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Doce consejos para suavizar la vuelta al cole

Mostrar confianza, seguridad, empatía y optimismo te ayudará a transmitir a tus hijos lo que necesitan en los primeros días.

Un niño, preparado para la vuelta al colegio. / GETTY

Joaquina Dueñas
JOAQUINA DUEÑAS

Sara Carbonero lo confesaba recientemente en las redes sociales: "Supongo que no soy la única mamá que no duerme pensando en ese primer día de clase después de las vacaciones. Lo temo mucho. ¿Algún truco/consejo para llevarlo mejor?".... Muchas madres, como le sucede a Sara Carbonero, se ven estos días inmersas en los prepartivos de última hora para la vuelta al cole. A los preparativos "materiales" se unen los preparativos "mentales", tanto de los padres como de los hijos. Al hilo de la pregunta de la periodista, nos animamos a reunir las recomendaciones más útiles para la incorporación de los peques al cole. ¡Ah! Y lo primero es trabajar los temores propios, así que ha llegado el momento.

Se acerca la hora en la que los más pequeños de la casa se incorporan al colegio o la guardería. Un trance al que progenitores y educadores prestan cada día más atención. “La tendencia ha cambiado mucho”, explica Carmen Oliva Blanco, responsable de una empresa dedicada a la crianza con apego que pulsa de primera mano las principales preocupaciones de las madres. “Ahora sabemos que dejar llorar a los niños no es bueno ni a los dos meses ni a los dos años”, comenta. “De ahí la importancia de trabajar con los niños en casa, pero también de que se fortalezcan las madres, que son la que normalmente se llenan de culpa cuando ven a sus pequeños llorar a las puertas del colegio o de la guardería”, continúa.

Dejar llorar a los niños no es bueno ni a los dos meses ni a los dos años"

CARMEN OLIVA BLANCO - Experta en crianza con apego

Belén Urbano es psicóloga especializada en este tipo de materias, lleva la orientación pedagógica de varias escuelas infantiles en Málaga e imparte talleres de 'vuelta al cole'. Tal como asegura, “hoy en día hay mucha más sensibilización tanto entre los padres como en las escuelas, que se informan y tratan de adoptar medidas”. “Lo primero y principal es que los padres muestren seguridad, así que hay que empezar haciéndose dos preguntas: ¿por qué llevamos al niño a la guardería? Y ¿a qué escuela infantil vamos a llevarlo?”, explica Urbano. Cuando esas cuestiones tengan una respuesta reflexionada, los mensajes que traslademos a nuestros hijos serán coherentes.

Si mostramos inseguridad o ansiedad, el niño lo percibirá, aunque intentemos ocultarlo, porque nuestro lenguaje no verbal entrará en contradicción con nuestras palabras, por eso tenemos que estar seguros de lo que hacemos”, relata, y para eso hay que modular la sensaciones propias. Además, hay que prestar atención a la selección de la escuela infantil para estar convencidos de que los llevamos a un lugar seguro que comparte nuestros valores. “Mantener un estrecho contacto con la escuela infantil hará que los padres tengan más confianza y eso se transmite a los niños”, concluye la psicóloga.

Si a pesar de todo esto, llega el día de empezar el cole y tu pequeño arranca a llorar desesperado, respira hondo y aplica los consejos de la especialista:

A la hora de dejarlo en el cole

  • Muestra seguridad: Ve tranquila y con tiempo al colegio (las prisas no son buenas compañeras). Cuando lo dejes muéstrate segura y serena, modulando tus sentimientos.

  • Cuida tu lenguaje no verbal: Presta atención a tus movimientos y a la expresión de tu rostro. Procura que no entren en contradicción con lo que están diciendo tus palabras.

  • Brevedad: La despedida tiene que ser breve. Cuanto más se alargue, más ansiedad se genera en el niño.

  • Información: Pregunta si la escuela infantil tiene medidas de adaptación, como permitir que los padres entren en el aula y pasen unos minutos antes de despedirse para generar confianza en los niños.

  • Chantaje emocional: Evita en cualquier caso el chantaje afectivo con frases como “no llores que mamá se va a poner triste”.

  • Mentiras: Evita también engañar al niño diciéndole, por ejemplo, “voy a comprar aquí al lado y ahora vuelvo”. Esto sólo le generará desconfianza e incertidumbre.

  • Tono sereno: En su lugar, habla con él desde su posición utilizando un tono sereno a la vez que firme para asegurarle que vas a regresar a por él.

  • Empatía: Desde esa misma posición, procura comprender los sentimientos de tu hijo. Lejos de negarlos con la típica frase de “no pasa nada”, se trata de tenerlos en consideración: “Entiendo que te sientas así y esta 'seño' es amiga nuestra, así que te quedas en buena compañía”

Y a la hora de recogerlo...

No olvides...

  • Puntualidad: Sé puntual, lo mejor es llegar cada día a la misma hora para que el niño se sienta seguro estableciendo una adecuada rutina. Para lo que es imprescindible llevarlo todos los días y no sucumbir a dejarlo en casa para que no llore.

  • Alegría: Recíbelo con alegría, es un gran momento en el día.

  • Charla: Interésate por lo que ha hecho, pregúntale qué es lo que más le ha gustado y que cosas nuevas ha conocido.

  • Conexión: Habla con la educadora para saber cómo ha ido el día y para que el niño vea que es una persona de nuestra confianza.

En definitiva, no se trata de aguantar sino de comprender y confiar en que el niño superará el proceso de adaptación con nuestra ayuda. Un apoyo que podemos completar a partir de los dos años con cuentos que relaten historias de niños que van al cole por primera vez y que hablan de sentimientos como el miedo o de expresiones como el llanto.

Comportamientos regresivos

Hay niños que no lloran ni dan ninguna muestra de inseguridad o ansiedad al empezar el colegio o la guardería y, sin embargo, en casa comienzan a mostrar comportamientos regresivos. A saber, vuelven a hacerse pipí, pierden la rutina del sueño, se muestran celosos e, incluso, tienen pesadillas. Este tipo de circunstancias entran dentro de la normalidad en la adaptación del pequeño a la nueva situación. Hay que tener en cuenta que se separa de su principal figura de apego.

“Esto es algo que se puede gestionar con apoyo en casa, dedicando a los niños más tiempo de calidad y con muchos besos y abrazos”, recomienda Urbano, a la vez que reconoce que “aunque cada niño es diferente y tiene su propio proceso de adaptación, este tipo de comportamientos pueden durar desde dos semanas hasta un mes”. Si superan el mes y el niño da señales de no estar contento en el centro infantil, se le ve triste o con ansiedad, es el momento de hablar con un especialista que ayude a superar la adaptación.

21 de marzo-19 de abril

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Como elemento de Fuego, los Aries son apasionados y aventureros. Su energía arrastra a todos a su alrededor y son capaces de levantar los ánimos a cualquiera. Se sienten empoderados y son expertos en resolver problemas. Pero son impulsivos e impacientes. Y ese exceso de seguridad en sí mismos les hace creer que siempre tienen la razón. Ver más

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