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De todas las exposiciones artísticas interesantes de los últimos años, algunas de las más aclamadas han tenido como protagonistas a mujeres cuya obra había sido atribuida a otros, olvidada o relegada: Frida Kahlo, Sofonisba Anguissola o Artemisia Gentileschi han sido reivindicadas, explicadas y expuestas ante el público, que muchas veces las contemplaba por primera vez, fascinado por su talento y sus enrevesadas historias personales.
Por supuesto que se corre el riesgo de que la anécdota vital oscurezca la obra. ¿No ha pasado con Da Vinci, Van Gogh o Picasso, sin que levantemos una ceja? Lavinia Fontana, Angelica Kauffman o Clara Peeters han sorprendido por su detalle, el empleo de la luz o los temas escogidos.
Es un inicio prometedor que puede llevarnos a mundos insospechados y hermosos. Pero por alguna razón, mis gatitas no estaban muy satisfechas. Lady Macbeth, que secretamente envidia al mastín de Las Meninas, se quejaba con amargura de la baja representación de felinos en los museos más importantes. Nos muestran infantilizadas como cachorritas, secundarias, mera anécdota para el tema principal. De nada ha servido que le indicara que quizás se libran luchas más importantes que la felina.
No sé si cuando Luis Pastor, el diseñador gráfico que ha impulsado el movimiento #UnaRosaParaelPrado, comenzó a reivindicar la obra de Rosa Bonheur, tuvo en cuenta este sector especialísimo que es el del ego felino, pero si no fue así, ha sido una feliz coincidencia. El Cid, el cuadro que retrata a un león macho, melena dorada e imponente, colorida capa y pose orgullosa, ha sido acogido con ronroneos satisfechos entre mis gatas.
Dicen que en cada gatito alienta el alma de un león; yo creo que El Cid retrata bien a esta pintora carismática, de infinita curiosidad. Rosa gozó de fama y reconocimiento en vida. No ocultó su amor por otras mujeres en un siglo en el que se llegaba a extremos ridículos para negar la homosexualidad. Se las ingenió para eludir cada traba; ¿qué más le daba la prohibición de copiar cuerpos del natural, si quería pintar animales? Llegó a ser tan famosa que se hicieron muñecas con su nombre y fue la primera mujer en recibir la Legión de Honor. De hecho, El Cid fue un regalo a El Prado cuando le fue concedida la Orden de Isabel la Católica.
Desde entonces estaba entre los fondos del museo. Salió a la luz para una exposición temporal y regresará en 2020 a sus paredes, tras su restauración. Algunos afortunados podrán verlo ahora. Será la cuarta mujer expuesta.
Mi gatita lamenta haber nacido en el siglo equivocado. Si ella hubiera estado allí, no hablaríamos ahora de El Cid, sino de Lady Macbeth. Yo intento convencerla para que se olvide de ser musa y aspire a ser artista. Quién sabe: hace un puñado de años, también a las mujeres nos decían que era imposible.
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HORÓSCOPO
Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.