Nacida en Ibagué, Colombia, 1978.
Tenía 25 años y esa obra construida a tres manos, unas viviendas sociales en la Avenida de la Peseta de Carabanchel (Madrid), se convirtió, en 2008, en un referente mundial de lo que la nueva vivienda social, arquitectónicamente bella, sostenible y relacional, tenía que ser.
Ocho años después, decidió separarse de sus colegas y empezar a trabajar en solitario. “La vida es procesos y experiencias. Creo que los tres pensábamos que, tras 10 años juntos, era suficiente”, señala. Lina Toro es también madre, como Victoria Acebo o Izaskun Chinchilla [que también aparecen en este reportaje].
“Mis intereses propios han crecido, en lo que me concierne como mujer. Necesitaba organizar mis tiempos, mis proyectos y su gestión de forma no tan consensuada, sino por mí misma”, razona. Algo a lo que muchas arquitectas han de enfrentarse, con o sin de la complicidad de sus socios. Convencida de que la sostenibilidad es ya un imperativo, y que la nueva arquitectura ha de fijarse en la reconversión de espacios “como esas naves industriales que pueblan los centros de las grandes ciudades europeas, que forman parte de la memoria de la ciudad y han de recuperarse para otros usos”.
En la cuestión de género, Lina también es consciente de la importancia de la docencia en la universidad: “Hay que minar esos cerebros para que puedan salir de allí con algo ganado; ayudarlas a desarrollar un discurso serio para que sean valoradas usando todas sus armas intelectuales y comunicativas, es decir, todo lo que mi propia experiencia como mujer y arquitecta les pueda aportar".
Con este proyecto de 102 viviendas de la EMVS en Carabanchel fue como Lina Toro (entonces Dosmasuno) se dio a conocer internacionalmente: la mezcla entre el juego de volúmenes exterior y la funcionalidad de los espacios interiores, las amplias zonas comunes para socialización y la vocación sostenible, lo convirtieron en un modelo de vivienda social aún imitado hoy.
21 de marzo-19 de abril
Como elemento de Fuego, los Aries son apasionados y aventureros. Su energía arrastra a todos a su alrededor y son capaces de levantar los ánimos a cualquiear. Se sienten empoderados y son expertos en resolver problemas. Pero son impulsivos e impacientes. Y ese exceso de seguridad en sí mismos les hace creer que siempre tienen la razón. Ver más
¿Qué me deparan los astros?