La vida loca de Paco Gento: flechazo con la bailarina egipcia Naima Cherky, boda con una supervedette de revista y una hija secreta

La gran estrella del Real Madrid de los 60 fue un gran aficionado a la noche y sus encantos. Asiduo a teatros y cabarets, Paco Gento enamoró a la bailarina erótica más deseada de la época, tuvo una hija secreta y se casó con una vedette de revista.

Paco Gento fue la estrella más brillante del Real Madrid en los años 60: es el jugador de fútbol con más títulos de la historia del club blanco. / getty images

Elena de los Ríos
ELENA DE LOS RÍOS

El Real Madrid lamenta el fallecimiento de su Presidente de Honor, un futbolista para la historia que, además, es el jugador con más títulos en toda la historia del club y el único que ha levantado seis copas de Europa. Hablamos de Paco Gento (1933, Guarnizo, Cantabria), miembro imprescindible de la mítica delantera del 58 (con Raymond Kopa, Héctor Rial, Alfredo Di Stéfano y Ferenc Puskas) y, ya a finales de los 60, capitán del llamado Madrid Yé-yé, con José Araquistáin, Enrique Pérez Pachín, Pedro de Felipe, Rafael Batista Felo, Manuel Sanchis Martínez, José Martínez Pirri o Ignacio Zoco.

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Fue un verdadero dios del estadio y, también, un figura en la noche madrileña, mucho antes de que la quinta del Buitre demostrara que se podía reinar en el césped y en las portadas. Su vida no tiene desperdicio: es increíble cómo en pleno franquismo pudo enamorar a tantas vedettes, pegarse tantas juergas y continuar encandilando a los poderosos del régimen.

Dicen que Paco Gento tenía tanto talento para ganar copas durante el día como para bebérselas por la noche. La vida golfa le fascinaba y, sobre todo, las divas de la escena, preferiblemente si bailaban ligeras de ropa. Uno de sus cabarets favorito era el Morocco, aún abierto en la calle Leganitos de Madrid. Entonces bailaba allí la artista egipcia Naima Cherky, experta en la danza del vientre y auténtica musa de la noche canalla de finales de los 50. Su erotismo era tal, que Fernando Fernán Gómez la contrató para que bailara en La venganza de Don Mendo (1961), pero la censura lo impidió. En Morocco, sin embargo, sí podía contonearse con o sin velos, cosa que atraía a los hombres del momento como la miel a los osos. Dicen que Gento le disputó al jugador húngaro Pancho Puskas el favor de Naima Cherky y lo ganó. Estuvieron varios años juntos sin que la prensa deportiva destapara el affaire. Un silencio blanco protegía la vida de crápula de Gento.

Mientras esta relación discurría con nocturnidad y alevosía, no cesaban los éxitos de Gento en el Bernabéu y más allá, con lo que su presencia nocturna no cesó. De hecho, antes de terminar la década de los 50, el futbolista estrella del Real Madrid tuvo un romance paralelo con otra bailarina, esta del género español, llamada Francisca España. También fue una relación duradera, de alrededor de cinco años, y fruto de la misma pudo nacer una niña que, con el tiempo, reclamó la paternidad del jugador. La supuesta hija de Gento tenía ya 59 años cuando interpuso la correspondiente demanda, en 2020. «No se casaron porque en aquellos tiempos, finales de los cincuenta, principios de los sesenta, no estaba bien visto», ha explicado a raíz de lograr su victoria judicial en 2021. «Pero hasta el presidente del equipo, Santiago Bernabéu, y los jugadores del club conocían esa relación amorosa y sentían cariño hacia mi madre. Paco Gento tenía la obligación de haberse ocupado de mí, pero desapareció».

A falta de dilucidarse el recurso de la familia oficial de Paco Gento, la herencia del jugador deberá repartirse contando con su primogénita, quien jamás expresó deseo de conocer a su padre desaparecido. «La historia de amor con mi madre fue muy bonita, pero acabó por las infidelidades de Gento. Era un mujeriego. Mi madre le pilló con una chica y le dijo que no iba a aguantar sus infidelidades. Le dio igual, salía con unas y con otras y no se escondía. Se separaron, y él le hizo prometer que no le pediría nada», ha contado Francisca España. Esta versión coincide con lo que se sabe de la vida nocturna del jugador del Real Madrid, híper protegida por la prensa franquista por su estatus de estrella del equipo blanco. Dicen que hasta Rita Hayworth quedó prendada de Gento, durante una noche de farra en Chicote.

La pasión de Gento por la noche y las vedettes ligeras de ropa le convirtió en un asiduo a los teatros, en especial el teatro Martín, donde actuaba Celia Gámez y otras estrellas de revista. Allí conoció a una jovencísima Mariluz Real, deslumbrante estrella de las variedades que hizo un par de películas (El halcón de Castilla, Salto mortal), compartió cartel en el teatro Calderón con Lina Morgan o Esperanza Roi y se convirtió en una de las supervedettes más taquilleras de la época. Por fin, Gento se decidió a casarse y retiró a su enamorada de la escena, a tiempo de formar una familia con la llegada de sus dos hijos, Paco y Julio. Estos trataron de llegar a un acuerdo con su hermana mayor, Francisca España, para que no demandara a su padre en 2020, pero la negativa de este a ayudar económicamente a su hija secreta lo impidió. Ahora, el reparto de la herencia del futbolista resarcirá solo económicamente su omisión de responsabilidad en la vida de su primera hija.ola

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