Castrojeriz, un precioso pueblo medieval en el norte para hacer un alto en el Camino de Santiago esta Semana Santa

Los restos de un castillo medieval se alzan orgullosos sobre un cerro en la llanura burgalesa, casi en la frontera con Palencia. Vigilan el bonito pueblo de Catrojeriz, cuya calle principal, denominada de los Peregrinos, recuerda así la importancia que esta villa tuvo como parada en el Camino de Santiago como parada imprescindible durante la Edad Media.

Seas peregrina o no, merece la pena recorrer los testigos en piedra de su historia, cuyo origen data de la Edad de Bronce, 1.500 años antes de Cristo. Asentamiento íbero y después romano (Castrum Sigerice, fundado por Julio César, según cuenta la leyenda), Castrojeriz vivió una época sangrienta, objeto de luchas durante siglos entre visigodos primero, y árabes y castellanos después. Hasta convertirse en el hito en el Camino de Santiago que logró ser en época de los Reyes Católicos.

El castillo de Castrojeriz, construido por los romanos, ampliado por los visigodos, reconstruido por los árabes en el siglo IX y reformado por los cristianos seis siglos después, ha sido parcialmente restaurado, pero se encuentra mayormente en ruinas tras los daños causados por el terremoto de Lisboa de 1755.

No es el único patrimonio histórico-artístico de Castrojeriz en ruinas. A las afueras de la localidad burgalesa, te encontrarás, cubiertos de maleza en algunos trechos, con los restos de los conventos de San Antón y San Francisco. Aunque el tiempo, las guerras y los incendios no hayan permitido que su encanto se conserve íntegro, mantienen parte de su belleza y majestuosidad.

También extramuros se halla la ex Colegiata de Nuestra Señora del Manzano, templo medieval de estilo gótico con retablo, torre, y capillas barrocas. En su interior puedes encontrar una importante colección de tapices reunidos en el Museo de Arte Sacro, además de sepulcros reales como el de Pedro I el Cruel o doña Leonor de Castilla, hija de Fernado IV el Emplazado y esposa del rey de Aragón. Fue ajusticiada en el castillo de Castrojeriz por orden de su sobrino.

El Convento de Santa Clara, ejemplo de gótico rural burgalés; las iglesias de Santo Domingo y San Juan, con un claustro gótico de influencia cisterciense, el Palacio de los Condes de Castro, y la Casa Gutiérrez Barona conforman otras destacadas huellas de su historia, en la que también ejercieron un importante papel las familias castreñas que ejercieron de banqueros del Imperio en Flandes durante los siglos XV y XVI, así como las familias que exportaron lana a los mercados de Brujas y otras ciudades del norte de Europa.

Alojamiento de construcción moderna en estilo minimalista pero cálido gracias a los empanelados de madera de roble. Está situado fuera del casco urbano de Castrojeriz, junto a las ruinas del convento de San Francisco. Ofrece tranquilidad y descanso gracias a su ubicación en medio de la naturaleza, la calidad de las camas y sábanas y su espacio wellness dotado con baño turco.

Establecimiento de 10 habitaciones situado en una casa señorial del siglo XIX, rehabilitada íntegramente, en la Plaza Mayor. Algunas de las habitaciones conservan los estucos originales y las caballerizas se han transformado en un salón para disfrutar de un vino o de la lectura. También dispone de una terraza con vistas a los campos de cultivo.

Cocina tradicional castellana, digirida por Nati Palacín, con recetas cocinados a fuego lento con productos de calidad. Ofrece en su menú del día y a la carta platos como el cocido de garbanzos, las sopas de ajo, el cordero lechal asado o a la cazuela y el arroz con leche.

TE RECOMENDAMOS

Cuando florecen los cerezos en el Valle del Jerte este año: todo lo que necesitas saber para planear una escapada rural perfecta

Aínsa, el pueblo más bonito de España en el que puedes comer de estrella Michelin (y visitar un castillo medieval)