entrevista
entrevista
El 20 de junio se estrena Bajo un volcán, una película que mezcla amor, acción y ciencia en un escenario tan imprevisible como pasional. Maggie da vida a Dani, una vulcanóloga con un carácter fuerte y una personalidad que no pasa desapercibida.
En esta conversación con Mujerhoy, la actriz habla de los paralelismos entre su personaje y su vida, de lo que ha aprendido gestionando sus propias erupciones internas y de cómo ha llegado a disfrutar del equilibrio, el silencio y las cosas sencillas.
TAMBIÉN TE INTERESA
MUJERHOY: Bajo un volcán trata sobre emociones al límite y de un amor complicado. ¿Qué te despertó esta propuesta desde el primer momento?
Maggie Civantos: A mí me atrajo mucho el género. Hay pocas películas de aventuras como esta, con esa mezcla de comedia romántica, acción y emoción. Pero sobre todo conecté con el personaje de Dani: una mujer con muchísima fuerza, muy inteligente, muy rebelde. Me motiva mucho interpretar personajes que van contra el sistema, que no se acomodan. Esta combinación me pareció explosiva… y muy volcánica.
En la película se habla mucho sobre estar al borde de una erupción, emocional y vital. ¿Alguna vez os te has sentido así, a punto de colapsar?
Maggie Civantos: Yo sí, bastantes veces. Tengo carácter, y cuando no gestiono bien el estrés, lo noto. Además, trabajo con emociones intensas y he interpretado muchos personajes con esa misma energía. Así que estoy acostumbrada a moverme en esos espacios volcánicos. Pero con los años aprendes a echarle agua al fuego. A tomarte las cosas con más calma. Porque todo pasa.
La química entre el personaje de William Levy y tuyo es uno de los elementos fundamentales del filme. ¿Cómo describirías esta conexión entre ellos?
Maggie Civantos: Es esa típica conexión de opuestos que se atraen. No se caen bien, pero se atraen. Y luego descubres que, en el fondo, no están tan alejados como creen. Ese yin y yang funciona muy bien. Hace que todo sea muy explosivo y muy divertido de ver… y de rodar.
¿Cómo te preparaste para interpretar el papel de vulcanóloga?
Maggie Civantos: En mi caso, tuve poco tiempo, pero me ceñí mucho al guion. Me ayudó mucho el director, Martín, que venía de un proceso largo de documentación. Me apoyé en él, vi vídeos, y también me inspiré en una vulcanóloga real que sirvió de base para el personaje. Para mí lo importante era entender cada concepto, saber que lo que decía tenía sentido. Es un campo muy complejo, pero intenté asomarme con respeto.
¿Qué fue lo más duro de tus inicios en el mundo de la interpretación?
Maggie Civantos: Fueron duros. Empecé haciendo teatro con 15 años, pero mi carrera no se asentó hasta los 30. Me costó levantarla, como a mucha gente. Esta profesión no es fácil, y somos pocos los que podemos dedicarnos a esto. Por eso siempre me lo tomo en serio, aunque me apasione. Me divierte, pero también lo vivo con responsabilidad, porque soy consciente de lo privilegiada que soy.
Cuando tienes un día especialmente intenso, ¿qué pequeño «placer culpable» te ayuda a desconectar?
Maggie Civantos: Leer me relaja mucho. Pero la verdad es que no tengo placeres culpables, porque no hago nada que me genere culpa. Me doy mis placeres con tranquilidad: viajar, bailar, comer, darme un masaje… Me encantan. No entiendo a la gente que no le gusta que la toquen. Y también disfruto mucho de lo sencillo: un atardecer, una canción… Con los años he aprendido a disfrutar de lo pequeño. Ahí está la magia.
¿En qué próximos proyectos podremos verte?
Maggie Civantos: Acabo de rodar mi primera película como directora, y estoy feliz con eso. Aún queda todo el montaje, así que estoy en plena postproducción. Y en nada me voy a rodar a Canarias un drama familiar bastante intenso, con un reparto precioso, entre ellos Roberto Álamo. Va a ser muy distinto a Bajo un volcán, pero me encanta esa versatilidad. Poder saltar de un personaje a otro, de un género a otro… es un sueño que tenía desde siempre