Este truco de Irene Kim para descongestionar ojeras y reactivar la piel es nuestro favorito de 2020

Estamos enamoradas de la piel impecablemente lisa, luminosa y perfecta de las famosas asiáticas, una ventaja que tiene mucho que ver con su herencia genética y, también, con el cuidado extremo que le dedican. La influencer, modelo y diseñadora de moda Irene Kim ejemplifica a la perfección el tipo de mimo que las mujeres de Corea dedican a su piel. En uno de los últimos vídeos que relatan su ritual de belleza de cada día, podemos ver cómo se van sucediendo un número de productos que en España jamás nos plantearíamos para comenzar la mañana: tónico, un serum dermatológico personalizado, una máscara hidratante (20 minutos de aplicación), otro serum con vitaminas de Skin Ceuticals, crema hidratante fluida, una segunda hidratante más densa, protector solar, una BB crema con color, base de maquillaje en stick, sombra de ojos, eyeliner, más sombra de ojos, máscara de pestañas, gel fijador de cejas, colorete, labial y gloss. Una locura.

"Considero que lo que aplico sobre mi piel tiene el mismo efecto en mí que la alimentación", explica Kim en su vídeo. "Por eso procuro personalizar al máximo los productos que uso: van variando según la ciudad en la que esté, si voy a una sesión de fotos o no o dependiendo de cómo esté mi piel. Si viajo, procuro darle un extra de hidratación y nutrición". Además, la influencer coreana recurre a un truco que nos ha dejado muy sorprendidas: utiliza una cuchara grande que previamente ha metido en la nevera no solo para descongestionar la zona de las ojeras, sino también para activar la circulación y drenar cara y cuello y hasta la zona de los omóplatos.

Irene Kim recurre a un truco que es muy popular entre las mujeres asiáticas, y que consiste en realizar movimientos de arriba abajo con una cuchara helada, de manera que la piel "se despierta" gracias a la reactivación del riego sanguíneo y, de paso, se beneficia de un interesante efecto tensor. Basta con llevar la cuchara de las mejillas a las sienes, siempre en dirección ascendente; de la comisura de la boca a las mejillas, de la misma forma, y también a lo largo de todo el óvalo facial. En el cuello también se puede aplicar este microshock frío, siempre desde la base hacia la mandíbula. Lo hemos probado: funciona.