Antes de ir a la playa o la piscina: protectores solares capilares que recomiendan los expertos

No hay nada peor en verano que quemarse, y aunque sabemos que el cuidado de la piel es imprescindible, cada vez somos más conscientes de que también es primordial cuidar el cabello. El sol, la salitre y el cloro no tienen piedad: levantan la cutícula, resecan la fibra y barren el color en tiempo récord. Por eso, igual que no se te ocurre tumbarte al sol sin protector solar, tu pelo también necesita el suyo.

Los protectores capilares crean una película invisible que aísla el cabello del daño térmico, solar y químico. Algunos llevan filtros UV que evitan que el color se degrade (hola, rubios oxidados), otros incorporan aceites ligeros que repelan el agua salada y sellan la hidratación, y los más completos actúan como tratamientos sin aclarado que restauran lo perdido durante el día.

Entre sus ingredientes estrella destacan el aceite de monoi, el argán, la vitamina E o el escualano vegetal, pero también hay fórmulas con proteínas de seda, antioxidantes marinos o incluso extractos de alga roja que protegen sin engrasar. Se aplican sobre el cabello seco o mojado, antes del primer chapuzón y cada vez que te acuerdes.

Esta bruma bifásica con aceite de babasú y filtro UV protege del sol, suaviza, da brillo y deja unas ondas de playa que parecen hechas por un peluquero con acento francés. No engrasa, no apelmaza, y lo puedes reaplicar sin miedo entre chapuzón y chapuzón.

Este spray sin siliconas protege del sol y desenreda con aceites amazónicos, aloe vera y extracto de fruta de la pasión. Es vegano, ecológico y funciona: mantiene la hidratación como si tu pelo estuviera en una cápsula spa. Ideal para cabellos secos, teñidos o con rizos que se rebelan con la humedad.

Este velo ultraligero crea una pantalla invisible con filtros UVA/UVB derivados de plantas y antioxidantes como el té verde y la vitamina E. Protege sin textura, como si no llevaras nada, y evita que el color se oxide o que el pelo se convierta en una escoba crujiente.

Esta leche capilar con filtros UV y ingredientes botánicos italianos (como el extracto de naranjas chinotto de Sicilia) hidrata, protege y doma el encrespamiento sin dejar residuo. El pelo queda suave, con movimiento, y con un aroma que hace que la gente te pregunte qué perfume llevas.

Este aceite seco resistente al agua protege intensamente del sol, el cloro y la sal sin dejar el cabello pesado. Lleva aceite de sésamo y filtros KPF (Keratin Protection Factor) que protegen la queratina como si fuera oro.

Perfecto para cabellos gruesos o muy secos que necesitan un extra de nutrición sin perder glamour. Es uno de los más recomendados por tricólogos y peluqueros, en cuanto a relación calidad precio. De hecho, es el que yo tengo en casa y uso todos los veranos.