MITOS DEL AMOR ROMÁNTICO
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La historia de amor entre Carrie Bradshaw y Mr. Big es, sin duda, una de las más icónicas de Sexo en Nueva York. Pero, seamos sinceros: lo que durante años se nos vendió como el súmmum del romance neoyorquino, en realidad es un manual ilustrado de relaciones tóxicas. Promesas rotas, huidas constantes y manipulación emocional envueltas en cócteles y Manolos no son precisamente el ejemplo de un amor sano.
La psicóloga María Esclapez ha querido hablar de este tema en una de sus últimas publicaciones en redes sociales. Al igual que ya hizo con la historia de amor entre Rachel y Ross, ahora trata de desmontar todas las ideas que nos inculcó Carrie Bradwhaw como si fuesen el culmen del amor romántico. «La historia entre Big y Carrie no es una historia de amor, es una historia de desequilibrio de apegos«, comienza explicando. Y todavía hay más.
«Big tenía un estilo de apego evasivo mientras que Carrie representaba un estilo de apego ansioso. Cuando estas dos formas de vincularse se encuentran, el resultado suele ser una relación tóxica llena de inestabilidad de intensidad que genera desgaste y dependencia emocional«, nos explica la experta. Y ahora, para tratar de desenmarañar estos conceptos psicológicos, expliquemos qué es el apego y qué son estos dos tipos de apego en particular.
La psicología define el apego como el vínculo emocional que se forma entre un individuo y sus figuras de referencia, especialmente en la infancia. Este lazo afecta a la forma en la que nos relacionamos con los demás a lo largo de la vida. Según la teoría del apego de Bowlby, nuestras experiencias tempranas con cuidadores modelan patrones que influyen en cómo amamos, pedimos ayuda, o gestionamos el rechazo en nuestras relaciones adultas.
Por un lado, el apego evasivo, que es el que tiene Mr. Big, se desarrolla cuando los cuidadores fueron emocionalmente distantes o poco disponibles. Las personas con este estilo de apego tienden a valorar la independencia por encima de todo y suelen desconectarse emocionalmente en las relaciones. Les cuesta pedir ayuda, expresar necesidades o establecer vínculos profundos.
Por otro lado, el apego ansioso, que sería el de Carrie, se forma cuando los cuidadores fueron inconsistentes: a veces presentes, a veces ausentes. Esto genera adultos que viven las relaciones con miedo constante al abandono. Suelen buscar validación continua, ser muy sensibles al rechazo y tener dificultades para confiar. La intensidad emocional, la necesidad de cercanía constante y la inseguridad son rasgos comunes, lo que puede llevar a dinámicas de dependencia o comportamientos que alejan a la pareja.
Y así es como nos lo explica María Esclapez: «Carrie, con su apego ansioso, necesitaba algo que Big no podía darle: cercanía constante, intimidad y conexión profunda. Eso activaba los mecanismos de huida de Big. Ella pedía más vínculo y él respondía alejándose, lo que reforzaba el ciclo tóxico«.
Y esto se convierte en un bucle sin fin que lo único que hace es hacer daño a sus protagonistas. «Cuanto más insegura se sentía Carrie más buscaba a Big. Y cuanto más buscaba a Big, él más se distanciaba. Cuando ella se cansaba de buscarle e intentaba poner límites, él se sentía menos presionado y volvía a buscarla», continúa explicando.
Como puedes imaginar, este tipo de relaciones generan mucho sufrimiento, y la realidad es que no suelen acabar bien. Pero aquí es donde entra en juego la magia de la televisión, y ambos personajes acaban juntos, son felices y comen perdices. «La relación funciona porque Big aprende a vincularse sin huir y Carrie aprende a priorizarse a sí misma«, explica la experta. Y esto está muy bien pero... las cosas no suelen suceder así. Y mucho menos sin ayuda profesional.
Es una pena, pero la conclusión de María Esclapez es tajante: «Su historia de amor es en realidad una relación tóxica e idealizada con un final feliz digno del cine. Porque ya te digo yo que esto en la vida real, no pasa«. Pues ya lo sabes. Lo sentimos.
HORÓSCOPO
Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.