Chupinazo para nuevas rutinas

Ahora sí que sí. Ahora ya estamos inmersos en planes veraniegos y calores insoportables. El verano ha llegado y nadie sabe cómo ha sido. De repente hay niños correteando por la casa. Los colegios suenan a eco de risas y quedan restos de bocata de Nocilla en algún patio de recreo. Nos quedamos dormidos juntos y compartiendo almohada de otra manera y huele a sudor de niño agotado de parque y arena. Es una sensación especial y de transición hasta que llegue el salitre, la arena, el cloro, la hierba y los nidos de pájaro. Son días huérfanos, que traen una carpeta llena de dibujos y figuras de materiales varios. Fin de temporada, cierre de una etapa en la que nos damos cuenta de que el tiempo vuela y queremos poner en marcha todo lo que nos propusimos cuando el calendario cambió de año hace ya siete meses. “Ahora sí”, te dices.

Cambio de rutinas y momento de incorporarlo sin excusas para acercarnos a lo que aspiramos. Orden, alimentación, deporte, lectura, aprendizaje, cuidado del entorno, afectos o quietud. Julio está ya aquí con su chupinazo para que podamos madrugar y poner en marcha con el encierro las rutinas más sencillas: desayuno sano y un poco de actividad mañanera: puede ser un paseo ligero, algo de estiramientos y unas abdominales, para empezar. Orden del espacio y un poco de meditación temprana. Escribir unas líneas con propósitos sencillos añadiendo la gratitud para iniciar el día con la energía necesaria.

No es algo fácil al principio, pero con ese pequeño ejercicio matutino ya estamos listos para incorporar nuevos pensamientos, configurando otro paradigma distinto al que teníamos hasta hoy. Y los pensamientos son claves para cambiar la actitud y mejorar nuestra vida. Lo dicen los expertos en la ciencia medica y el crecimiento personal. Cuando el cuerpo y la mente están activos, se retroalimentan y ejercen un poder positivo y creador para cualquier objetivo que nos marquemos. Podemos iniciar con pequeños hitos, que invitan a más. Es recomendable que así sea para aquellos que están menos acostumbrados a estas rutinas.

Solo la toma de conciencia de lo apalancados que estamos y el deseo profundo de cambio harán que demos el primer paso. Es una cuestión de honestidad con uno mismo y la certeza de que depende solo de nosotros mismos. Te invito a que sea un reto personal y casi secreto, que incluso lo apuntes en ese diario donde apuntarás tus líneas y pequeños objetivos, para que te sorprendas de los cambios que comenzarás a observar en tu entorno y que llegarán de ti y solo de ti. Ojalá estos días ‘paréntesis’ entre el fin de curso y los días de asueto sean tan efectivos como tú te hayas propuesto.  

Ojalá también que este chupinazo sanferminero sea el disparador de sensaciones nuevas y retadoras en tu vida. Justo lo que necesitabas para darte cuenta de que lo que sucede a tu alrededor, no solo “te sucede”, sino “haces que suceda”. Y eso, es ya de por sí, es magia.

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