Estos son los cuatro españoles que podrían suceder al papa Francisco: tres cardenales y un arzobispo jesuita

Este lunes, 21 de abril, ha muerto el papa Francisco. La noticia la daba a conocer la Santa Sede mediante un comunicado en el que se informaba de que el sumo pontífice había fallecido en su residencia de Santa Marta, en el Vaticano. Tras su muerte suben de intensidad los rumores sobre sus sustitutos. Aunque, en teoría, cualquier varón católico bautizado puede optar a este puesto, en la práctica los cardenales se votan entre ellos y los medios especializados ya han identificado a posibles sustitutos, que incluyen a tres españoles.

Solo los cardenales menores de 80 años pueden votar en este cónclave secreto que culmina con la tradicional fumata blanca y el número máximo de cardenales electores se sitúa en 140. Según el informe del Colegio Cardenalicio, que ofrece información detallada sobre los 253 cardenales de la Iglesia católica, son 22 los considerados actualmente como posibles candidatos a ser el nuevo papa, lo que ha suscitado algunas quejas entre los que consideran una falta de respeto especular sobre quién será el próximo sumo pontífice mientras el actual sigue vivo.

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En sus memorias, Francisco ya afirmaba que nunca se había planteado seguir el ejemplo de su predecesor, Benedicto XVI, y consideraba que abdicar era una «decisión trascendental» que rompió un tabú que había durado seis siglos. Sin embargo, también desveló que al convertirse en sumo pontífice había firmado una declaración en la que se comprometía a dimitir si su mala salud le impedía desempeñar sus funciones.

El cónclave podría elegir a un conservador, cuyo «nombramiento enviaría un poderoso mensaje sobre la dirección que tomaría la Iglesia», según publica el diario Catholic Herald, o a «un papa del mundo en desarrollo, que sería celebrada por los liberales, dado el cambio demográfico de la Iglesia».

Entre los favoritos se encuentran cuatro españoles, comenzando por el cardenal Fernando Vérgez Álzaga, un alto funcionario del Vaticano cuyo servicio curial ininterrumpido se remonta a principios de los 70. Perteneciente a los Legionarios de Cristo, gracias a la tutela del papa Francisco ascendió en el escalafón hasta convertirse en presidente de la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano.

También aparece en las quinielas el actual arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Juan José Omella, de 77 años. Este ha consolidado una posición clave en la jerarquía eclesiástica y mantiene una relación cercana con el actual papa. Antiguo misionero en Zaire, actualmente es el responsable de Pastoral Social de las diócesis de Cataluña y el obispo delegado de Cáritas Cataluña.

El tercero de los candidatos españoles es Ángel Fernández Artime, un cardenal asturiano nacido en la localidad de Luanco. El clérigo, residente en Roma ha sido uno de los colaboradores más estrechos del fallecido papa Francisco, por eso su nombre empieza a sonar con fuerza entre los que podrían convertirse en el próximo sumo pontífice. Él será además uno de los cinco cardenales españoles que votará en el cónclave que decidirá quién será el hombre que se ponga a la cabeza de la iglesia católica.

El cardenal Artime fue nombrado hijo predilecto de Asturias en 2024 y además de compartir muchos puntos de vista con el papa Francisco en asuntos relacionados con la iglesia, también tenían una afición común: el fútbol. Artime es simpatizante del Sporting de Gijón. El religioso español ingresó en la orden de Salesianos y fue nombrado por el propio Francisco cardenal en septiembre de 2023.  Aunque por el cargo que ejerce tiene su residencia en Roma, vuelve a sus Asturias natal siempre que su labor se lo permite.

Por último también suena el nombre del cardenal jesuita Luis Francisco Ladaria Ferrer, de 80 años y antiguo prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Ladaria fue elevado por el papa Francisco a la dignidad cardenalicia en 2018 y está considerado como un conservador moderado.

Entre los principales papabili, o aspirantes a papa, como se les conoce en italiano, las apuestas arrojan otros nombres por encima de los españoles. Uno de ellos es el cardenal italiano Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano que durante más de una década ha sobrevivido a las remodelaciones periódicas del personal por parte del papa Francisco. Otro es su compatriota Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana.

Junto a ellos, el filipino Luis Antonio Tagle se posiciona como una de las personalidades más relevantes del sector progresista de la Iglesia. Antiguo arzobispo de Manila, en 2019 fue nombrado prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos por el papa Francisco. Se le considera afín a la línea del argentino y podría continuar su legado.

También aparecen entre los principales candidatos Fridolin Ambongo, procedente de la República Democrática del Congo, que también es presidente del Simposio de Conferencias Episcopales de África y Madagascar, además del canadiense Marc Ouellet, el húngaro Peter Erdo y el holandés Willem Eijk.

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