Es tiempo de protectores solares y estos son mis favoritos porque tienen ingredientes antiedad

En verano, el sol es el protagonista de todo: los planes, las terrazas, y la piel. Y aunque nos encanta esa sensación de calidez sobre los hombros, no podemos olvidar que detrás del bronceado también se esconden los primeros signos del envejecimiento cutáneo. Por eso, si hay un producto que nunca puede faltar —ni en la bolsa de playa ni en la estantería del baño— es un buen protector solar.

Pero tranquilidad, porque hoy en día, los protectores solares han dejado de ser esa crema espesa que aplicábamos a desgana para convertirse en tratamientos de belleza en toda regla. Las fórmulas actuales incorporan ingredientes antioxidantes, hidratantes y reafirmantes que cuidan la piel mientras la protegen. Desde el ácido hialurónico que rellena y suaviza hasta complejos con vitamina E o extractos botánicos que combaten los radicales libres, ahora el SPF no solo previene quemaduras, sino que también mantiene la firmeza y la luminosidad de la piel.

Y lo mejor es que no hace falta renunciar a la sensorialidad: hay leches ligeras, brumas satinadas, aceites de tacto seco o lociones bifásicas que dejan la piel jugosa, pero sin rastro graso. Solo tienes que tener claro qué tipo de piel tienes y cuáles son tus necesidades.

ISDIN Fotoprotector Hydro Oil SPF30. Este protector bifásico de ISDIN es el equilibrio perfecto entre protección, hidratación y bronceado bonito. Gracias a su tecnología Pro-Melanin, no solo protege eficazmente frente a los rayos UVA y UVB, sino que potencia hasta un 43 % el bronceado natural, sin necesidad de quemarse al sol. Su textura oleoacuosa se funde al instante con la piel, dejando un acabado suave, elástico y con efecto glow.

Clarins Crema Solar Antiedad SPF50+ Cuerpo. Clarins lo ha vuelto a hacer: ha creado una crema solar corporal que no solo protege, sino que trata. Con una textura fundente que desaparece al contacto con la piel, este SPF50+ actúa como un escudo frente a los rayos UV, la luz azul y los radicales libres. ¿El secreto? Su Solar Protect Complex, que combina extracto de cacao bio y vitamina E para ofrecer una acción antiedad visible: menos arrugas, menos manchas, y una piel más luminosa incluso tras largas jornadas de exposición.

Lancaster Sun Beauty Body Milk SPF50. Con su exclusiva tecnología Full Light, protege no solo del espectro UV, sino también de la luz visible e infrarroja, esa que acelera el envejecimiento sin que nos demos cuenta. Además, estimula el bronceado y repara el daño solar, todo con una textura láctea que se funde en segundos y deja la piel aterciopelada.

Nuxe Sun Spray Delicioso SPF50. Su textura ultraligera y su aroma a verano que enamora (piensa en flor de tiaré, naranja dulce y vainilla), protege tu piel del sol mientras se funde al instante sin dejar rastro. La fórmula respeta el ecosistema marino, y su packaging con sistema ON/OFF elimina la necesidad de tapón, porque a veces, lo sostenible también es lo más cómodo.

Apivita Bee Sun Safe SPF50 Leche Solar. Frescura, hidratación y compromiso. Esta leche corporal y facial se absorbe en segundos, resiste al agua, al sudor y a la arena, y ofrece una protección de amplio espectro con filtros fotoestables. Pero además, lo hace con fórmulas biodegradables, sin ingredientes dañinos para los océanos, y con envases sostenibles.

SkinClinic Sun Protection Oil SPF30. Si buscas un protector que sea eficaz, sensual y muy cómodo, este aceite seco de SkinClinic es para ti. Con SPF30 y una textura que se extiende como la seda, protege frente a la radiación solar mientras envuelve la piel en un suave aroma de coco y flor de tiaré. Ideal para rostro y cuerpo, deja la piel satinada, nunca grasa.