celebrities
Crear una cuenta
Iniciar sesióncelebrities
La actriz Sara Sálamo se ha vista ya expuesta en numerosas ocasiones a críticas sobre su cuerpo. Y es que la belleza singular de esta no pasa desapercibida, y según muchos, el paso por el quirófano tiene mucho que ver. Sin embargo, la canaria ha afirmado ya en numerosas ocasiones que no ha pasado por ninguna intervención estética y que todo su cuerpo es "natural".
Hace poco compartía una bonita fotografía junto a su madre donde aseguraba que toda su belleza había surgido de ella, en especial sus labios, a los que ella denomina "bembas de canaria".
Sin embargo, una vez más, Sara ha tenido que hacer frente a las críticas, y es que en una de sus últimas publicaciones donde aparece con la blusa desabrochada, un seguidor no ha dudado en comentar: "¿Llevas siliconas?", refiriéndose a sus pechos, a lo que la actriz contestó: "No, tengo un bebé recién nacido".
Y es que hace justo un mes que Theo, su primer hijo, llegó a la casa de la actriz y de su pareja, Isco Alarcón, para llenar el ambiente de felicidad y amor.
La publicación cuenta ya con más de 51.000'likes' y es que por supuesto, Sara nunca pasa desapercibida, y menos últimamente, que se está viendo en el punto de mira por parte de muchos seguidores. La última, sobre la protección de su hijo recién nacido.
Este mismo viernes, la joven familia ha estado celebrando el quinto cumpleaños del pequeño Isco, hijo de Isco Alarcón y su anterior pareja. "¡Feliz cumpleaños mi niño! 5 añitos dándonos alegrías y buenos momentos", escribía el futbolista en su cuenta personal de Instagram.
- Sara Sálamo y su tierno mensaje a Theo, su primer hijo
- Sara Sálamo responde a las críticas de la foto con su bebé
- El emotivo reencuentro entre Isco Alarcón, Sara Sálamo y su bebé
HORÓSCOPO
Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.