belleza y calma
belleza y calma
España está llena de pueblos que conservan su esencia medieval repartidos por todas sus provincias que se convierten en el destino ideal para aquellos que busquen hacer un plan diferente de fin de semana sin alejarse en exceso de casa. Aunque todos estos pueblos tengan elementos en común que habla de la herencia medieval del país, lo que hace que sean destinos tan atractivos es, precisamente, las particularidades que diferencian a unos de otros y que hacen que sean auténticas joyas del patrimonio nacional.
Uno de los pueblos medievales españoles mejor considerados está en Castilla León concretamente en la provincia de Segovia, y es uno de los nombres que figuran en la lista de Los Pueblos Más Bonitos de España. Se trata de Ayllón, un municipio encantador a apenas una hora de la ciudad de Segovia y que merece la pena visitar si buscas un destino que te invite a conocer el legado medieval en esta zona de España mientras disfrutas de una jornada donde reine la tranquilidad.
El inicio de la historia de este pueblo declarado Conjunto Histórico Artístico en 1973 se remonta a la época de los celtíberos, aunque fue en la Edad Media cuando gozó del máximo esplendor. Por él han pasado personajes históricos de la talla de María de Molina, el Cid Campeador o San Francisco de Asís, a quien se le atribuye la fundación del Convento de San Francisco, que aún hoy se puede ver aunque, tras varios percances a lo largo de la historia, no esté en su estado inicial.
Por construcciones como el propio convento y por muchas otras que sí que mantienen intacta la esencia original, Ayllón es uno de esos enclaves que merece la pena tener marcado en el mapa. Además de toda la historia y arquitectura, aquí también podrás disfrutar del entorno natural privilegiado de la Sierra de Ayllón que hace las veces de telón de fondo de este pueblo y que juega un papel fundamental en esa calma que tanto caracteriza la localidad.
Uno de los lugares más emblemáticos de Ayllón es su casco histórico. Aunque el trazado de sus calles empedradas es puramente medieval, en él conviven otros edificios de estilo tradicional castellano. Todo junto forman una postal única que hace que pasear por sus calles sea lo más parecido a hacer un viaje en el tiempo. Perderte por las calles de Ayllón y observar con detenimiento cada detalle es uno de esos placeres sencillos pero potentes que ofrece la visita a este pueblo.
En el corazón del casco histórico se encuentra la Plaza Mayor, donde mejor se puede observar este cómputo de estilos que constituyen la esencia del pueblo. Se trata de una plaza porticada de estilo tradicional en la que la arquitectura de color rojizo es la protagonista. En esta plaza, centro social y cultural del pueblo, se encuentran el Ayuntamiento de Ayllón, un edificio del siglo XVI, y la Iglesia de San Miguel, de estilo románico.
Desde la Plaza Mayor se puede observar también la emblemática Torre de La Martina, otro de los resquicios medievales de Ayllón que más identifican al pueblo. Esta torre se construyó en el siglo VIII sobre un cerro que ofrece una vista panorámica única de toda la villa y al que se puede acceder andando desde una cuesta que nace de esta misma plaza.
Otro de los enclaves más especiales de Ayllón es su puente romano, una de las puertas de acceso al casco histórico del pueblo a través del Arco. Ubicado sobre el río Aguisejo, este puente de piedra se integra a la perfección con el entorno natural de Ayllón y crea una de las imágenes más bonitas y fotografiadas del municipio.
En definitiva, Ayllón es uno de esos pueblos que todo amante de la historia debe visitar, al menos, una vez en su vida. Ha sabido conservar la esencia tradicional de los siglos de historia que han pasado por ella, respetando el entorno natural privilegiado que dota a este pueblo segoviano de un ambiente único que conquista el corazón de todo aquel que lo visita.