trucos cabello
El frizz es uno de los mayores enemigos del cabello a cualquier edad, pero a partir de los 60 puede convertirse en un reto constante. Los cambios hormonales, la pérdida de densidad y la sequedad natural de la fibra capilar hacen que el pelo tienda a encresparse y a perder brillo con facilidad.
Por eso, no es de extrañar que muchas mujeres busquen rituales que les permitan mantener su melena bajo control sin necesidad de recurrir a rutinas complicadas o tratamientos demasiado agresivos. Entre los trucos más sencillos y eficaces se encuentra uno que cada vez gana más adeptas: el último enjuague con agua fría bajo la ducha.
El sencillo gesto de aplicar agua fría en la ducha sobre el cabello
Hace poco, Isabel Preysler confesó que este es uno de sus secretos mejor guardados para mantener su melena siempre brillante y con movimiento. Un gesto tan sencillo como bajar la temperatura del agua en el último aclarado no solo combate el frizz, sino que también sella la cutícula capilar, aportando luminosidad inmediata y ayudando a prolongar los efectos de los tratamientos capilares.
¿Pero por qué este sencillo truco realmente funciona? El agua caliente tiende a abrir la cutícula del cabello, lo que lo deja más vulnerable al encrespamiento y a la sequedad. En cambio, el agua fría provoca el efecto contrario: cierra la cutícula, retiene la hidratación y potencia el brillo natural. Además, activa la circulación sanguínea en el cuero cabelludo, lo que favorece un pelo más fuerte y saludable a largo plazo.
La mejor parte es que se trata de un hábito sencillo y gratuito que puedes sumar a tu rutina diaria. Basta con realizar el último aclarado con agua fría durante unos segundos para notar la diferencia. Si se combina con un buen champú nutritivo y un acondicionador antifrizz, el resultado es una melena más suave, brillante y disciplinada
Otros trucos para potenciar el brillo del cabello
Este truco no es el único que ayuda a potenciar el brillo en la melena. Otro bastante fácil es el de dedicar un par de minutos a cepillar el pelo antes de dormir con un cepillo de cerdas naturales ayuda a repartir los aceites naturales del cuero cabelludo por toda la fibra capilar, aportando brillo y suavidad.
También puedes cambiar las toallas convencionales por unas de microfibra. El roce de las toallas normales abre la cutícula del cabello, provocando frizz y opacidad. Las de microfibra o incluso una camiseta de algodón absorben la humedad sin dañar la fibra, dejando el pelo más pulido y brillante.
Y, por supuesto, utilizar sérums que permiten hidratar la melena. Unas gotas de aceite de argán, jojoba o camelia aplicadas sobre el cabello húmedo o seco sellan la cutícula y aportan brillo inmediato sin apelmazar. Con estos trucos, podrás contar con una bonita melena a partir de los 60 o incluso antes.
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