Mafalda Cardenal, de arrasar en Spotify a publicar su primer disco a los 23 años: «No soy un producto procesado, soy una persona de verdad, y eso la gente lo agradece»

El flower power le va mucho a Mafalda Cardenal. En realidad, todo lo happy. Es fácil imaginársela con flores en el pelo y botas cowboy, aunque no esté en San Francisco y lo suyo sea el pop juvenil y no la psicodelia. A Mafalda le gustan Sabrina Carpenter, Daisy Abrams y Taylor Swift. Esta alicantina de 23 años, que le está poniendo música y letra a su generación, la Z, acaba de publicar su primer disco, Mis notas de voz. Son 18 temas sobre el amor y su reverso, con títulos como Ya no hablamos, No estábamos juntos o En mi balcón, el que sirvió para abrir boca. Se inspiró en las románticas escenas del clásico Romeo y Julieta, de Shakespeare, y la película Say Anything, con John Cusack.

«Cuando estoy alegre, estoy inspirada, pero cuando estoy triste, lo estoy mucho más», dice la cantautora. Es la versión centennial del verso de Machado: «Se canta lo que se pierde». Las cifras también cantan y, además, una balada de amor: 180 millones de visualizaciones en YouTube, reproducciones infinitas en TikTok y dos millones de oyentes en Spotify. La flamante autora de Tu fan, tema que se viralizó hasta alcanzar los 100 millones de escuchas, estudió Administración de Empresas y está feliz, porque, habiéndolo dejado todo por la música, la jugada le ha salido redonda. Le cuadran las cuentas.

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Tras presentar el álbum en sociedad, Mafalda y su banda pondrán rumbo a México, lindo y querido, donde se les abrirán las puertas no solo del Distrito Federal, también de Monterrey, Guadalajara y Puebla. Después girarán por Colombia, Perú, Chile, Uruguay y Argentina.

El CD es artesanal, e incluye un pack de pegatinas diseñadas por la artista e inspiradas en sus «notas de voz», además de un póster con su foto y las letras de las canciones. Todo muy generación Z. Con el verano se irá de ronda por los festivales, como mandan los cánones. Y con el nuevo curso tocarán las salas, ya en nuestro país. Esto es lo que nos ha contado.

MUJER HOY. Presentas tu primer álbum, Mis notas de voz, ¿cómo lo definirías?

MAFALDA CARDENAL. Diría que es fresco porque es diferente a lo que está saliendo en el panorama de la música española. Lo definiría como verdadero, real, porque son todo cosas que me han pasado. Son literalmente mis notas de voz. Y también es juvenil porque habla de mi vida todos estos años. Creo que son canciones con las que la gente de mi generación se va a sentir muy identificada.

¿Te ves realmente como la portavoz de tu generación?

No sé si lo diría así porque es un poco pretencioso. Pero ojalá algún día lo sea. Con que una persona se sienta identificada, yo ya estoy feliz.

En cualquier caso, ¿crees que sois como se os pinta? 

Lo que nos identifica es que a todos nos rompen el corazón, y encuentro que las canciones más tristes te pueden ayudar a superarlo. Por mi parte, escribo lo que me habría gustado escuchar a mí en determinados momentos. Por esa razón quizás llego a más público.

Ya sabes que se habla de generación de cristal, siempre a punto de romperse.

Eso depende de la persona. Yo no considero que sea una tía frágil. Hay un poco de todo, pero en conjunto no lo creo. Todo el mundo pasa sus cosas buenas y malas, y hay que respetar que una persona sea más sensible y se ofenda más.

Sí os retrata el uso de las redes sociales. ¿Qué relación tienes con ellas?

La mía es bastante buena. Al final, son tanto una herramienta de diversión como de trabajo. A veces es un poco frustrante o me da pereza subir un tiktok de promoción, pero es lo que hay. Antes la música sonaba en la radio y ahora es así. Hay que ir adaptándose a lo que toca.

