Guía para comprender el envejecimiento digital y sus consecuencias

Marta López Ogando Publicado · 18 de agosto de 2025, 13:48 h

Vivimos en una realidad que tanto en el trabajo como en nuestra vida personal vivimos hiperconectados a los medios digitales y las redes sociales. Esta tecnología nos facilita la vida, pero también pasa factura a nuestra piel. Con una media de más de seis horas al día frente a pantallas, la luz azul que emiten acelera la aparición de arrugas finas, manchas y produce una pérdida de elasticidad.

El llamado envejecimiento digital es una consecuencia del estilo de vida actual y una de las preocupaciones que está llegando a las consultas de dermatólogos y de médicos estéticos. Por ello, debemos de prestar atención a nuestra rutina en los hogares, al igual que plantearnos acudir a la clínica a realizarnos tratamientos específicos para tratar sus consecuencias. La doctora Elena Jiménez, cirujana plástica y estética y directora médica de Eleca Clinic; la doctora María Penalba, dermatóloga de IMR y la doctora Rita Sêco, médico estético y fundadora de Galerie Clinic explican las claves.

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Lo que se conoce como envejecimiento digital es «el daño que puede sufrir la piel por la exposición prolongada a la luz azul, esa que emiten a diario las pantallas de móviles, ordenadores, tablets y luces LED» explica la doctora Penalba. Una luz que «forma parte de la llamada luz visible de alta energía (HEV), y aunque a menudo se usen como sinónimos, la luz azul es en realidad una franja específica dentro de ese espectro – entre los 400 y los 490 nm -, la más energética y también la más agresiva para la piel» añade la dermatóloga.

La doctora Jiménez va más allá y destaca que «en el caso de los teléfonos móviles también hacen un efecto sobre el cuello y sobre la posición de la zona». Es decir, este envejecimiento digital corresponde también «a la tonicidad de los músculos del cuello y a la posición de todas las vértebras en la zona cervical. Y, por lo tanto, al desequilibrio de toda la columna, ya que nuestro eje principal corporal, debe tener una serie de curvaturas adecuadas para un equilibrio correcto». En definitiva, hay factores más allá de la piel que están involucrados.

Centrándonos en la piel, algunas de sus principales problemáticas son que esta «tiende a perder firmeza y elasticidad, presentar arrugas finas, manchas, tono irregular y menor luminosidad» explica la doctora Sêco. Además, añade que «puede agravar inflamaciones y sensibilidades cutáneas. Esta radiación penetra profundamente en la piel y acelera la degradación del colágeno y la elastina, promoviendo la oxidación celular y el envejecimiento prematuro». Con todo esto sobre la mesa, la doctora Jiménez advierte que «añadimos predisposición genética, estilo de vida, exposición solar, dieta, suplementos y lógicamente lo que encontramos con envejecimientos prematuros en gente que a lo mejor comenta no me expongo tanto al sol como para estar tan envejecida».

La exposición a las pantallas es algo prácticamente inevitable. La doctora Penalba, dermatóloga en IMR destaca que «la prevención del envejecimiento digital comienza con la protección». Por este motivo, recomienda «usar protección solar a diario, incluso si no salimos de casa eligiendo filtros que incluyan protección contra luz visible y luz azul». Destaca que «el óxido de hierro, especialmente en protectores solares con color, es eficaz para bloquear la luz. El dióxido de titanio, por su parte, refleja y dispersa la luz visible, contribuyendo a una protección más completa». La profesional recomienda también «aplicar antioxidantes tópicos, como la vitamina C o el ácido ferúlico, que ayudan a neutralizar los radicales libres».

Otros consejos de la experta son «reducir el tiempo de exposición a las pantallas y activar el modo luz cálida o modo noche» o «instalar protectores de pantalla con filtro de luz azul». Coincide la doctora Jiménez y destaca que «también hay que saber que, como asociamos fotoprotección a día, por la noche también estamos con la pantalla de luz led y nos ponemos, por lo que si trabajamos de noche hay que utilizar fotoprotección». La cirujana plásticas y estética incide también en la dieta con «antioxidantes, el uso de cápsulas de resveratrol, aswagandha y omega 3 u omega 6».

En las consultas de profesionales existen tratamientos específicos que ayudan a luchar contra el envejecimiento digital. La doctora Elena Jiménez destaca aquellos «tratamientos que activen la pila interna de la célula, que activen la mitocondria, el metabolismo celular, que van a activar la renovación celular y, por ello, producen más colágeno, elastina y mejor sustancia intercelular». Otro tratamiento interesante es «láser de CO2 fraccionado porque va a depositar energía sobre las capas más profundas de la piel, sobre la capa basal, incluso en la zona de dermis e hipodermis alta, para activar a nivel celular toda la regeneración, producción de colágeno y de elastina».

Una de las grandes tendencias de la medicina estética, los tratamientos con bioestimulación es una de las alternativas que recomienda Jiménez, mediante el «uso de polinucleótidos, que se recomiendan mucho en gente joven; la utilización de microagujas asociadas a radiofrecuencia o el uso de cócteles de vitaminas junto con el ácido hialurónico no reticulado». En manchas recientes destaca la doctora que se pueden utilizar «peelings». Por su parte, la doctora María Penalba destaca también «la mesoterapia con cócteles antioxidantes o polinucleótidos, que mejoran la calidad de la piel desde el interior, activando las células productoras del colágeno y la elastina, los fibroplastos».

El cuidado en casa es complementario a este tipo de tratamientos de estética y esencial. Para la doctora Rita Sêco es importante «usar protector solar de amplio espectro con protección contra la luz visible y complementar con cosmética y suplementos con antioxidantes». En la noche, considera «fundamental optar por activos regeneradores como retinoides, péptidos y una hidratación profunda».

Profundiza la doctora Jiménez y destaca que «vamos a tener los básicos que se mantienen siempre: limpieza suave por la mañana y la noche. Aplicación durante el día de fotoprotección con ácido hialurónico que nos sirve de hidratación externa y de bloqueo de deshidratación». La profesional menciona que «el fotoprotector tiene que tener filtro para luz azul». En el caso de la noche, considera ese fotoprotector «si estamos expuestos y, desde luego en la mañana, el uso de todos los antioxidantes posibles como vitamina C, niacinamida, ácido ferúlico o resveratrol». ¿Qué activos aplicamos por la noche? La directora médica de Eleca Clinic recomienda «retinoles suaves con baja concentración y el uso de activos más calmantes si existe irritación o inflamación en la piel, como ácido kójico».

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Existen otros gestos que podemos incorporar a nuestro día a día para evitar la incidencia de la luz azul y frenar el envejecimiento digital. La doctora Sêco destaca «hacer pausas regulares lejos de las pantallas, mantener una alimentación rica en antioxidantes, hidratarse adecuadamente y adoptar un estilo de vida equilibrado». La dermatóloga de IMR da pautas nocturnas como «dormir bien y evitar el uso de pantallas al menos una hora antes de acostarse o activar el modo noche o luz cálida en nuestro móvil cuando sea posible». Las revisiones también son esenciales para «adaptar el cuidado a nuestras necesidades individuales».

Por último, la doctora Jiménez destaca «el tema postural. Es fundamental mantener una postura correcta. La luz LED no sólo la emite la pantalla del ordenador, también la emite el teléfono». Explica que «con el teléfono cambiamos por completo la posición de la columna cervical y se produce el text neck, que son las arrugas del cuello». Concluye que «toda la columna es nuestro eje y se va a ir adaptando a los cambios».

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