No cabe duda de que estamos atravesando una crisis sin precedentes. Con la pandemia cada vez son más las personas en riesgo de exclusión social que demandan alimentos. Cipri Quintas y Meirav Kampeas-Riess, dos corazones solidarios, que ya pasaron por estas páginas, han realizado un llamamiento a las empresas, a través de sus movimientos #ComparteLoBueno y #TeAyudo, para que aporten lo que puedan.
Hoy Corazón Calidad Pascual, Enrique Tomás y Vicky Foods, antes Dulcesol, han atendido a esa llamada y han liderado los Desayunos dignos para personas sin hogar, que ofrece la ONG del Padre Ángel, Mensajeros de la Paz.
Enrique Tomás Yo ya tenía hablado con el Padre Ángel hacer algo antes de la Covid. La aparición del virus hizo que se convirtiera en una necesidad, por eso no tuve ninguna duda en colaborar.
Rafa Juan (Vicky Foods) Cuando conocí al Padre Ángel personalmente, me impresionó descubrir todo lo que hacía. A partir de ese momento, me quedé con lo de colaborar, pero vino la Covid y como nosotros tenemos las plantas de producción en Valencia, es allí donde colaboramos con distintas ONG. Fue Cipri el que nos dijo que había que echar un cable a Mensajeros de la Paz. No podían hacer los desayunos como los hacían antes, en San Antón, porque ahora no les llegaba el producto fresco. Así que nos pusimos a ello.
Sonia Pascual Mi padre, fundador de la empresa, ya colaboraba con Mensajeros. El año pasado celebramos el 50 aniversario de Pascual y el Padre vino al acto. Por acuerdos de la empresa, nosotros colaboramos con Cáritas, Cruz Roja, Banco de Alimentos… que nos han ayudado a gestionar todo el reparto de nuestro stock. El Padre Ángel nos dijo: «Habéis perdido la magia de vuestro padre, porque le llamaba y me mandaba productos, pero ahora con esto tan profesionalizado, esa magia ya no llega». Le dije: «Padre, eso no se puede decir». (Risas)

H.C. Él sabe cómo tocar el corazón…
S.P. Viniendo del Padre Ángel, había que ponerse las pilas. Tenemos 50 años y todo muy profesionalizado y, si a Cáritas llegamos con un millón de desayunos, tenemos que ser capaces de, haciendo encaje de bolillos, llegar a todos. Muchos de ellos, por cierto, vienen por parte de la gente de la empresa.
H.C. Siempre han potenciado la función de Responsabilidad Social Corporativa en sus compañías. ¿Cómo se puede animar a otras empresas, por pequeñas que sean, a que colaboren en esta iniciativa?
E.T. Es la primera vez que nosotros contamos que estamos colaborando y eso que llevamos años haciendo lo que está en nuestra mano. Pero, como dice Cipri, no es por hacer publicidad, es por ejemplarizar y hacer que otros también entren. Voy a utilizar una frase suya: «Dar es un acto egoísta, en el fondo, porque cuanto más das, más recibes». Es una realidad. Es abrir la puerta a la abundancia. Llevo años intentando transmitírselo a todo mi entorno. De entrada, dar indica que puedes, que no te falta nada, que crees en las personas.
R.J. Dar es algo que engrandece a las personas y a las empresas y, generalmente, recibes mucho a cambio. El año pasado hicimos una colaboración con la Asociación española contra el cáncer y nos pidieron que lo publicáramos, probablemente por su propio interés, para que otras empresas hicieran lo mismo. Por eso, desde hace tiempo, informamos de nuestras actividades solidarias. Esa es otra cosa que ha puesto de manifiesto la pandemia: la solidaridad. De la necesidad que se ha creado, al cerrar tantas empresas, ha surgido un movimiento solidario enorme. Esto también hay que ponerlo en valor, porque vamos hacia una etapa difícil.

S.P. En España, la solidaridad la tenemos a flor de piel. Nosotros también trabajamos mucho el tema de comunicar, porque veníamos de esa idea de que tu mano derecha no sepa lo que hace la izquierda. Nos hemos dado cuenta de que las cosas importantes se anuncian, con simpleza y sin hacer ruido, pero hay que anunciarlas. Yo destacaría el acto de compartir, para que otras familias lo hagan. Al final, si miras más allá, si pones el foco en el largo plazo, esa generosidad revierte en ti.
H.C. Quiero hacer hincapié en el nombre de esta iniciativa que están desarrollando: Desayunos dignos. La dignidad es algo que siempre ha preocupado al Padre Ángel…
E.T. Todos nosotros tenemos la suerte de asistir a eventos donde hay un tipo cortando jamón. Yo suelo decir que el jamón no está para quitar el hambre, pero quizás sea el producto de lujo, por eso me hacía una ilusión tremenda ir con cortadores de jamón y hacer un evento, no solo darles de comer. Al final, te vuelves práctico y lo que buscas es llegar a más. Pero mi objetivo era que se sintieran muy respetados.
H.C. Como dice Cipri: »«Es un momento clave para ayudarnos unos a otros».
R.J Hemos percibido un movimiento solidario por parte de todos, ya que también nosotros recibimos ayuda. Necesitábamos mascarillas y en pocos días reunimos a 500 personas que se pusieron a coser desesperadamente y atendimos, no solo a nuestra plantilla, sino generaron para otras empresas y hospitales. Son tiempos abonados para que personas y empresas colaboremos.
S.P. Me ha encantado ver cómo se unía todo el mundo bajo ese principio de solidaridad. De repente, ha salido el valor humano, el alma humana. Ha sido muy bonito, porque al final las empresas son las personas y los tres que estamos aquí lo sabemos. A veces, se compartimenta todo y no se da cabida a las emociones.
Las empresas que quieran donar pueden hacerlo a través de:
(+34) 91 364 39 40
info@mensajerosdelapaz.com
www.mensajerosdelapaz.com