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Corría el año 1999 cuando Sarah Jessica Parker aportó un rayo de luz a las tendencias de belleza de aquella década. La melena rizada a lo Carrie Bradshaw se convirtió para siempre en un icónico hairstyle y a día de hoy, 21 años después del estreno de Sexo en Nueva York, sigue siendo un fetiche beauty.
Tanto que hasta la propia actriz no ha dejado de llevarlo nunca. A veces con unas ondas más trabajadas con herramientas de calor, y otras más relajadas y desenfadas resultado de un truco muy fácil con el que no utiliza ni secador ni planchas. ¿Cómo lo consigue?
Por fin tenemos la prueba de cómo saca partido a sus rizos. Sarah fue vista paseando por las calles de Nueva York con un peinado fácil que ha llamado la atención a los medios por su frescura y su comodidad a la hora de combatir las altas temperaturas. Pero sin que suene a invención, se trata de una estrategia para crear una melena rizada muy sexy sin estropear las fibras capilares. Y quienes tienen este tipo de pelo, tan rebelde y encrespado en ocasiones, saben lo que estamos hablando.
La actriz de Hollywood recurre a una trenza muy pulida y apretada que marcará la duración y la perfección de las ondas. Tan sencillo como que se lava el pelo, se hace el peinado con el cabello aún húmedo, sale a hacer todos los recados del día y cuando está completamente seco, la deshace ¡y voilá! Rizos definidos y con mucho volumen que aguantarán durante días.
A tener en cuenta: dependiendo de lo trabajada que esté la trenza saldrán unas ondas u otras. Si quieres un tamaño de onda más pequeño haz dos trenzas o más. Para intesificar la perfección del rizo, utiliza un spray reparador para este tipo de cabello que de brillo, suavidad y acabe con el encrespamiento. Deja el peinado al menos unas tres horas. Si lo dejas toda la noche el resultado será de otro nivel ¡Hora de probarlo!
HORÓSCOPO
Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.