La verdad es que está muy bien que las redes sociales sirvan para promocionarte porque te ayudan a darte a conocer ya no solo como artista, sino como persona. Ahora mismo prima muchísimo. La gente, aparte de escucharte porque le gustan tus canciones, te escucha porque le gustas tú, cómo eres, tu forma de ser. Y es superimportante no perder esa personalidad en las redes y en la música.

¿Dirías que llevas una vida más real que digital?

Totalmente. Cuando puedo, apago el móvil. A mí se me cae el móvil a las ocho de la tarde y lo dejo ya. A mi madre le parece que estoy empantallada todo el día, pero una persona de mi edad diría: «Ah, pues no lo usas tanto». Procuro tener un balance bueno siempre que cuando puedo.

Mis notas de voz incluye 18 canciones, ¿es el amor el hilo conductor?

Sí, hay una canción que le he hecho a mi mejor amiga, pero, claro, también es de amor, aunque de otro tipo. Al final, siempre escribo de eso porque es lo que se me da bien. Cuando estoy enamorada, estoy muy inspirada, y cuando no, lo estoy más todavía. Pero, como digo, intento hacer las canciones que me habría gustado escuchar a mí. Me guío por eso. Porque cuando estoy contenta puedo escuchar cualquier cosa, pero cuando estoy triste quiero escuchar «la» canción.

¿Qué escuchas normalmente?

Escucho mucho Daisy Abrams, Sabrina Carpenter, Megan Moroney y Taylor Swift; de ella, más lo antiguo que lo nuevo. Sobre todo, música anglosajona, española no tanta. Pero luego de repente me pongo mi reguetón. Me gusta un poco todo.

¿Te planteas cantar en inglés?

Sí, de hecho en el disco hay una, Tie my shoes, y me hace muchísima ilusión, porque estudié unos años en Inglaterra y he ido toda mi vida a un colegio inglés. Además, es una lengua muy bonita para escribir porque es más suave, no hay tanta jota ni tanta erre. Tengo varias canciones en inglés, pero al final solo hemos metido una porque vivimos en Madrid y no en Minnesota.

¿En qué te inspiras?

Depende mucho. Igual estoy con mis amigas de copas y una dice una frase que me gusta, entonces me la apunto en el chat que tengo conmigo misma en WhatsApp. O igual voy por la calle y se me ocurre una melodía de la nada, la grabo en mis notas de voz y, una vez en casa, la retomo. Hay otros momentos en que a lo mejor lo dejo con mi novio, estoy triste y entonces escribo una canción.

¿Cómo es tu proceso de creación?

Muchas canciones las empiezo por el título, porque me gustan mucho los títulos. Eso me pasó con Tu fan. Yo quería una canción que se llamara así. Por lo general, pienso en lo que me gustaría decir, escribo varias frases que quiero que estén, cojo la guitarra, hago los cuatro acordes que me sé, empiezo a tararear y de ahí sale un tema. Después se la llevo a mi productor y le digo: «Milo, hay que hacer algo con esto». Le pongo las referencias que sean y poco a poco vamos creando la canción.

¿Tienes formación musical o eres autodidacta?

Di clases de guitarra unos cuatro años cuando era pequeña, pero de canto no. Justo ahora voy a empezar con una profesora porque me voy de gira por Latinoamérica y tengo tres o cuatro fechas seguidas, y no quiero morir y, sobre todo, que me muera la voz. Pero yo estudié Administración de Empresas, nada relacionado con la música.

¿Desde cuándo cantas y tocas?

Desde siempre. Es la típica respuesta que se da, pero es verdad. Todos mis vecinos me han odiado porque no me callo, y más cuando empecé a tocar la guitarra. También hacía musicales en el cole y estaba en el coro. Lo que sí sé es que lo voy a hacer toda mi vida porque me encanta.

¿Cómo crees que será tu evolución como artista?

