Noah Wyle, el hombre, el médico, el mito: por qué el protagonista de The Pitt tenía que ganar este Emmy

Se ha llevado un merecidísimo Emmy al mejor actor de serie dramática por su interpretación del doctor Michael Robinavitch en The Pitt, la serie que ha arrasado esta noche en los premios de la televisión. Pero, si has nacido en este siglo, es probable que, hasta hace unos meses, el nombre de Noah Wyle no te dijese nada. Si eres fan de las series de médicos, puede que ese templado (y traumatizado) hombre que protagoniza The Pitt se haya ganado tu corazón con su humanidad. Si naciste en el siglo XX y vivías cada capítulo de Urgencias como hoy se afronta cada nueva serie de Netflix, el doctor Carter, su flequillo y su bata, forman parte de tu adolescencia, quizá de tu madurez. Sea como sea, Noah Wyle ha vuelto al lugar que se merece, el de las estrellas de la televisión.

Veinte años después del desenlace de la serie que le dio a conocer en todo el mundo, Wyle ha vuelto a colgarse el estetoscopio al cuello, ha cambiado la bata por una sudadera y se ha dejado barba, porque está en la edad, para ser el productor ejecutivo, guionista de algunos episodios y el protagonista de The Pitt. La serie de HBO Max que se estrenó el 9 de enero y que, desde entonces, está entre lo más recomendado del año. Porque aunque pertenezca a un género manido, la creación de R. Scott Gemmill ha sabido reflejar la realidad médica del Estados Unidos actual.

Lo que hace unos meses parecía un «Wyle vuelve a sus inicios» y nada más, se ha convertido tras su primera temporada en la serie que representa al colectivo médico y a los pacientes, condicionados estos últimos por la cobertura de sus seguros médicos y la reducción de los recursos sanitarios de las zonas rurales. Porque, tal vez, Wyle más que un actor que reconoce andar escaso de conocimientos sobre la salud, es, consciente e inconscientemente, el militante de la causa más importante en estos tiempos.

Nacido en 1971 en Los Ángeles, hijo de una enfermera y un ingeniero, Noah Wyle comenzó a dedicarse a la interpretación tras graduarse en la escuela secundaria, con los 18 años recién cumplidos y sus padres negándose a financiarle otra cosa que no fuera una educación universitaria. Obligado por las circunstancias, en sus inicios trabajó como camarero mientras aparecía en producciones teatrales y pequeños papeles en películas y series de televisión, mientras se formaba en el mundo de la interpretación.

Su papel más relevante lo consiguió tres años después de comenzar en la industria, interpretando al cabo Jeffrey Owen Barnes en Algunos hombres buenos, la película escrita por Aaron Sorkin y con nombres como Jack Nicholson, Tom Cruise y Demi Moore en el reparto. A pesar de que, por aquel entonces, quería centrarse en el cine y el teatro, su agente le convenció para que se presentara al casting de un drama médico creado por Michael Crichton y con Spielberg como productor ejecutivo: Urgencias. En una de las pruebas, en la que se encontraba el propio guionista, Wyle consiguió ser lo suficientemente gracioso para ganarse el papel del joven novato que, dentro del drama que narraba la serie, era el alivio cómico.

Con el piloto de Urgencias rodado, y a la espera de saber si la ficción sería aprobada por la cadena, Wyle se presentó al casting de otra de las series que hizo historia en los 90, Friends. Y si la creación de Crichton no hubiese conseguido la temporada completa, habría continuado presentándose a las pruebas del papel que finalmente terminó interpretando David Schwimmer, el de Ross Geller. Paradójicamente, Wyle apareció junto a George Clooney en el decimoséptimo episodio de la comedia ambientada en Nueva York, cuando Urgencias ya era un éxito y Jennifer Aniston y Matthew Perry formaban parte de su círculo de amigos.

En Urgencias, Wyle compartió reparto con intérpretes que no tardaron en alcanzar la fama, como el mencionado Clooney, Julianna Marguiles o Anthony Edwards y siendo el más joven del equipo, años después reconoció que todos ellos le «enseñaron muchísimo» en aquella etapa. Por su trabajo en la producción médica, el actor angelino fue nominado, entre otros galardones, a cinco premios Emmy consecutivos durante las cinco primeras temporadas de la serie.

A pesar de que la apretada agenda de rodaje le impidió trabajar en películas como Salvar al Soldado Ryan, Wyle continuó formando parte de la escena teatral de Los Ángeles. Y en 2005 fue el último integrante del elenco principal de Urgencias en abandonar la serie, aunque posteriormente regresó como artista invitado un año después y en la última entrega de la producción, emitida en 2009.

Su deseo de pasar más tiempo con su familia, y el nacimiento de su primer hijo, fueron determinantes para tomar la decisión de rebajar su ritmo de trabajo. Pero en 2011, preparado para volver a encarnar un papel principal, se convirtió en protagonista de la serie post apocalíptica Falling skies, nacida de la fiebre que surgió con la llegada de The Walking Dead, principalmente por el interés del propio Steven Spielberg, productor de la ficción, en trabajar con él.

A pesar de que ni este ni sus trabajos posteriores, como The Librarians o The Red Line, le devolvieron a la primera línea de las producciones serializadas, que ya vivían su particular edad dorada, Wyle adquirió experiencia escribiendo guiones y dirigiendo episodios, labores que ejercerá en la segunda temporada de The Pitt, que se estrenará el próximo 9 de febrero en HBO Max.

Treinta años después del éxito que le dio a conocer en todo el mundo, Wyle trabaja a unos metros de los estudios de Warner Bros. en los que se grabó Urgencias, con una producción que, como él mismo ha reconocido, nació por culpa de la pandemia, The Pitt. «Después de la COVID-19 podría haber otra historia que contar sobre la atención médica estadounidense que pulsera de relieve los dos sistemas de salud diferentes que existen en este país, la disparidad entre ambos y el impacto psicológico, emocional y económico que esto estaba teniendo en los trabajadores de primera línea», declaró en una entrevista a The Wrap.

Cuando se reunió con R. Scott Gemmill, el creador de The Pitt, y John Wells, que ya trabajaron juntos en Urgencias, se plantearon incluir en su proyecto todo aquello que no hicieron en la serie de los 90, «temas que nunca abordamos y que ahora sí podríamos abordar». Una lista en la que estaban hechos que marcan la actualidad, como el fentanilo, los tiroteos masivos, los recortes en la atención médica o la escasez de enfermeras. «En poco tiempo, teníamos 30 o 40 temas en la pizarra que ni siquiera existían en nuestro vocabulario hace 15 años», señaló. Algo a lo que añadió las propuestas de los profesionales de la sanidad con los que se reunieron.

Para Wyle, Robby, su personaje en The Pitt, es «un antídoto» a la tendencia que marcaron en la televisión roles como Walter White o Tony Soprano, aquellos que pusieron de moda «los tipos malos». «Simplemente», apuntó, «intenta hacer lo mejor que puede y no dejar que sus demonios se interpongan en su camino. Creo que hay muchos más tipos como Robby que Tony Soprano.»

Desde sus comienzos en Urgencias, Wyle ha sido activista en causas relacionadas con la medicina: viajó a la guerra de Kosovo en 1999 con Médicos del Mundo, se unió al comité de Human Rights Watch, fue portavoz de la campaña que abogaba por la cobertura médica universal e incluso fue arrestado en 2012 durante una protesta contra los recortes de Medicaid. Este año ha hablado en el Capitolio a favor de proyectos de ley en apoyo a los trabajadores sanitarios. Porque desde la ficción ha conocido la realidad y, como sus personajes, ha decidido luchar por ella.