero nunca imaginamos recibir tanto cariño, un éxito tan rotundo y una acogida tan calurosa desde el primer momento», comentan. Unas 1.400 personas, nada menos, les arroparon en el primer día de este nuevo Amazónico.
El icónico restaurante instalado en el madrileño barrio de Salamanca (C/Jorge Juan, 20), que bebe de la diversidad cultural de Latinoamérica y aboga por el «distinguido sabor de la selva», está ahora en otra de las mecas del lujo. Allí, en Brickell, lo que se propone es un viaje multisensorial, con buena mesa, coctelería, música en directo y diseño, elevando así la oferta de ocio de Miami al más alto y glamuroso nivel.
Todo ello a lo largo y ancho de tres plantas. El restaurante, a pie de calle, dispone de espacios interiores y al aire libre, cocina abierta y un escenario con actuaciones todas las noches (mucho jazz latino). En la segunda planta está el Bar & Lounge, terreno de DJ y percusionistas que animan una propuesta culinaria y de coctelería «audaz y creativa», con los extras de la barra de sushi y las zonas privadas. No falta el rooftop para disfrutar del skyline en un ambiente exuberante que recrea la selva tropical, la marca de la casa. A esto, anuncian, se sumará más adelante un club para vivir las noches de esta ciudad que tampoco duerme.
En cuanto a la propuesta culinaria, dirigida por Sandro Silva, está basada en ingredientes ancestrales reinterpretados con espíritu contemporáneo. Esto se traduce, por ejemplo, en la ensalada amazónica, el arroz chaufa con pechuga de pato y huevo frito, o la lubina al espeto cocinada a la brasa, que serían los platos más representativos.
Entre las carnes, especialidades como la entraña, la picanha rodizio o el wagyu bife, que comparten carta con el guacho de langostinos con bisque de coco, la corvina con alcachofas en caldo picante o el centollo con caviar y aderezo nikkei. Y vinos los hay de regiones vinícolas de España y Sudamérica, en un claro homenaje, más una exquisita selección de etiquetas francesas.
Un guiño a Oscar Niemeyer y Lina Bo Bardi
Y por fin llegamos al interiorismo, que ha corrido, como de costumbre, a cargo de Lázaro Rosa-Violán, responsable creativo de los espacios de la marca, así que la elegancia más artística está garantizada. En este caso, ha fusionado la riqueza selvática con el modernismo latinoamericano, derivando el diseño en verdes intensos, maderas tropicales oscuras, piedra volcánica y, por supuesto, tejidos artesanales.
Las líneas curvas y las formas flotantes son un guiño a la arquitectura del brasileño Oscar Niemeyer, cuya creatividad surgió de la montañas de Río e igualmente de todo lo tropical, con el lujo haciéndose aire. Y a la de su colega Lina Bo Bardi, la italiana enamorada de Brasil que tanto nos enseñó a amarlo. Así, integrando sabiamente elementos, es como se ha conseguido que un espacio tan amplio resulte, sin embargo, íntimo y pueda generar conexión y conversación.
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Recordemos que al Grupo Paraguas pertenecen también, como decíamos, El Paraguas, sublimando la cocina asturiana; Ten con Ten, urbano, cosmopolita y con libros; Áurea, suma de encanto tradicional y elegancia a la última, o Numa Pompilio, dando alas a los grandes clásicos de la cocina italiana. Quintín, por su parte, es la tienda de toda la vida convertida en restaurante.
Y seguimos por las mismas alturas. Aarde promete un viaje al África profunda. En La Destilería se sirven tragos «regados por el Amazonas». The Library es un club refinadísimo inspirado en las grandes bibliotecas palaciegas, solo que con títulos de vinos. Y The Jungle Jazz se presenta como un club de jazz al grito de «la noche es joven y la música es eterna». Los tenemos en Madrid. Y ahora el Amazónico también en Miami.
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Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.