El pueblo de la Selva donde nació Remedios Varo, la pintora que bate récords en Sotheby's: un bellísimo casco medieval, modernismo y un paisaje bucólico

Ángeles Castillo Publicado · 10 de octubre de 2025, 13:53 h

No se pueden recorrer las calles de Anglès sin tener a Remedios Varo, la pintora que bate récords en Sotheby's, en la cabeza. O no se debería. Porque con ella en mente, y todo lo que acarrea artísticamente, nada se ve igual y todo se ve distinto, más sobresaliente y onírico. Como llamado a ser una experiencia no diremos surrealista, pero sí de otro nivel. Anglés está en la Selva (Girona), con mayúsculas. Pero la dimensión de esta artista, que nació aquí en 1908 y murió en Ciudad de México, donde es una diosa, en 1963, hace que se convierta en un universo en el que, como en su obra, se mezcla lo místico con lo mágico y esotérico. Naturaleza ayuda.

También el barrio gótico, sus tres ermitas y el río Ter -sí, el de los crucigramas-, que lo hacen realmente encantador. Pongamos aquí que André Breton llamó a Varo hechicera. Por eso, decíamos, hay que ver Anglès con los ojos de esta fascinante mujer que fue amiga de Leonora Carrington, frecuentó a Dora Maar, Frida Kahlo, Diego Rivera o Marc Chagall. Es fácil, a plena luz del día por el cuadro idílico del entorno, pero, sobre todo, por la noche, la hora de caer en embrujos y sortilegios.

TAMBIÉN TE INTERESA

Esta es la ciudad navarra que tanto le gusta a Letizia y a la que ha vuelto con Felipe y Leonor: capital de las verduras, bellos palacios y un festival de cine

Este pueblo de Castellón es como Mont Saint-Michel sin mar: una muralla infinita, un casco antiguo precioso y el castillo

La verdad, no sin fantasía, es que Anglès se configuró en torno al castillo de los vizcondes de Cabrera, allá por el siglo XIII, aunque se cree que primero hubo un asentamiento de monjes benedictinos. Y hay que seguir echándole imaginación porque la plaza de la Vila, reformada en su totalidad en el XIX, aunque conserva elementos antiguos, fue la plaza de armas del castillo. Como la iglesia de Sant Miquel fue su antigua capilla (románica), renovada y ampliada en el XVII. De la muralla, prácticamente ni rastro.

En resumidas cuentas, un conjunto medieval admirable, por las fachadas con los portales adovelados y las ventanas góticas de la calle Mayor, que se hace más pintoresco todavía en la calle de Avall, por las dos arcadas que la atraviesan de lado a lado. Aquí están Can Verdaguer, Can Talleda, Can Soldat, Can Tino, Can Barnades o Can Camps, casonas medievales que lucen todos esos elementos y los típicos escudos heráldicos. A su lado, gritando novecentismo ya desde los jardines, Can Cendra (XV), que perteneció a Tomàs de Cendra, hacendado y administrador de la fábrica Burés, a la que llegaremos.

Ampliar

Es un soberbio patrimonio que se completa con un lugar tan bucólico como el parque de la Font del Canyo, a las afueras de la villa, en la carretera que va a Santa Coloma de Farners, junto al torrente Rissec. Y, ya puestos, toca ascender hasta la ermita de Santa Bàrbara, que se alza a los pies del macizo de Las Guillerías, terreno abonado de siempre a la leyenda por inhóspito. Piénsese que aquí campó a sus anchas, en el siglo XVII, el bandido más renombrado de Cataluña, Joan de Serrallonga, que tiene hasta una ópera y un baile popular en su honor.

Lo emocionante es que desde esta cima se obtienen unas vistas magníficas de las comarcas de la Selva, el Gironès e incluso el Empordà, allí donde el cielo se encuentra con el mar Mediterráneo, casi como una canción. A nuestro pueblo lo tenemos a solo 17 kilómetros de la capital, a 100 de la ciudad de Barcelona y a 40 de la Costa Brava, que conquistó a Coco Chanel, para los que quieran trazar un más ambicioso plan.

De Anglès añadir que es gótico, como ha quedado claro, y muy de río, pues aquí desemboca la caudalosa riera d'Osor en el río Ter. Y ecléctico, porque al trazado medieval del casco antiguo se unen las numerosas huellas modernistas y hasta equipamientos industriales históricos. Entre estos últimos, hay que destacar la Colonia Textil Burés, una de las más importantes de Catalunya, creada en 1887, y dedicada a la producción de tejidos e hilos de algodón.

Ampliar

Ergo, la gran responsable de la prosperidad del pueblo y de que tuviera alumbrado público ya en 1895. Haro, en La Rioja, que siempre figura como la primera villa en gozar del privilegio de la luz, lo tuvo en 1891. Más cosas. De las tres máquinas de vapor con las que contaba el complejo, solo se conserva una, que se ha convertido en todo un elemento patrimonial, al margen de las propias instalaciones. Como dato curioso, durante la guerra civil española fue colectivizada y convertida en fábrica de armamento, pero pronto recuperó su función, que continuó hasta 1992.

Además, una visita por los alrededores ha de incluir las masías fortificadas, caso de Can Biel, que presume de torre cuadrada, Can Planes y Can Perarnau. Estas se suman a otras de estilo modernista y novecentista. Como Can Peix, la primera casa diseñada, en 1907, por el prestigioso Rafael Masò, precursor del Novecentismo y arquitecto de la nueva burguesía y los propietarios rurales, con formas curvas y onduladas en las ventanas y motivos pisciformes. O Vila Eulàlia, residencia de la familia Burés, conocida como la Torre y que parece de cuento.

Las expertas en ahorro aprovecharán el Black Friday de SHEIN para hacer las compras de Navidad

MUJERHOY PARA SHEIN

7 claves para vivir una Navidad sin pantallas (y conectar de verdad con los tuyos)

MUJERHOY PARA BOFROST

No todas las bebidas vegetales nutren igual: así es la fórmula que recomiendan los expertos

MUJERHOY PARA DANONE ALPRO

Ampliar

La naturaleza se muestra en todo su esplendor en los casi cuarenta kilómetros de rutas con que cuenta el pueblo para entregarse al placer del senderismo, atravesando bosques y yendo a parar a ermitas, como la ya mencionada o las de Sant Amanç y Sant Pere Sestronques. Aviso a navegantes, hay hasta una ruta de las 10 ermitas, que se extiende a los municipios de Riudarenes, Santa Coloma de Farners, Sant Hilari Sacalm y Osor.

Sin olvidar, cómo hacerlo, la estimulante ruta del agua, que lleva al caminante también por Bonmatí y La Cellera de Ter. En los alrededores, aguardan pacientes el monasterio de Santa María de Amer, el castillo de Brunyola, el pantano de Susqueda y el volcán de la Crosa.

NO TE PIERDAS

El sorprendente pueblo de Jaén con balneario que enamoró a la aristocracia

La villa cerca de Madrid que parece la Toscana: una princesa encerrada en palacio y su famosa feria apícola