ESTRENO DE LAS BERROCAL

Alba Díaz, la sorpresa más cañera de Las Berrocal: «A mí no me pueden marcar líneas rojas porque me las salto»

Entre Parla y el Barrio de Salamanca se queda con el primero. Y prefiere el Mad Cool a una fiesta flamenca. Donde esté Dua Lipa que se quite rasgarse la camisa. Alba Díaz es la más cañera de Las Berrocal, la docuserie que ya se puede ver en Movistar Plus.

Alba Díaz es la más radical y espontánea del clan Berrocal. TXUCA PEREIRA
Alba Díaz, hija de Vicky Martín Berrocal, la más cañera de Las Brerrocal: «A mí no me pueden marcar líneas rojas...
Ángeles Castillo
Ángeles Castillo

Tiene por padres a la flamenca, aunque no lleve volantes, Vicky Martín Berrocal y al torero Manuel Díaz, el Cordobés, hijo ya reconocido del legendario Manuel Benítez. Casi «marca España», la realeza de la españolidad, aunque ella se ha salido por la tangente. A Alba Díaz Martín (1999) le pasa como a su madre: no hay quien la pare. Pura fuerza de la naturaleza. Eso sí, con bolso de Prada o de Chanel y marcando tendencia. Ahora, ella misma está alucinando con Las Berrocal, la docuserie de cuatro capítulos estrenada este 20 de mayo en Movistar Plus. Porque ha visto a la family en su salsa y «supernatural».

Desde que sale con el músico Marcos Terrones, Alba ha descubierto el Parla que llevaba dentro. Tanto que, si le das a elegir, se queda con este municipio madrileño del extrarradio y no con el divino Barrio de Salamanca. Al menos, para echar el día y hablar con la de la peluquería o el del bazar. Tampoco hay que buscarla en un sarao flamenco. Ella es más de Mad Cool. De perrear con Dua Lipa, Bad Gyal o Sexyy Red.

Para Alba Díaz, influencer máxima, que estudió Business & Comunications en el College for International Studies de Madrid, el clan es lo primero de lo primero. Amor total por su madre, su tía y su abuela, entre quienes irrumpe como un ciclón.

Es la más desinhibida de Las Berrocal, ¿le marcaron o se marcó usted misma alguna línea roja a la hora de la grabación? ¿Dónde ha puesto el límite?

No, la verdad es que a mí no me pueden marcar líneas rojas porque me las salto. Tengo un problema, y es que no puedo callarme. Lo que no es justo no me gusta. Entonces no puedo, es algo que va en mi ADN y yo necesito ser yo. Y si en una de esas, se pasa una línea roja, no te hablo de educación, te hablo de contenido, pues lo siento, pero estarán más contentos, seguro.

Alba Díaz y Vicky Martín Berrocal, hija y madre. TXUCA PEREIRA

¿Piensa entonces que la docuserie las muestra tal y como son?

Te diría que demasiado. Al mil por mil. Si el cien es el máximo, el mil.

¿Son así, como se las ve?

Hasta el punto de que cuando vi el docu por primera vez, dije: «No es normal», viéndolo como neutral, como si no fuera yo la que sale allí. Pensé: «Dios mío, pero si puede ser la familia de cualquiera de mis amigas». No es algo que tú digas: «Oh, está impostado». Lo veo como supernatural.

Por qué te va a enganchar la docuserie Las Berrocal

Por qué cree que le puede gustar a la gente Las Berrocal, aparte de porque ya son conocidas y tienen su público.

Por eso, porque va a romper el esquema o el prejuicio que pueda haber. Y porque todos tenemos nuestras mochilas, nuestros caracteres, nuestras personalidades. Es algo que vivimos todos en nuestras casas. Creo que mucha gente se va sentir identificada y está guay ver estas cosas y bajar a la tierra a la gente que tienes idealizada porque, por ser conocidos, piensas que son de otro planeta. Somos personas completamente normales e iguales que otras familias. En ese aspecto familiar, la gente lo va a normalizar y va a entender que esta es nuestra realidad.

