¿Flor de un día?
¿Flor de un día?
Cualquiera con acceso a redes sociales recordará, aunque sea vagamente, el nombre de Íñigo Quintero. Hace algo más de un año este joven coruñés de 24 años alcanzó la cumbre de la fama con su canción 'Si no estás', un éxito total que trascendió la viralidad de TikTok y llegó a posicionarse como el número 1 en Spotify en varios países de Europa, por encima de estrellas internacionales como la propia Taylor Swift.
La decisión inocente de compartir en redes un tema propio traspasó la línea de lo imposible y catapultó a Íñigo Quintero a lo más alto. Su canción se convirtió en la banda sonora de jóvenes y no tan jóvenes, primero, por lo pegadiza que resulta, y después, por el significado que esconde. Porque uno de los factores que hizo que 'Si no estás' estuviera en boca de todos no fue solo la parte musical, sino a quién iba dedicada la letra.
Como el propio Íñigo confesó en varias ocasiones, la canción que parece hablar del duelo de una relación complicada, de un quiero y no puedo que toca en lo más profundo y que cualquiera puede relacionar con un momento de desamor, versa en realidad sobre Dios. El componente espiritual más o menos disimulado entre la letra de este éxito internacional no hizo más que sumar puntos a favor para que el tema y el artista se posicionaran en lo más alto.
La que en su momento, según los datos, fuese la canción del año llevó a Íñigo Quintero hasta los Latin Grammy 2024, donde estuvo nominado a Mejor Nuevo Artista. Aunque finalmente no se alzó con la victoria, la presencia de Íñigo en Miami le relacionó con grandes nombres del panorama musical internacional, lo que parecía ser el presagio de una carrera de éxito.
Sin embargo, el nombre de Íñigo Quintero fue desvaneciéndose poco a poco hasta situarse en las antípodas de la viralidad. De ser el cantante de moda, Íñigo pasó a un segundo plano lejos del foco mediático y del boom que le llevó a compartir ceremonia con Alejandro Sanz, Juan Luis Guerra o Karol G.
¿Fue, acaso, Íñigo Quintero un caso más de one-hit wonder? La realidad es que esta situación fue la respuesta natural a un caso de fama repentina. Como él mismo contó en una entrevista a la revista Elle, este chaval de La Coruña, estudiante de magisterio y apasionado del fútbol, se vio sobrepasado por la situación de pasar de ser un chico con una vida normal al interés principal de los medios de comunicación.
En mitad del éxito que le arrollaba, Íñigo decidió parar en seco y rodearse de sus seres queridos. En la citada entrevista el cantante habla también de un bloqueo creativo tras triunfar con 'Si no estás' que le mantuvo un tiempo en stand by artístico. Sin embargo, su pasión por la música y sus ganas de seguir contando en canciones lo que le pasa le llevó a sacar 'Lo que queda de mí', un tema que, si bien no alcanzó los números de su anterior éxito, sí que supuso una suerte de catarsis al permitirse expresar en esta canción cómo estaba viviendo y sintiendo esta situación.
El hecho de que su nombre no suene tanto como hace unos meses ni de que sus canciones no alcancen la repercusión de su primera toma de contacto con la fama no significa que Íñigo Quintero haya aparcado su carrera musical. Una vez superado el bache creativo y emocional en el que se vio inmerso, el coruñés ha puesto a girar la maquinaria de la composición y cuenta con varios sencillos y un EP en el mercado.
Además, arrancó su gira Es Solo Música European Tour en Barcelona el pasado febrero y tiene cerradas fechas de concierto que no solo le llevarán a recorrer varias ciudades de España, también cantará para el público de países como Brasil, Colombia, Francia o Argentina, entre otros. El joven que saboreó el éxito de manera precoz se encuentra ahora inmerso en un proyecto musical por el que pretende cumplir sus sueños de forma ordenada, disfrutando del proceso y apostando por ésta pasión que ya un día le hizo rozar la gloria.