PRINCESA ANÓNIMA
PRINCESA ANÓNIMA
Abir vive en un campo de refugiados palestinos cerca de Ammán, al que ha llegado, al principio de los años setenta. Nacida en 1973, tiene apenas seis meses cuando un accidente de avión derribado sobre el campo termina con su modesta vivienda y con la vida de su madre y sus hermanos.
Ella y su padre son ingresados en el hospital Rey Hussein. Pero el drama que ha marcado su vida se torna en una increíble historia de supervivencia y amor cuando la reina Alia, la tercera esposa del rey Hussein de Jordania, conoce su historia durante una visita al hospital y queda profundamente impresionada.
Pasados varios meses, Alia decide adoptarla y criarla como a uno más de sus hijos en la corte hachemita. En esa época, Alia todavía no es madre de la princesa Haya, nacida en 1974, y del príncipe Ali, nacido en 1975.
El drama de Abir conmueve hondamente a Alia. Le cuentan que la pequeña ha permanecido varias horas bajo los escombros junto a su madre y sus hermanos fallecidos. Alia, de origen palestino, no puede dejar de pensar en la pequeña. Decide encargarse de los cuidados médicos de la niña, que sufre neumonía y varicela y varias infecciones a consecuencia del accidente, y la visita a menudo.
La pequeña sigue al cargo de su padre, pero su situación es muy problemática y le confía a la reina que ha decidido entregarla en adopción. No tenía dinero, ni familia que pudiera criarla. Alia estaba embarazada por entonces de su hija Haya y decide adoptar a Abir.
Abir se convierte en la primera hija de Hussein y Alia y en una más de los 11 hijos del rey Hussein, que se encontraba de viaje en el momento de la adopción y que aplaudió la decisión de su esposa. La reina Alia, muy comprometida con los problemas de mujeres y niños trabaja en varios proyectos habitacionales urbanos, en la construcción de escuelas, hospitales y bibliotecas y promueve el voto entre las mujeres y las anima a presentarse como candidatas.
Pero la tragedia esperaba a la familia real hachemita. En 1977, Alia fallece en un accidente de helicóptero, cuando regresaba de visitar el hospital de Tafila, al suroeste de Ammán. Tiene solo 28 años y deja tres hijos huérfanos y a un esposo desolado.
Abir sigue viviendo con sus hermanos en palacio. El 15 de junio de 1978, Hussein contrae de nuevo matrimonio con la reina Noor, con quien tendrá cuatro hijos. Con 16 años, Abir es enviada a Estados Unidos para estudiar y allí pasará por las universidades de Washington, Maryland y Virginia. Se licencia en enseñanza primaria y en gestión deportiva.
Tras regresar de Estados Unidos, Abir lleva una vida muy discreta y anónima en Jordania, donde está dedicada a la enseñanza deportiva, y participa en los acontecimientos familiares, como las bodas de sus hermanos y hermanas. Según asegura «Vanitatis», su última aparición en compañía de la familia real fue en 2016.
Está casada con un jugador de baloncesto y tiene varios hijos. A pesar de su total discreción, Abir sí ostenta el título de princesa, según cuenta la biografía de la reina Noor, cuarta esposa de Hussein, aunque sigue conservando su apellido y no el del rey.