Comencé a escribir canciones a los 18 años y a sacarlas hace dos, así que la gente que me escucha ha ido creciendo conmigo, algo que me parece muy bonito. El crecimiento que hemos tenido ha sido muy orgánico, nada impuesto. Yo no he sonado en radios, lo que a día de hoy no es tan fácil de conseguir. Es verdad que las redes sociales me han ayudado, pero también el equipazo que me rodea, que trabajan muchísimo.

¿Cómo van a ser tus conciertos?

Divertidos. La gente se piensa que vamos a llorar todo el rato, que va a ser superlento, y nada más lejos de la realidad. Nuestro show es muy rockero. Llevamos bajo, batería, guitarra eléctrica y guitarra acústica. A mí me hace mucha gracia porque a los conciertos siempre termina yendo gente que no me conoce. Por ejemplo, los novios de chicas que me escuchan, o los padres, o los hermanos.

Muchas veces se quedan al final y me comentan: «Oye, que sepas que no sabía quién eras, pero me lo he pasado fenomenal y me ha gustado muchísimo». Me lo dicen como sorprendidos, y me dan una alegría. Procuramos hacer un show muy distinto y muy dinámico para que no haya lugar a aburrirse. La verdad es que Alex Palomo, mi director musical, lo hace espectacular. Yo me lo paso genial en el escenario y, por lo que me han dicho, el público también.

Háblanos de la emoción de publicar tu primer disco.

Es muy fuerte, todavía no lo asimilo. Es algo muy importante en mi carrera como artista. Yo iba de single en single porque no sabía si me quería dedicar a esto. Ahora sé que es lo mío y que va en serio. Hemos hecho una cosa más conceptual, con más sentido. Aparte, las canciones que van en el álbum me encantan. Hemos elegido entre ciento y pico.

¿Te has implicado en el diseño del álbum? Salta a la vista que das mucha importancia a lo estético.

Me he implicado mucho, sí. A mí siempre me ha gustado dibujar. Soy muy de números, pero, extrañamente, muy creativa también. He querido destacar que esto no es un producto procesado. Yo no soy un producto. Yo soy Mafalda, soy la que soy. Me subo a un escenario y voy vestida como iría por la calle. Y eso es muy importante en el proyecto que estamos creando, que es todo muy orgánico, nada procesado. A día de hoy, la gente agradece ver a una persona de verdad.

Eso quiere decir que te reconoces en las fotos de promoción y demás.

Justo, también porque soy una pesada y siempre que me quieren poner algo de ropa que no me gusta, les digo que no. Me peino como me peino y me visto como me visto yo de normal.

Naciste en Alicante, ¿cuándo te trasladaste a Madrid?

Me fui a estudiar ADE y ya me quedé. A veces echo de menos la playa. Mi familia también está en Madrid. Lo que pasa es que mis padres vivían en un barco. Cuando mi madre se quedó embarazada, atracaron en Alicante, donde mis abuelos tenían una casa, y entonces nací allí.

¿Qué significa para ti el mar?

Yo soy superplayera. Más de playa que de mar. Me encanta tomar el sol, hacer crucigramas en la arena, jugar a las palas. Me pasaría la vida así. Me acuerdo que cuando vine a Madrid no sabía por dónde pasear.

¿Qué te hace feliz?

Me siento muy afortunada de poder decir que la música. Sigue siendo un hobby, aunque ahora sea mi trabajo, y ojalá nunca deje de serlo. Me gusta estar con mis amigas. Siempre que tengo un rato libre, aparte de escribir canciones y cantar, estoy con ellas, las quiero mogollón y cualquier plan que salga, ya sea irnos de viaje, tomar algo o salir a comer, es lo que más me gusta.

Son tus fans, ¿no?

Bueno, la mayoría son bastante reguetoneras, no te voy a engañar, pero poco a poco las voy adoctrinando y ya me escuchan en la ducha.

La moda te encanta...

La moda me parece lo más.

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