Adiós a Olivia Newton-John, la tragedia de una estrella atrapada en Grease y en un cáncer de mama contra el que luchó 30 años

«El cáncer fue iluminador», decía Olivia Newton-John en 2012, aún libre del segundo cáncer de mama que sufriría a lo largo de su vida. Cuando estás enferma, da igual que tengas todo el dinero del mundo. No sirve para nada. Me siento bendecida sencillamente por tener la oportunidad de vivir». La actriz y cantante británica, ya parte de la historia del cine gracias al musical 'Grease' (1978), falleció finalmente debido a la enfermedad a los 73 años. Tuvo, a pesar de su larguísima batalla contra el cáncer, una vida larga.

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Uno de los primeros en lamentar públicamente su fallecimiento fue John Travolta, el actor que la acompañó en 'Grease' y en 'Tal para cual' (1983), y que se convirtió en amigo y cómplice para el resto de su vida. Travolta también perdió a su mujer, la actriz Kelly Preston, fallecida a los 57 años debido a un cáncer de mama.

«Mi queridísima Olivia, hiciste que nuestras vidas fueran mucho mejores», escribió el actor en Instagram. «Tu impacto fue increíble. Te quiero muchísimo. Nos encontraremos en el camino y estaremos juntos de nuevo. ¡Fui tuyo desde el primer momento que te vi y para siempre! ¡Tu Danny, tu John!».

Para millones de personas de varias generaciones, Olivia Newton-John quedó atrapada en el personaje de Sandy Olsson, la rubia ingenua que muta en castigadora vampiresa para conquistar al malote de instituto, Danny Zuko. Y, de hecho, fue la única actriz del reparto que jamás logró salir del todo de los años 50 y del instituto Rydell.

Sin embargo, su carrera como cantante había comenzado mucho antes y continuó después, con canciones mucho más memorables de lo que fueron sus películas.

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En realidad, la biografía de Olivia Newton-John (Cambridge, 1948) ya se ponía interesante antes de su mismo nacimiento, pues su padre era un espía del servicio secreto británico MI5 que participó en el proyecto Enigma durante la guerra y su abuelo fue el físico y matemático Max Born, premio Nobel en 1954 que emigró a Reino Unido huyendo de la Alemania nazi. La familia de la actriz emigró a Australia, pero una jovencísima Olivia retornó a su país natal para comenzar su carrera como cantante.

Solo tenía 14 años cuando grabó su primer single y, a los 21, grabó su disco, 'Let Me Be There', que ganó un Grammy en la categoría de country. En 1974 logró representar a Reino Unido en Eurovisión, con tan mala suerte de que ese mismo año se presentaran Abba y arrasaran con 'Waterloo'. De todos modos, Olivia Newton-John quedó cuarta, y pudo continuar con su exitosa carrera en el mundo de la canción. Hasta que llegó Grease.

Olivia Newton-John siempre contó que se veía muy mayor para el papel de Sandy: cuando se lo ofrecieron, después de conocer casualmente al productor en una cena, ya tenía 29 años (Travolta tenía 24). Sin embargo, la inocencia que llevaba de serie fue convincente y 'Grease se convirtió en un taquillazo internacional que cambiaría su vida para siempre.

La banda sonora estuvo en el número uno de la lista de ventas oficial estadounidense durante 12 semanas consecutivas y Newton-John fue nominada a un Globo de Oro. En 1979, cantó 'Hopelessly Devoted to You' en la ceremonia de los Oscars. Su éxito como cantante pop fue tal, que abandonó en country para grabar un álbum pop, 'Physical' (1983), que se encuentra entre los más memorables de su carrera.

En realidad, el fenómeno 'Grease' engulló casi todo lo que Olivia Newton-John hizo antes y después de Sandy. No solo su carrera como cantante, sino una filmografía con títulos de culto por un componente entre kitsch y tierno como 'Xanadu' (1980), la última película que rodó Gene Kelly y una locura con dioses del Olimpo y patines imposible de repetir hoy. La banda sonora,compuesta por Jeff Lynne, miembro fundador de Electric Light Orchestra (ELO), fue otro hit internacional.

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Hubo muchos títulos intrascendentes, películas olvidables y series del montón, además de una residencia de conciertos en Las Vegas entre 2014 y 2015. En realidad, la carrera de Olivia Newton-John se detuvo en 1992, cuando le detectaron su primer cáncer de mama.

Desde ese momento, la lucha contra la enfermedad se convirtió en el objetivo de su vida, no solo como paciente sino como activista. Antes de enfermar, ya había mostrado su vocación por la protesta social: en 1978, canceló una gira de conciertos en Japón para protestar contra la masacre de delfines y fue nombrada Embajadora de Buena Voluntad del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

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Tras superar ese primer encontronazo con la enfermedad, Newton-John volvió a ser diagnosticada en 2013, una mala noticia que no hizo pública, y de nuevo en 2017. Para entonces ya había puesto en marcha su fundación, Olivia Newton-John Foundarion Fund, dedicada a la investigación de terapias contra el cáncer basadas en plantas. Todas las ganancias del disco 'Stronger Than Before' (2005) se donaron a la investigación del cáncer de mama.

A finales de 2019, Olivia Newton-John fue nombrada Dama del Imperio Británico, por su carrera artística y por su labor humanitaria en la lucha y prevención del cáncer. Uno de sus principales objetivos, aún no conseguido, fue que Australia legalizara el uso medicinal del cannabis para pacientes con cáncer, unos tratamientos que ella sí podía obtener en Santa Bárbara, donde vivía con su tercer esposo, el magnate de las plantas medicinales John Easterling. Su hija, la también cantante Chloe Lattanzi (36 años), posee una granja de marihuana en California.

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