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Filmin añadió hace poco a su catálogo una adaptación más que interesante de Todo esto te daré, la conocida novela de Dolores Redondo que ganó el prestigioso Premio Planeta en el año 2016. La serie, producida por el país vecino en 2024, traslada la acción a una Provenza francesa hermosa y llena de secretos con un gran reparto y dirigida y creada por Nicolas Guicheteau (Las sombras de Lisieux).
Escrita por un trío de guionistas conformado por Françoise Charpiat (Intocables), Pascal Fontanille (Asesinato en Iparralde) y Karine Lollichon (Nina, una enfermera diferente), la ficción está protagonizada por David Kammenos (La joven George Sand) en el papel del escritor Manuel Ortigosa, que viajará hasta la Provenza para tratar de esclarecer la muerte de su marido Aymeric (Alexis Loret).
Acompaña un reparto muy bien escogido que está compuesto por Bruno Solo (Asesinato en Saint-Malo), Aurélien Wiik (El bazar de la caridad), Louise Monot (Pequeñas mentiras sin importancia), Nicole Calfan (El gran amor), Annie Grégorio (Aprender a amarte), Mélanie Maudran (Asesinato en Mulhouse), Lionel Erdogan (Grace de Mónaco), Philypa Phoenix (Osmosis) o Sophie Cattani (Tomboy).
Como ya se ha mencionado un poquito más arriba, la ficción original de France Télévisions, Incognita Films y Las Niñas Pictures, se basa en la novela homónima de Dolores Redondo pero ambientando su historia en el país galo. Ahí es cuando nos encontramos con un Manuel Ortigosa (David Kammenos) en su versión parsina, que se ve sacudido en mitad de la noche por dos agentes de policía que vienen a informarle de la trágica muerte de su marido en un accidente de coche.
La cuestión es que este se ha producido en un recóndito pueblo ubicado en mitad de la Provenza francesa y sin que Manuel tenga la más remota idea de lo que hacía allí. Es entonces cuando la serie nos depara un giro brutal al desvelarnos que Aymeric era, en realidad, poseedor de un título nobiliario y el hijo mayor de una familia de lo más disfuncional de la que quiso mantenerle totalmente alejado.
De ese modo, la serie nos irá desvelando los secretos que se esconden detrás de la muerte de Aymeric, al mismo tiempo que Manuel deberá lidiar con la familia de su difunto esposo, encabezada por la despiadada marquesa (Nicole Calfan) y Joffrey (Aurélien Wiik), el impulsivo hijo mediano. Y a todo ello hay que sumar a Richard, Teniente de la Gendarmería de la localidad a punto de jubilarse, que le revela a Manuel que está convencido que la muerte de su marido no fue un simple accidente...
Dolores Redondo, internacionalmente conocida por la trilogía del Baztán, llevada al cine por Fernando González Molina hará unos años, sorprendió a todo el mundo con el lanzamiento de Todo esto te daré, un libro que se convirtió en un best seller que traspasó fronteras y se tradujo a más de 20 idiomas, alcanzando un notable éxito por todo el mundo. Por lo que no era de extrañar que, tarde o temprano, se hiciera una adaptación para formato serie o cine.
Hay constancia de que en España existen planes para hacer lo propio y contar esta historia en el medio audiovisual, pero se encuentra en una fase muy preliminar en manos de Pontas Films y con la participación de la misma autora en el guión. Por el contrario, en esa carrera se nos adelantó France Télévisions, cuyo proceso de producción fue muy veloz, eso sí, cambiando la ubicación y rompiendo con la esencia de la historia original de la serie.
Un hecho que no discute que Todo esto te daré se trata de una serie bastante acertada y con un aroma propio que resulta de lo más irresistible. Una historia bien cerrada, interpretaciones bastante correctas y un ritmo narrativo muy dinámico que han convertido a la nueva serie de Filmin en uno de los estrenos más interesantes para disfrutar en este final de verano.
HORÓSCOPO
Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.