NOTICIA INESPERADA
Crear una cuenta
Iniciar sesiónNOTICIA INESPERADA
Acaba de cumplir unos espléndidos 55 años en un momento personal delicado y así se lo ha desvelado Aitana Sánchez-Gijón a la periodista Luz Sánchez-Mellado: la actriz lleva tres años separada de su marido, el escultor argentino Papin Luccadane. Una noticia que no había trascendido hasta que la protagonista de La camarera del Titanic y Volaverunt, dirigidas ambas por Bigas Luna, ha decidido desvelarla. La pareja siempre ha sido muy discreta y ha mantenido su vida personal apartada de los medios de comunicación.
«Hace tres años me separé, mi hijo mayor se emancipó hace dos años, con 20. Vivo mano a mano con mi hija de 19, casi como dos compañeras de piso. Es una etapa muy distinta», ha manifestado Aitana Sánchez-Gijón, a quien en estos días vemos en una pequeña colaboración en la nueva película solidaria de Paco Arango, Mi otro Jon, y el 17 de noviembre estrenará Que nadie duerma, junto a Malena Alterio y Manuel de Blas.
No son demasiadas las ocasiones en la que hemos visto en público a Aitana Sánchez-Gijón y Guillermo Papin Luccadane, con quien se casó el 7 de septiembre de 2002, en una ceremonia civil que celebraron en la finca Rocamador, en Extremadura. Una boda muy discreta a la que acudieron sobre 50 invitados, entre los que se encontraban algunos compañeros de profesión y amigos de la actriz como Emma Suárez e Imanol Arias.
En aquel entonces, la actriz y el escultor argentino ya habían sido padres hacía un año de su primer hijo, Teo, que se está abriendo camino en el mundo de la música como rapero. No en vano en la actualidad se encuentra de gira. Asimismo, también ha intervenido en el cortometraje Dime, dirigido por Daniel Arias, hijo de los actores Imanol Arias y Pastora Vega. Además, ha hecho alguna incursión en el mundo de la moda.
En su perfil de Instagram, donde tiene más de 10.000 seguidores, ha compartido algunas imágenes con sus padres, con los que tiene una gran relación. Bruna, la segunda hija del matrimonio, también se ha decantado por la música, y, además, ha participado como actriz junto a su madre y su hermano en El corazón del imperio de Movistar+. También hizo un pequeño papel en la serie Vis a vis, junto a Alba Flores. Ambos hermanos son aún muy jóvenes y están dando sus primeros pasos en sus respectivas carreras, por lo que habrá que esperar su evolución posterior.
Nacido en Argentina en 1960, Papin Luccadane saltó a los medios de comunicación españoles por su relación con Aitana Sánchez-Gijón, pero siempre evitó el primer plano. El artista ha destacado por sus esculturas, pero también tiene una considerable obra pictórica, en la que hay influencias orientales e incluso tuvo un maestro de pintura chino, que le introdujo en técnicas con tinta china y papel de arroz.
Así lo contaba hace unos años en una entrevista concedida a El Imparcial: «Me gusta descubrir y aprender. Oriente representa eso para mí: lo desconocido. Conocí por casualidad a un maestro chino, Li Chi Pan, que me enseñó a pintar en papel de arroz, material que empleo desde que lo conocí, pero también me gusta mezclar estilos porque mis obras no tienen nada que ver con la pintura clásica china».
También se manifestaba sobre cómo gestionaba su imagen pública: «Intento aparecer lo menos posible para que no se me vea. Quiero ser reconocido por mi trabajo. No me interesa estar ahí como el marido de una actriz. Nunca hablaría en un programa del corazón ni daría una exclusiva enseñando mi casa. Eso es mi vida privada y yo no quiero vivir de eso. Lo que quiero es vivir de mi trabajo».
A propósito del papel que jugaba la que era su mujer en su obra manifestó: «Aitana es algo más que una musa, va más allá de la belleza exterior. Es la persona con la que quieres estar en todos los momentos y en todos los aspectos de tu vida».
HORÓSCOPO
Como signo de Fuego, los Sagitario son honestos, optimistas, ingeniosos, independientes y muy avetureros. Disfrutan al máximo de los viajes y de la vida al aire libre. Son deportistas por naturaleza y no les falla nunca la energía. Aunque a veces llevan su autonomía demasiado lejos y acaban resultando incosistentes, incrontrolables y un poco egoístas.