viajes express
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El mes de mayo empieza para los madrileños con un puente ideal para coger fuerzas, descansar y, por qué no, preparar algún viaje de última hora a un destino especial. Después de planear las escapadas de Semana Santa, el Puente de Mayo se presenta como una nueva oportunidad para seguir descubriendo lugares que roban el corazón.
Si bien es cierto que dentro de nuestras fronteras hay enclaves únicos que merece la pena visitar, esta vez lo que te proponemos son tres destinos europeos a menos de dos horas de la capital. Este fin de semana largo es el momento ideal para hacer un plan algo más especial y conocer ciudades internacionales que no te resultarán indiferentes. Y todo ello sin perder mucho tiempo en el trayecto.
Así que si tienes días libres, ganas de volver a montar en avión y el deseo de conocer (o volver a visitar) sitios que merece la pena ver no muy lejos de casa, esto es para ti. Estos son tres puntos ubicados en los países vecinos en los que ocio, cultura y belleza se dan la mano para que cojas con más ganas aún este puente de mayo.
En la Costa Azul francesa encontramos una de la ciudades con más encanto del Mediterráneo. Se trata de Niza, la localidad de la Rivera Francesa que destaca por lo pintoresco de su paisaje y por las aguas turquesas que la rodean. Es una ciudad que merece la pena visitar con calma, con el único objetivo de deleitarte con sus calles y su encanto único y empaparte de su peculiar cultura y tradición.
Uno de los enclaves de Niza que no te puedes perder es la Vielle Ville, o Ciudad Vieja. Sus calles estrechas y coloridas son el sitio perfecto para conocer a fondo de cultura de la ciudad y vivir de lleno la experiencia de viajar a Niza. Otro de los lugares que merece la pena pasear es el Paseo de los Ingleses, una ruta de lo más agradable junto al paseo marítimo desde la que podrás disfrutar de un clima de lo más agradable y de una vista preciosa de los edificios estilo Belle Époque que pintan su paisaje.
Niza cuenta también con varios edificios de los más peculiares. Uno de ellos es la Catedral de San Nicolás, la iglesia ortodoxa más grande fuera de Rusia y uno de los atractivos turísiticos más aclamados de la región. Los amantes del arte y la cultura no pueden dejar de visitar el Museo Matisse, donde podrás disfrutar de la obra del artista que vio en Niza la fuente de inspiración para sus obras más famosas.
Por último, para una visión panorámica bellísima de la ciudad, tienes que subir a la Colina del Castillo. Desde las alturas podrás vislumbrar el mar azul que rodea la zona y los edificios únicos que componen su paisaje. Una imagen para el recuerdo de una ciudad de lo más particular muy cerquita de casa.
No podemos hablar de escapadas europeas cerca de Madrid sin pasar por Portugal, que además cuenta con ciudades tan especiales como Lisboa. No es de extrañar que sea uno de los destinos favoritos de turistas de todo el mundo, pues por todo lo que compone su esencia es, sin duda, una de las capitales europeas con más encanto.
Sus famosos tranvías amarillos, las calles empedradas, los pasteles de nata o los azulejos decorativos son algunos de los emblemas de esta ciudad que sabe mantener el equilibrio entre lo alernativo y lo tradicional. Edificios históricos conviven con barrios encantadores y llenos de personalidad y juntos conforman una ciudad única en Europa.
Uno de esos barrios que si vas a Lisboa tienes que conocer es Alfama, el más antiguo de la ciudad. Aquí, además de perderte por sus calles, también podrás visitar edificios míticos como el Castillo de San Jorge, el Panteón Nacional o la Sé de Lisboa, la catedral que combina el estilo románico, gótico y barroco en ella. Otras de las paradas imperdonables en Alfama son sus miradores, especialmente el de Santa Luzia y el de Portas do Sol, que ofrecen postales únicas de la ciudad.
Si visitias Lisboa no puedes dejar pasar la oportunidad de subirte en sus tranvías amarillos. Uno de los más recomendados para turistas es el tranvía 28, que atraviesa los barrios más populares como Alfama, pero también otros como Graça, Baixa o Estrela. En tu visita a Lisboa son muchas las paradas que tienes que tener en mente, pero entre los enclaves únicos no puedes dejar de visitar la Plaza del Comercio, un reflejo de su majestuosidad histórica, o el barrio de Belém, con enclaves espectaculares como el Monasterio de los Jerónimos o la Torre de Belém.
Si buscas un destino de costa para este puente, la isla de Cerdeña es tu viaje ideal. Ubicada entre el mar Tirreno y el Mediterráneo, esta isla isla es la combinación ideal entre naturaleza salvaje y siglos de historia que han dejado una impronta única. Además, este destino se adapta a todos los gustos, pues es perfecto tanto para relajarte en sus costas paradisíacas como para explorar su cultura o atreverte con los deportes más extremos.
En todos los puntos de la isla podrás disfrutar de una amplia oferta de actividades apta para todos. Si lo que vas buscando es un puente de descanso, las aguas turquesas de Cala Brandinchi o la calidez de las playas de Villasimius y Costa Rei son perfectas para ti. También puedes ir un paso más allá y explorar milagros de la naturaleza como las imponenes Cuevas de Neptuno.
Aquellos que prefieran aprovechar el viaje para conocer en profundidad la historia de Cerdeña tienen parada obligatoria en las construcciones megalíticas de la Tumba de los Gigantes o en Su Nuraxi, donde puedes ver los restos de una civilización pre-romana única de la región. En el noreste de la isla se encuentra la ciudad de Alghero, que durante siglos formó parte de la Corona de Aragón y hoy es conocida por su marcada herencia catalana que se respira, incluso, en el acento de los habitantes.
Pero si hay un lugar que no te puedes perder en Cerdeña esa es su capital, Cagliari. Desde Castello, su casco histórico, puedes disfrutar de vistas impresionantes al mar y a sus edificios con un toque medieval muy especial que combina con el pintoresco paisaje que forman sus casas de colores. En Cagliari, además, puedes disfrutar de edificios históricos como la Catedral de Santa María o el anfiteatro romano, además de barrios y playas únicos donde empaparte de su esencia local.