MISTERIO RESUELTO
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La boda del año en Sevilla fue, sin duda, la de Bárbara Mirjan (30 años) y Cayetano Martínez de Irujo (62), protagonistas de una historia de amor extemporánea que encontró, contra todo pronóstico, un final feliz. En la ceremonia hubo personas particularmente decisivas para que así se produjera, por ejemplo Hubertus Hohenlohe y Simona Gandolfi, quienes presentaron a los novios en una fiesta en Marbella, en 2015. También el padre de la novia y padrino, el empresario Javier Mirjan Ajbaa.
La curiosidad acerca de los padres de Bárbara Mirjan ha ido creciendo conforme se contrastaba su invisibilidad. Y, de hecho, no pudimos identificar a la madre de la novia a la entrada o salida de la Iglesia de los Gitanos de Sevilla, prueba de lo mucho que se guarda de ser reconocida, fotografiada y comentada. María Lourdes Aliende España proviene de una familia alavesa bien conocida en el sector empresarial, como fundadora del Grupo IMA, referente en el sector de la madera.
Conocemos el deseo de discreción del empresariado, más cuando su posición en el mercado queda más asegurada cuanto menos se fijen los medios de comunicación. En estos círculos tan tradicionales del emprendimiento español, aparecer en la crónica periodística solo es síntoma de malas noticias. Bodas, banquetes y celebraciones, de hecho, suelen hacerse a puerta cerrada, sin dar oportunidad de curiosear a mirada ajenas.
La boda de Bárbara Mirjan ha debido de suponer un quebradero de cabeza para esta familia invisible, pues pasar inadvertida en una iglesia a pie de calle rodeada de cámaras de televisión no debió ser fácil. Hubo algún invitado famoso que entró en el templo por una puerta lateral, como Alfonso Díez, viudo de la añorada duquesa Cayetana. Puede que la madre de la novia hiciera lo mismo incluso al salir.
El padre de la novia, sin embargo, no pudo refugiarse de los objetivos. Al ser el padrino de boda, tuvo que encaramarse a la Duquesita, un pequeño coche tirado por dos caballos, para llegar a la Iglesia de los Gitanos acompañando a la novia. Javier Mirjan Ajbaa, también conocido como Bachar, protagonizó así su salida del armario de la notoriedad y soportó pacientemente la lluvia de clics que recibió a su llegada al templo. Tal fue su primera foto: en carroza y con chaqué.
Conocemos apenas nada acerca de la actividad empresarial del padre de Bárbara Mirjan, aunque sabemos que fue la familia de la novia la que sufragó los gastos del banquete, una vieja tradición que disfrutaron unos 300 invitados en la finca Las Arroyuelas, propiedad del novio. Sabemos que nació en el Líbano, aunque su familia tiene también orígenes sirios y que se nacionalizó español en los años 80.
El rostro de Bachar, pese a la expectación y la cantidad de cámaras y móviles apuntándole, no dejó translucir ninguna emoción. Gracias a esa primera foto, pudimos comprobar lo mucho que se parecen físicamente padre e hija. Sin duda, Bárbara lleva en su fisionomía la herencia oriental de su familia paterna. Llevó del brazo a su emocionada hija en silencio y dejándose conducir por las personas que organizaron la entrada. En la puerta de la Iglesia de los Gitanos, esperó pacientemente a que le pusiera y arreglaran el velo.
No hubo más ocasión de ver a padre e hija juntos, aunque en un momento en el que se abrió la puerta de la Iglesia de los Gitanos entrevimos la llegada de novia y padrino al altar, donde esperaba Cayetano Martínez de Irujo vestido con su uniforme de maestrante. Quisimos ver un saludo cordial entre los dos hombres, acaso con cierto parecido en carácter o temperamento de lo que pudiéramos suponer. ¿No decía Freud que solemos reconocer inconscientemente trazas de nuestro padre en los hombres que nos enamoran?
HORÓSCOPO
Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.