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Pantis, no sois vosotros, soy yo

Lo que ocurre en el cajón de las medias de una mujer se queda en el cajón de las medias de una mujer...

Cuando tu cajón tiene una baja media de medias utilizables. raquel córcoles
Pantis, no sois vosotros, soy yo
La Imperfecta
La Imperfecta

No sé vosotras, pero yo me adentro en ese agujero negro todos los años cuando llega el otoño. Me pongo una escafranda y guantes de nitrilo y comienzo la exploración. En la última limpieza, descubrí que un par de familias vivían entre los pantis de ocho centímetros de grosos que me compré para un viaje a Polonia en diciembre y unos ligueros con lazos que no veo el momento de ponerme desde 1998.

Hay un tema que lleva años silenciado globalmente: las medias son una de las prendas más sexys que se han creado, pero no hay forma digna de ponérselas. Lo normal es que comiences, te des cuenta de que no fue buena idea echarte crema hidratante, ejecutes tres saltitos lamentables para ajustarlas en la cintura (tira más gruesa fabricada en una empresa de envasado de mortadela), te las vuelvas a recolocar porque en una pierna ha decidido emprender rumbo propio, te gires y descubras que tienen una carrera que ya no hay hormigonera industrial que pueda salvar, las termines tirando y comiences de nuevo. En el cine hay mujeres que no solo saben ponérselas con erótico resultado, sino que dominan el arte de quitárselas. Heroínas, sin duda.

Lo normal, sin embargo, es que cuando te las quites hagas una especie de ovillo ninja, ideal para que tu gato termine de destrozarlas. ¿Y qué me decís de esos días en los que se alinean los astros y llevas las medias perfectas (y no retorcidas) de arriba abajo? Supongo que eso es lo que siente James Bond cuando completa un caso y termina la película en la cubierta de un yate con plano cenital.

HORÓSCOPO

HORÓSCOPO

Sagitario

Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.