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Con un mes de septiembre que nos ha traído producciones como el magnífico thriller policial del creador de Mare of Easttown o el último éxito de la televisión británica, y antes de que le echemos el ojo a todo lo que nos trae octubre, este fin de semana podemos disfrutar de la nueva miniserie de Netflix, Black Rabbit. Un thriller con Jude Law y Jason Bateman interpretando a dos problemáticos hermanos que refleja el lado oscuro de la ciudad de Nueva York.
Compuesta por ocho episodios y con uno de los protagonistas dedicándose a la hostelería, la producción que llega hoy a Netflix tiene algo de The Bear, la labor de Bateman en la dirección le aporta reminiscencias de Ozark y el modo en el que está rodada nos recuerda a la película protagonizada por Adam Sandler, Diamantes en bruto. Una unión de creaciones que da lugar a un thriller al que le cuesta arrancar pero que no anda escasa de momentos de tensión y acción.
Con Jude Law encarnando al empresario Jake Friedken y Jason Bateman en el papel de su descarriado hermano Vince, esto es lo que nos cuenta el thriller de Netflix, Black Rabbit.
El local que regenta Jake, y que da título a la serie, es un afamado restaurante de Nueva York que se encuentra en el punto en el que terminó la tercera temporada de The Bear: un crítico de un importante medio de comunicación va a ir a cenar al local y todo el mundo está un poco tenso. Especialmente Jake, que quiere que todo salga perfecto para seguir adelante con su plan empresarial y abrir un nuevo local que le permita vivir mejor y no tener que dormir en su despacho después de trasnochar con cada turno.
Al otro lado de Estados Unidos, en Reno, Vince es un tipo desaliñado que malvive malvendiendo la colección de monedas de su padre. Sin embargo, su último intento de mejorar un poco su maltrecha economía sale mal y, una vez más, debe abandonar la ciudad para dejar atrás su última fechoría. Y el único que puede ayudarle es su hermano Jake.
El empresario, a pesar de sus reticencias iniciales, acepta pagarle un billete de vuelta a Nueva York, tal vez porque ha preferido olvidar la mala experiencia que fue la última vez que su hermano estuvo en la ciudad de los rascacielos trabajando en el Black Rabbit. El momento en el que su hermano le pide ayuda no podría ser más inoportuno, con la crítica a punto de ponerle nota al proyecto en el que ha invertido tanto tiempo, pero tampoco puede, o quiere, decirle que en realidad lo que quiere es que se mantenga bien lejos de todo lo que ha construido.
La situación no mejora cuando, después de acordar que es el momento de vender la casa de su difunta madre, algo que a Vince le vendría muy bien, este se encuentra con que la noticia de su regreso a Nueva York se ha propagado por toda la ciudad. Y también ha llegado a aquellos por los que tuvo que salir corriendo, después de dejar una deuda a la que, una vez más, no podía hacer frente.
A lo largo de ocho episodios Black Rabbit es una particular lucha entre Caín y Abel, la historia de los desencuentros y los encuentros de dos hermanos que aparentemente han llevado dos vidas muy distintas pero a los que el destino sitúa en una encrucijada ante la que deberán permanecer más unidos que nunca. A pesar de que a su alrededor haya personas que, de una u otra forma, se vayan a ver perjudicados por una dinámica tan habitual como dañina.
Junto a Law y Bateman, que también se ha encargado de dirigir los dos primeros episodios, en el reparto de Black Rabbit encontramos a Troy Kotsur, el actor sordo conocido por su papel en CODA, Sope Dirisu, al que hemos visto recientemente en Slow Horses y Gangs of London, Abbey Lee (Waco), Amaka Okafor (The Responder), Odessa Young (El camino estrecho) y Chris Coy (Lawman: Bass Reeves), entre otros.
HORÓSCOPO
Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.