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Sobreprotección a los hijos: límites y soluciones

Te damos las claves para saber si estás protegiendo demasiado a tu hijo y cuáles podrían ser las consecuencias de esta forma de actuar.

Una niña, dibujando junto a sus padres. / GTRES

NURIA G. ALONSO

Proteger a un hijo es algo innato que sucede desde el primer momento que nace, sin embargo, a veces nos excedemos en cubrir sus necesidades y en nuestra función de ser padres y es cuando se denomina sobreprotección. Hoy en día, la sobreprotección es uno de los estilos educativos que utilizan los padres más frecuentemente, pero eso no significa que sea la mejor forma de actuar ni que traiga unas consecuencias positivas para el desarrollo de tu hijo. La mayoría de las investigaciones señalan que el mejor estilo educativo para tener un bienestar psicológico es el estilo democrático, un estilo que combina la negociación, el cariño y los límites.

¿Cómo sé si les estoy sobreprotegiendo?

  • Si quieres controlar todos o la mayoría de aspectos de su vida, sean insignificantes o no y tu vida acaba girando en torno a la suya. Por ejemplo, si sólo vives por él y ya no sabes quién eres sin tu hijo y no dedicas ni un instante a hacer algo por ti o para ti.

  • Asumes las tareas de tu hijo y sientes que la responsabilidad es tuya porque no crees que esté preparado para hacer cosas por él mismo. Por ejemplo, desde ordenar hasta hacer con él los deberes.

  • Si tu hijo depende de ti y de tu aprobación para tomar decisiones o realizar actividades, que en muchos casos no necesitaría de tu consentimiento. Por ejemplo, te pregunta cada día qué ropa tiene que ponerse.

  • No le dejas cometer errores porque quieres evitarle que sufra. Por eso, le das muchas oportunidades y justificas su comportamiento para ver si cambia de actitud y su comportamiento.

  • Intervienes tú cuando tiene problemas, en vez de ayudarle a que lo resuelva por él mismo. Por ejemplo, si tiene un problema con un niño del cole, tú hablas con el niño o su madre para solucionar el problema.

Consecuencias de la sobreprotección a los hijos

Inseguridad: Uno de los rasgos más característicos es la falta de confianza que va a tener tu hijo en él mismo y el miedo a equivocarse. Por lo tanto, eso le va a impedir hacer muchas cosas y en ocasiones, hasta puede generarle ansiedad.

Falta de autonomía: Cuando son más pequeños dependen más de los padres, sin embargo, conforme va creciendo tu hijo debería aprender a valerse por sí mismo sin la presencia de otra persona. Sin embargo, los niños con padres sobreprotectores son vulnerables a depender de otras personas cuando crecen.

No expresar ni manejar adecuadamente sus emociones: Si no se enfrenta a las pequeñas frustraciones del día a día cuando es un niño e identifica lo que siente como malo y trata de evitarlo, difícilmente va a aprender a manejar ese tipo de sentimientos cuando sea mayor.

Pocas habilidades sociales: Para establecer relaciones con otras personas, no sólo es importante la empatía o reconocer las emociones de los demás, también necesitas aprender a resolver los conflictos que vayas teniendo con esas personas. Por eso, es importante que aprenda que, si tiene un problema con un niño, tendrá que hablar con él y si no se soluciona, tendrá que aceptar que esa persona no quiera ser su amiga y encontrar una amistad más afín a él para que no se rodee de relaciones tóxicas.

Nuria G. Alonso de la Torre, psicóloga y fundadora de Ayudarte Estudio de Psicología.

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