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Se ha hecho popular por su desparpajo, su facilidad de palabra y entrar al trapo en todos los temas candentes de la actualidad, sea Cerdán o Cayetano Rivera. De hecho, eso, entre otras cosas, le ha dado a Iñaki López un lugar destacado en la parrilla de La Sexta y le ha convertido en uno de los comunicadores más populares del panorama televisivo junto a otros nombres como Javier Ruiz o el también presentador vasco Aitor Albizua. Después de haber moderado los debates de La Sexta noche, lleva ya varias temporadas junto a Cristina Pardo en Más vale tarde.
Fue precisamente en los pasillos de esta cadena, y especialmente en el plató de La Sexta noche, donde su vida se cruzó con la de la mujer con la que ha formado una familia: Andrea Ropero. Ambos trabajaban para el programa que emite la cadena generalista los sábados noche (ahora presentado por José Yélamo), y pronto dieron a conocer su relación.
«Nadie lo vio venir, y todo empezó cuando nos cambiamos al edificio de Antena 3, y como todo estaba en obras, tuvimos que compartir camerino. Nos cambiábamos cada uno en nuestro lado, éramos muy formaless», manifestó Ropero cuando acudió a El Hormiguero.
Entre risas, Iñaki contaba que no fue fácil conquistar a Andrea: «Menos mal que los de Bilbao somos de hacer garita, tenemos mucha paciencia», explicaba el vasco, dando a entender que Ropero no se lo puso fácil y tuvo que echar mano de la paciencia y la perseverancia. «Yo soy de Huesca, y las de Huesca somos de parar los pies», remataba ella entre carcajadas.
Dicho y hecho. En 2021 la de Huesca y el vasco formalizaron esa relación con una boda íntima en el Salón Árabe del Ayuntamiento de Bilbao. De hecho, el enlace fue tan discreto que casi no ha trascendido información ni imágenes de aquel día, aunque a los novios les gusta recordar una fecha tan especial, rescatando y publicando en sus redes recuerdos e imágenes de aquel día. «Me encanta el 25 de mayo... Siempre sí. 7 Años», escribía la televisiva junto hace unos meses junto a una imagen de aquel día.
Pronto pasaron de ser dos a ser cuatro: primero con el nacimiento de su primer hijo en común, Roke, y uno años después con la llegada al mundo de su hija Jara. La familia vive entre Madrid (donde desarrollan sus tareas televisivas) y el País Vasco, donde desconectan los fines de semana en una casa que nos han dejado ver en alguna ocasión en su redes sociales: rincón de lectura, chimenea, estilo clásico, una cocina moderna y luminosa, y una zona verde con piscina. No le falta detalle.
Aunque Andrea es de Huesca, ha confesado más de una vez su pasión por la geografía vasca y más concretamente por la costa vizcaína, donde tienen su hogar: ir a la playa, perderse por el Puerto Viejo de Algorta o alternar por el casco viejo bilbaíno, forma parte de su agenda. «21 grados y despejado a este lado del Serantes. ¡Aquí dos tempraneros en el txiringuito de Arrigunaga! ¡Aúpa chavales!», escribía el periodista de Portugalete (Vizcaya) en sus redes sociales.
Tal vez uno de los momentos más bonitos en su relación se produjo cuando se separaron profesionalmente. Andrea fue la primera en dejar el programa que les había unido. Después de recibir un ramo de rosas y un libro con fotos que recordaban su paso por el programa, dedicó unas emotivas palabras a sus compañeros hasta que le tocó el turno a Iñaki: «Y gracias a ti, por ser el mejor maestro y el mejor compañero de viaje», le dijo.
El vasco, siempre rápido de pensamiento y palabra, anadía: «Ha sido un honor y un placer contar seis años y medio con la presencia de Andrea Ropero. Muchas gracias a ti. Qué te voy a contar, no hago más que despedirte y volvemos en el mismo taxi juntos a casa, pero bueno».
Hace unos años, durante una entrevista para el libro Superar la dislexia, el presentador vasco desvelaba que a él de pequeño le diagnosticaron esa enfermedad y que eso le marcó la vida: «Hicieron una prueba de escritura y fui al único al que llamaron después», explicaba el periodista, que también relataba que tuvo apoyo por parte de los profesores. «Me llevaron a clases de apoyo junto con otros compañeros a un psicólogo».
Aunque con el tiempo el pequeño Iñaki aprendió a controlar la situación y superarla, en un principio fue un importante contratiempo que le marcó: «En su momento nadie me lo supo explicar muy bien y al principio me sentí como un bicho raro. Me tranquilizaron mucho quitándole importancia, me dijeron que se trataba de algo leve y que no afectaba a mi futuro, eso me tranquilizó, me ayudó a aprender a vivir con ella y me resultó fácil de llevar», explicaba.
El vasco, optimista por naturaleza, supo hacer de ese hándicap un aliciente de superación: «No obstante, esto me trajo cosas positivas, por ejemplo, aprendí a organizarme muy bien. Ahora mismo, es tan solo un recuerdo de juventud y algo lejano».
HORÓSCOPO
Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.