Flequillo abierto, el peinado que triunfa entre las mujeres de más de 50 en París

En París, la ciudad que marca tendencia en cada esquina, el estilo nunca entiende de edad. Y si hablamos de peinados, hay uno que se ha convertido en el favorito de las mujeres de más de 50: el flequillo abierto. Sofisticado, natural y con un aire desenfadado que resta años, este corte no solo enmarca el rostro, sino que aporta frescura sin necesidad de grandes esfuerzos de peinado.

Durante esta Semana de la Moda de París, hemos tenido una embajadora de excepción: Laura Dern. La actriz apareció en el desfile de Gabriela Hearst luciendo un flequillo abierto perfecto, confirmando que este look no solo conquista a las parisinas, sino también a referentes internacionales de estilo. Con su melena rubia y el flequillo ligeramente desfilado, Dern se convirtió en una de las más comentadas del front row.

A diferencia del flequillo recto y compacto, el flequillo abierto se lleva ligeramente capeado, con mechones que caen a ambos lados de la frente, creando un movimiento muy favorecedor. Se adapta tanto a melenas largas como medias y funciona igual de bien en cabellos lisos, ondulados o ligeramente rizados.

El secreto de su éxito entre las mujeres de más de 50 está en la capacidad de suavizar las facciones. Este tipo de flequillo disimula líneas de expresión en la frente, resta dureza al rostro y aporta dinamismo, logrando un efecto rejuvenecedor sin necesidad de un cambio radical de look.

Otro de sus puntos fuertes es la versatilidad. El flequillo abierto encaja con peinados recogidos, coletas, moños bajos o melenas sueltas. Es ese pequeño detalle que eleva un peinado sencillo y lo convierte en algo con personalidad, manteniendo siempre la naturalidad.

Su mantenimiento tampoco exige demasiado. Basta con un corte bien realizado, ligeramente desfilado, que se funda con el resto de la melena. Con un brushing sencillo y un golpe de secador se consigue que el flequillo tenga movimiento y caiga de forma favorecedora.

En cuanto al styling, muchas parisinas lo llevan con un ligero giro hacia fuera en las puntas, potenciando aún más el aire chic. Otras prefieren un acabado más natural, simplemente dejándolo caer con su movimiento. Lo importante es no buscar la perfección, sino ese desenfado sofisticado tan característico del estilo francés.

El flequillo abierto se ha convertido así en una fórmula discreta pero muy efectiva para rejuvenecer la imagen. No es casualidad que lo veamos tanto en las calles parisinas como en la alfombra roja: es un gesto sencillo que transforma el rostro y aporta frescura instantánea.

Si quieres que tu flequillo se mantenga en su mejor versión, lo ideal es retocar el corte cada cuatro a seis semanas. Conviene lavarlo con frecuencia, ya que al estar en contacto con la frente se engrasa más rápido, y el champú en seco es un gran aliado entre lavados. Para peinarlo, un cepillo redondo y un toque de secador bastan para abrirlo con movimiento; si buscas volumen extra, un spray texturizador ligero evitará que se apelmace.