Ya Matadero Madrid acostumbra a ponernos los dientes largos, pero esta vez la tentación es aún mayor y va a suponer todo un viaje por la geografía, hasta Corea del Sur nada menos, y el arte contemporáneo, sin que falta el toque gastronómico. El espectáculo Un baile entre culturas, que además es gratuito, pondrá en danza a las tres compañías más prestigiosas del país este viernes 4 de julio a las 20 h, precisamente en Centro Danza. Con su directora artística, la bailaora y coreógrafa María Pagés, como maestra de ceremonias.
La experiencia, en el marco de Korea Season 2025, comenzará mucho antes de que los bailarines echen a volar sobre el escenario. Habrá una instalación en el vestíbulo consagrada a los musicales que dan la nota de color a la modernidad (K-Creation Showcase) y una degustación de dulces tradicionales para convocar al festín a todos los sentidos. Ya habíamos puesto los ojos y los oídos en Corea, pero después de que le dieran el Nobel de Literatura a Han Kang, la autora de Actos humanos, Blanco, La clase de griego, La vegetariana o Imposible decir adiós, todavía más.
La tríada de la danza con K de Korea que pisará las tablas de Matadero ha sido premiada en festivales internacionales por su originalidad y excelencia artística, conectando sabiamente lo de antes con lo de ahora. Ahí está la Choe Contemporary Dance Company, fundada por el coreógrafo Sang-cheul Choe, inclinada hacia estilos urbanos como el b-boying, un tipo de break dance, y el hiphop en un diálogo permanente con la danza contemporánea, que en ocasiones ha conllevado la colaboración con directores de cine, dándoles más campo de acción a las musas.
Su director ha trabajado como programador en distintos festivales y es un verdadero dinamizador de la cultura coreana. En Centro Danza, al hilo de su Their Argument, abordará con los suyos el tema de la discusión, que nace del deseo, vista como impulso de moldear el mundo a nuestra imagen y semejanza. La discusión como una especie de guerra, en la que la humanidad no elige la violencia, sino la conversación. Discutimos y, al hacerlo, existimos. Así lo expresan con el movimiento de sus figuras. Y así es como van filosofando.
La HOO Dance Company, por su parte, es cosa de Yoo Sun-hoo, una intérprete reconocida por el Patrimonio Cultural Inmaterial, porque tiene el título en Geommu, una de las danzas tradicionales con espada. Desde luego, una ocasión única para seguir el movimiento ancestral pero expresado contemporáneamente por obra y gracia de esta artista que aboga por la interacción directa con el espacio escénico, las emociones del público y la atmósfera envolvente.
Su Breathing Dream reúne improvisación, percusión y pansori, el canto narrativo por excelencia de la cultura coreana, catalogado como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. En HOO, todo es transformación espontánea, intuición y fluidez según la energía del momento. Su espíritu ha traspasado fronteras y llegado a todo el mundo. Ella misma enseña danza a artistas internacionales en programas de residencia.
La tercera compañía, Humanstance, es la de Jae-hyuk Cho, exbailarín principal de la Compañía Nacional de Danza de Corea, que empezó con el street dance, pero enseguida se vio atraído con la fuerza de un imán por la danza histórica. No es de extrañar entonces que hable de lo antiguo con un lenguaje radicalmente moderno. Así se manifiesta en Sinawi, la obra que trae a Matadero. Estamos ante uno de los coreógrafos más destacados de su generación, cuyo trabajo ha sido premiado en múltiples escenarios, y un gran embajador de la danza coreana. Como curiosidad, fue seleccionado para orquestar las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos Olímpicos de Inviernos de PyeongChang.
En definitiva, esto es una fusión de cuerpos, almas, música y emoción para celebrar la creatividad y la diversidad del arte coreano contemporáneo, que arranca desde el pasado para reinterpretarlo y transformarlo en vanguardia expresiva. Dos culturas, dicen, y un corazón. En un evento que refleja el compromiso «con la construcción de vínculos culturales significativos a través del arte».
En este caso, un punto de encuentro entre Corea y el público español a través de las artes cuando se cumple el 75º aniversario de las relaciones diplomáticas entre ambos países. De ahí que busque ser «accesible, estimulante y ambicioso en lo artístico». Un intercambio sobre el que pondrá el acento Sinah Kim, directora de Korea Season 2025, que estará acompañada por un invitado de honor, el alabadísimo coreógrafo belga-marroquí Sidi Larbi Cherkaoui.
Este despliegue artístico forma parte de la programación oficial de esta iniciativa internacional impulsada por el Ministerio de Cultura, Deportes y Turismo de Corea y la Korea Foundation for International Cultural Exchange (KOFICE), junto con el Centro Cultural Coreano en España. Se realiza por primera vez en nuestro país, tras haber pasado por México, Reino Unido, Francia o Emiratos Árabes. En ediciones anteriores, Korea Season ha llegado a contar con más de 250.000 asistentes.
La inmersión en esta cultura oriental no acaba aquí, sino que se alargará lo que queda de 2025 en distintas ciudades españolas. Desde La Mar de Músicas, del 18 al 26 de julio en Cartagena (Murcia), que dedicará su 30ª edición a este país, con diez artistas de k-pop, hiphop, balada y música de siempre, además de los escritores Ho-yeon Kim y Bora Chung. Hasta el Mes de la Literatura Coreana, que será octubre, con presencia en la Feria del Libro LIBER 2025 y en Kosmopolis, la fiesta de la literatura amplificada en Barcelona, para responder al interés creciente tras el Nobel a Han Kang. Habrá mesas redondas, encuentros con autores y otras actividades. Todo mirando hacia donde nace el sol.