¿Con quién se identifica más de ellas?

Con mi tía, Rocío, porque después de mí es la más jovencita y tenemos gustos muy parecidos y un humor similar. De pequeñita, como no tenía hermanos -hasta que nació mi hermano Manu, que no vivía en mi casa, vivía con mi papá y Virginia (Troconis)-, era la única persona que tenía de referente. Entonces, estábamos siempre jugando, picándonos. Es como mi hermana.

A Alba Díaz no le gusta vivir con el piloto automático puesto. TXUCA PEREIRA

¿Realmente es una Benítez, como le dice su madre?

Yo pico por todos lados, intentando coger lo mejor. Que luego se cuela algo ahí potente, pues seguramente, pero yo soy un poquito de todos. Al final, esa es la suerte que tengo y tenemos todos los que contamos con generaciones por encima, porque podemos quedarnos con lo mejor y aprender de vivencias. Vivir lo tuyo es importante, pero si te aconsejan teniendo en cuenta lo que han vivido, eso que te llevas, y es lo que te ahorras.

¿Cómo lleva la fama y tanta exposición pública? ¿Sueña alguna vez con que nadie la conoce?

No, porque yo soy una persona que no piensa en lo que podía haber sido. No me arrepiento de nada, no me arrepiento de dónde estoy y de quién soy, y esta es la vida que me ha tocado. Y si me llega a tocar otra, tampoco me habría arrepentido. La viviría igual y con las mismas ganas, con la misma actitud y queriendo dar siempre mi mejor versión. No me he planteado nunca ser anónima, y te lo digo de corazón, porque desde que salí del hospital cuando nací, tengo cinco cámaras en la cara.

Y encima, a los 18, yo misma lo elegí. Entonces no lo llevo mal. En casa, lo único que nos diferencia es que se nos conoce, salimos en las pantallas y tenemos números en Instagram. Por lo demás, tengo la suerte de tener una familia muy humilde y muy normal. En casa siempre he sentido que soy anónima.

Del Barrio de Salamanca a Parla

¿Parla o el Barrio de Salamanca?

Parla. Porque yo llego allí y me pongo a hablar con la de la peluquería canina, con la de abajo del bazar. Yo me he hecho ya amiga de todo el barrio. Porque ¿sabes qué pasa? Que en el Barrio de Salamanca todo el mundo va con un objetivo muy marcado. Van con un piloto autómatico y yo creo que hay momentos en que hay que parar.

Desde que pude conocer más al entorno de Marcos (su novio), en Parla, me he sentido como en las historias que me contaban de cuando mi abuelo vivía y hacía reuniones interminables de tres días y se levantaban ya a comer, hablar, jugar. He sentido que he conectado con unas raíces que sabía que tenía, pero que, por situaciones de la vida, mi abuelo se fue y no pude vivir tanto.

Alba Díaz y Victoria, nieta y abuela, se lo pasan pipa juntas. TXUCA PEREIRA

¿El Mad Cool o una fiesta flamenca?

Uf, es que yo soy tremendita para esto. Es diferente, el flamenco lo llevo muy dentro, muy interiorizado, pero, claro, me pones a Dua Lipa, a Bad Gyal o a Sexyy Red y yo me lo perreo. Te diría que el Mad Cool. A mí ya el romperse la camisa no. Ahí siento que Bad Gyal y el perreo es lo mío.

¿Obsesionada con la moda?

Más bien me da bastante igual. Soy más yo desde que me da igual. Y estoy más segura y más contenta desde que no pienso en lo que se pone de moda.

Ha dicho en alguna ocasión que va a terapia, ¿le ha sido de utilidad?

¿De qué terapia hablas? Porque esta familia es una terapia continua. Sigo, sigo. Nunca hay que dejarla. Tengo la suerte de poder ir, porque, tal y como están las cosas hoy, esto debería ser más accesible para todos. Invierto en ello porque una nunca deja de necesitar una opinión neutral sobre algo. Siempre lo voy a agradecer.

HORÓSCOPO

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Sagitario

Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.